Las batallas de quarterbacks que ya se atisban en el horizonte

Mayo es época de bruscos cambios de temperatura, alergias, miedo a los suspensos (o a los exámenes si sois de esos que los lleváis estudiados), miedo a los precios de las vacaciones, finales de temporada en el deporte rey europeo y de toneladas de ilusión en lo que respecta al football que nos pirra por esta sección. 

Pasada la agencia libre, pasado el draft, todos los equipos, y aquí no hay excepción, tienen el derecho, no, la obligación de pensar que son mucho mejores que el año pasado y que a poco que cuadren las cosas estan ante una temporada magnífica, maravillosa.

Las 32 franquicias comienzan los entrenamientos oficiales de los rookies y van a conocer, de primera mano, lo que se han llevado para casa hace apenas una semana. Preparaos para leer como todos los muchachos parecen aún mejores de lo que se presumía, van a cambiar la plantilla, van a ser durísimos para los veteranos, como ese de quinta ronda es una joya absoluta y como aquel otro de sexta tiene una ética de trabajo que ya la quisiera Tom Brady. Es mayo, ya digo, y todo en esta vida es cíclico.

Las cosas no son diferentes en el puesto más importante sobre el campo, el de quarterback. Lo que sucede es que estamos en una era de inusual estabilidad en el mismo y la edad media del mismo es alta, por lo que hay algunos veteranos a los que nos cuesta mucho ver como les quitan el puesto de titular. Entre eso y que la clase del draft, así como la agencia libre, ha venido escasita de talento diferencial, las batallas de QBs que se atisban para el mes de julio no parecen ni numerosas ni dramáticas.

No obstante, eso cambiará. Llegarán las derrotas, morirá la ingenua ilusión de primavera, y la realidad alcanzará a más de un equipo. Es en ese momento donde estallarán las tensiones y el QB será puesto en entredicho, y donde las siguientes batallas se librarán:

A calzón quitado

Chicago Bears: Mike Glennon/Mitch Trubisky

Houston Texans: Tom Savage/DeShaun Watson

Menos dramático, pero más crucial, aparece el panorama en Houston. Menos dramático porque Tom Savage no deja de ser un hombre que se vio con la titularidad el año pasado por causas sobrevenidas, esto es, el lamentable desempeño de Brock Osweiler, y su rango no da como para exigir nada.

Pero mucho más crucial porque los Houston Texans están para pelear por los playoffs y su gran punto flojo ha sido, y es hasta que se demuestre lo contrario, el QB. Así que DeShaun Watson, que en teoría parte como suplente, ha de salir de agosto con el puesto conquistado para que la campaña de los Texans comience con la ilusión al máximo.

Cleveland Browns: Cody Kessler/Brock Osweiler/DeShone Kizer

Debería poner al bueno de Kevin Hogan también en la pelea, porque vaya usted a saber que sucede en uno de los puestos más abiertos de toda la NFL. Brock Osweiler llegó sólo como compensación por la segunda ronda que los Texans mandaron a Cleveland, así que es obvio que no es el niño bonito de Hue Jackson ni nada parecido. Cody Kessler, sin embargo, sí que lo es, pues el entrenador apostó por él de forma personal en el pasado draft y la verdad que el chico dejó buenos momentos.

Todo lo anterior hace que la presencia de DeShone Kizer sea poco menos que un lujo. Al ser elegido en segunda ronda y al no ser un equipo que vaya a medir el éxito de la temporada de manera estricta en la columna de las victorias, no hay presión por ponerle a jugar. Él es el futuro, pero quizás no el presente.

New York Jets: Josh McCown/Bryce Petty/Christian Hackenberg

Igual de abierta la pelea, aunque con tintes más calamitosos, está en los Jets. Digo calamitosos porque en Nueva York son la excepción a la regla de la excitación de mayo que os contaba en la entrada. McCwon llega como veterano de mil batallas (y mil derrotas) y resulta la apuesta más segura. Petty, tercera ronda del 2015, y Hackenberg, segunda ronda de 2016, deberían contar con más opciones, pero esa es una verdad que también se aplicaba la temporada pasada y que, Todd Bowles sabrá, nunca llegó a ejecutarse.

