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Mercado de QBs

Los Seahawks se interesan por Kaepernick y RG3

El equipo de Seattle está buscando un reserva de garantías para Russell Wilson y en su lista de candidatos aparecen dos viejos conocidos.

Actualizado a
San Francisco 49ers QB Colin Kaepernick (7) and Washington Redskins QB Robert Griffin III greet after a game at FedExField, Landover, MD, on Monday, Nov. 25, 2013.
Daniel Sangjib MinRICHMOND TIMES-DISPATCH

El principal problema de los Seattle Seahawks para aspirar a ganar la Super Bowl es que tienen una línea ofensiva porosa. El adjetivo es un eufemismo estupendo. De la horrible, terrible, espantosa OL (ahora mejor) se derivan sus dos siguientes males, que es un juego de carrera sospechoso desde la marcha de Marshawn Lynch y que Russell Wilson tiene que jugar más por conservar la vida que por hacer mover las cadenas a su equipo. Como Wilson saca lo mejor de sí mismo en jugadas rotas y en movimiento, sin duda su especialidad, se nota un poco menos todo el embrollo que provoca esta situación.

Una derivada evidente de lo anterior es que los Seahawks necesitan un muy específico tipo de quarterback suplente porque no se puede contar con que Wilson esté sano todas las semanas debido a la multitud de golpes que recibe, y el que salga ha de ser capaz de sobrevivir en un entorno tan hostil.

Es por eso que Seattle ha sido nombrado, de forma constante, como un equipo estupendo para un par de veteranos sin equipo: Colin Kaepernick y Robert Griffin III.

Estas insinuaciones le fueron preguntadas directamente a Pete Carroll, entrenador de los Seahawks, en una entrevista radiofónica realizada ayer, y éste no se escondió a la hora de confirmar las sospechas: "Sí, estamos estudiando la opción de sumar a esos jugadores. Estamos valorando nuestros problemas en el puesto, así como nuestro espacio salarial, pero siendo sinceros he de decir que nos hemos fijado en ambos".

La lógica, como he explicado antes, es aplastante.

El caso de RG3 es complejo porque lleva demasiado tiempo sin poder jugar en la NFL debido a las lesiones. En Washington fue mandado al banquillo por Kirk Cousins y nunca recuperó la titularidad, y en Cleveland se rompió al poco de comenzar la temporada. No parece que su cuerpo le vaya a permitir ser titular de forma continua en la liga, pero quizás sí ser un muy útil suplente. También es cierto que no ha aprendido a protegerse de los grandes golpes, y eso es un handicap que en Seattle podría ser intolerable por lo que he explicado de los problemas de la OL.

El caso de Kaepernick es más complejo desde un punto de vista político y social. Ser el emblema de la lucha contra la discriminación de los afroamericanos le ha convertido en el centro de un debate que nada tiene que ver con lo deportivo y que ha llevado a numerosos opinadores a considerar que la NFL le está boicoteando y por eso aún no tiene equipo.

Sí tiene que ver con lo deportivo que sus últimas campañas han sido mediocres, de nuevo un eufemismo generoso, y que en su equipo se han acumulado las derrotas sin parar. Además, a mitad del año 2015 fue mandado al banquillo en favor de Blaine Gabbert, y hablamos de casi un año antes de cualquier polémica política, ante la aquiescencia de la gran mayoría de analistas, opinadores y aficionados. Gabbert, ahora mismo, cobra 900.000 dólares en los Arizona Cardinals.

Desde el punto de vista social, en Seattle no se produciría ningún rechazo a Kaepernick. La ciudad del estado de Washington pasa por ser una de las más progresistas, abiertas y tolerantes de todo Estados Unidos, imagen que comparten las cabezas pensantes de los Seahawks, esto es, Pete Carroll, John Schneider (general manager) y Paul Allen (propietario) conocidos por ser personas en las antípodas de quienes puedan tener problemas con que una persona muestre en público sus inclinaciones ideológicas.

Kaepernick, al contrario que RG3, sí que parece capacitado para estar sano tras una OL como la de Seattle. Estaría por ver qué clase de dinero aceptaría por ser, sin asomo de dudas, un suplente que sólo vería el campo en caso de que Wilson se lesionara.