Los Houston Texans van piano, piano con DeShaun Watson
La franquicia no tiene empacho en nombrar a Tom Savage quarterback titular y en decir que su QB primera ronda ha de empezar por lo más básico.
Paciencia, fuego lento, un paso antes del siguiente, aprender a andar antes que a correr, pulgada a pulgada, partido a partido. Ya sabéis. Lugares comunes que valen igual para un roto que para un descosido. Ahora están los Houston Texans en eso, en mostrar una imagen al exterior de franquicia que se lo va a tomar con mucha tranquilidad a la hora de desarrollar a su nuevo quarterback, DeShaun Watson.
Hace unos días el club, como un sólo hombre, acentuó la idea de que Tom Savage es el QB titular del equipo. Que haber gastado dos primeras rondas en elegir en el draft a DeShaun Watson no les iba a cambiar de esa vía y que el tren de la temporada 2017 estaba en marcha con Savage en la cabina de la locomotora.
Ahora Bill O'Brien, entrenador jefe, ha explicado a los periodistas que siguen los primeros entrenamientos de rookies del año, que están empezando por lo más básico. Que le están enseñando a hablar el lenguaje del libro de jugadas, que es muy diferente a lo que vio en la universidad, y que lo único que le piden, de momento, a Watson son cosas muy, muy sencillas como saber dónde y cómo colocarse, y que la única exigencia es mejorar un poco cada día.
Se trata de una declaración muy obvia y aplicable para todos los novatos, más aún los QBs que tienen que almacenar una cantidad de información muy notable y que han de saber interpretarla en el lenguaje peculiar y único de cada entrenador, de cada sistema. Al hacerla pública, no obstante, lo que hace es enfatizar la idea de que van piano, piano con el muchacho y que no quieren ponerle en el disparadero ya.
Es una aproximación inteligente... pero poco creíble. Me resultaría muy extraño que Watson no fuese el titular del equipo por delante de Savage más pronto que tarde. Y me explico.
Los Houston Texans son un equipo de playoff. En las mejores, sin lesiones claves y continuadas, su defensa es élite. Top cinco de la liga. Tienen un cuerpo de receptores notable, corredor y línea como para mover las cadenas.
De hecho, lo han logrado de forma ininterrumpida a pesar de la catástrofe que ha sido la posición de quarterback en los últimos tiempos. Más aún si nos fijamos en la era Bill O'Brien, en la que ha demostrado ponerse nervioso con el asunto y tomar decisiones de las que se arrepiente casi al instante. El inicio de la temporada 2015 fue una comedia con las dudas entre Brian Hoyer y Ryan Mallett, que lastraron el inicio del curso y de las que les costó recuperarse medio año. En 2016 pagó un señor dinero, 72 millones de dólares por cuatro años, para hacerse con Brock Osweiler, algo que, para más INRI, les ha costado una segunda ronda este año, elección que tuvieron que mandar a los Cleveland Browns para que estos aceptaran el ruinoso contrato de Osweiler.
Con esos antecedentes es perfectamente entendible y respetable que pretendan ir con mucho cuidado con DeShaun Watson. Pero, visto todo en conjunto, lo que aparece es un equipo que debe ganar ya, que la única duda que presenta (lesiones al margen, como todos) es la de QB y que se han dejado dos primeras rondas en el flamante campeón nacional de la NCAA con Clemson.
Id todo lo despacio que queráis, Houston Texans, que esta temporada, ya esta temporada, DeShaun Watson será muy importante. Y, aunque se empeñen en decir lo contrario, creo que ellos también lo tienen muy claro.