Ándate con ojo

Denver Broncos: Trevor Siemian/Paxton Lynch

Trevor Siemian fue una de las gratas sorpresas del 2016 en la NFL. En mi opinión, los notables problemas de los Denver Broncos fueron superiores a los de cambiar de QB titular, de pasar de la gran leyenda que es Peyton Manning al desconocido de rondas finales en el draft Trevor Siemian. De hecho, durante algún tramo de la campaña jugó mejor de lo que lo hizo Manning en todo 2015.

Sin embargo, el caso es que los resultados no fueron buenos y ese estigma suele recaer sobre el nuevo, mucho más si es QB. Y que, por supuesto, Paxton Lynch es una primera ronda, y con ese bagaje siempre, siempre, tienes la obligación de considerar que hay pelea por el puesto de titular.

San Francisco 49ers: Brian Hoyer/Matt Barkley

Ambos, de la manita, han pasado de los Chicago Bears a los San Francisco 49ers y ambos, de la manita, repetirán la pelea que tuvieron durante toda la temporada pasada una vez que Jay Cutler salió de la foto de la plantilla y, lesionado, dejó el camino abierto a un nuevo pasador.

Tal y como se ha enfocado el proyecto de Kyle Shanahan y John Lynch en este primer año es evidente que Hoyer tiene todas las papeletas para ser, una vez más, QB titular en la NFL.

Buffalo Bills: Tyrod Taylor/Nate Peterman

Los Bills ejecutaron la opción de renovación de Tyrod Taylor tras muchos dimes y diretes, muchas dudas, y, como se ha visto tras los acontecimientos de las últimas semanas, con la opinión del entrenador Sean McDermott como voz definitiva en el asunto, así que es evidente que su posición de partida es incuestionable.

Lo que sucede es que ha dejado partidos tan dudosos que la presencia de un QB rookie como Nate Peterman, también elegido en el draft por orden y expreso deseo de McDermott, hacen sospechar que, al mínimo resbalón, la duda acechará al nuevo régimen en Buffalo.

No, tranquilo, si lo drafteamos para el futuro... tranquilo, de verdad...

Kansas City Chiefs: Alex Smith/Pat Mahomes

Nadie en su sano juicio considera el puesto de Alex Smith en peligro, ya lo sé. Y lo de Kansas City en julio y agosto no va a ser ninguna batalla por la posición, también soy consciente.

Pero, ay, la elección en el draft de Pat Mahomes, que le ha costado dos primeras rondas a los Chiefs, indica a las claras que está llamado a ser el QB de futuro de la franquicia y mantener el equilibrio en esas circunstancias siempre es algo muy difícil. Y peligroso. Los tambores de guerra contra el bueno de Alex pueden empezar a sonar en el momento más inesperado: cuatro intercepciones, dos derrotas, tres partidos flojos...

New York Giants: Eli Manning/Davis Webb

Un caso especial

Minnesota Vikings: Sam Bradford/Teddy Bridgewater

He dejado para el final una de las peleas que podrían ser más bonitas de toda la NFL y que, sin embargo, no vamos a poder disfrutar. Todo indica que la lesión de rodilla de Bridgewater es tan grave que le tendrá un segundo consecutivo año apartado de los emparrillados. Una absoluta lástima porque él y Bradford son agentes libres al final de esta temporada (en el caso de poder jugar Teddy, que sino el contrato se traslada a la campaña 2018) y si estuviese para pelear la disputa entre ambos sería legítima.

Ojala, aunque todo apunta que estoy expresando un imposible, Teddy Bridgewater esté en los campos de football este año y podamos vivir una pelea por la titularidad en Minnesota.