Bela-Lima se toman la revancha ante Paquito y Sanyo
Las Gemelas ganan en A Coruña su primer torneo de la temporada, muy superiores a Alejandra Salazar y Marta Marrero.
Dos nuevas parejas abren en el Open de A Coruña el balance de ganadoras de la temporada: las Gemelas Sánchez Alayeto en mujeres, y Belasteguín y Lima en hombres en un partido de necesidades y revanchas.
En mujeres, las Gemelas demostraron en la final que habían llegado a Galicia a mil por hora espoleadas por quedarse sin final en Santander. Han arrollado a sus rivales, sobre todo cuando enfrente había jugadoras de empaque, y en la final no han tenido compasión de las número uno, Marta Marrero y Alejandra Salazar, a las que han derrotado en dos juegos, como Mapi Sánchez Alayeto de mejor jugadora.
El caso es que la final femenina, entre las dos mejores parejas del mundo, dejó de estar igualada en el primer set, porque con el 6-4 de las Gemelas, sus rivales se descompusieron: primero, con una ligera lesión de Marta que obligó a parar cinco minutos en partido; luego, con otro parón cuando Alejandrá se golpeó violentamente contra el cristal. Sin duda, eso también influyó para bajar la concentración ante las Sánchez Alayeto, que esta temporada quieren recuperar el trono mundial, y de ahí ese 6-2.
En la final masculina, llegó la revancha y se cortó la racha victoriosa de Paquito Navarro y Sanyo Gutiérrez, que perdieron 7-5 y 6-3 en parte por errores propios, ya que casi doblan a Belasteguín y Lima en errores no forzados en un partido en que hubo de todo: puntos magistrales, y puntos impropios de los cuatro jugadores.
Lima fue elegido el jugador de la final, quizá porque fue el más constante, pero la realidad es que Belasteguín aportó puntos siderales a la pareja, con salidas de la pista que sólo son posibles para tipos de su calidad. Acabó el partido con problemas en un pie, pero para evitar más desgaste sacó la bola de la pista con sus remates para concluir lo antes posible, y para quitarse un peso de encima, porque Bela no recordaba la última vez que había perdido dos finales seguidas. Una tercera hubiese sido histórico.