El hombro derecho de Reuben Foster preocupa y mucho

Cuando se acercaban las fechas del draft de la NFL que se celebró la semana pasada, había una coincidencia generalizada a la hora de valorar a Reuben Foster como uno de los talentos más destacados de esta promoción, uno que potencialmente estaría en el Top 10 e incluso en el Top 5 para los más atrevidos.

Sin embargo, las molestias que arrastraba en su hombro derecho y que le obligó a pasar por el quirófano para solucionar los problemas que rodean el manguito rotador es el motivo principal por el que los equipos fueron mostrándose más y más reacios hasta que cayó en el puesto número 31 de la primera ronda para los San Francisco 49ers, como si de un regalo navideño se tratase.

Incertidumbre

Curiosamente, esa operación a la que se sometió no ha hecho que las dudas que le rodean hayan desaparecido, sino más bien todo lo contrario porque resulta que, según varias fuentes consultadas, lo cierto es que hay dudas sobre si podrá aguantar los rigores propios de un deporte de contacto como es el mundo de la NFL.

De hecho, tal como informó el propio USA Today, un equipo pensaba que el paso de Foster por la mesa de operaciones no se iba a limitar a esa intervención, sino que requeriría más e incluso otro que no apostaba que aguantaría durante todo su año como rookie.

No obstante, los 49ers (y sus servicios médicos) han visto muchas más luces verdes que rojas y que las virtudes compensan los riesgos que se incurren, y eso que no estamos ni hablando de esa muestra diluida no poco sospechosa durante la Combine ni del altercado con el personal hospital.

Futuro

Se espera que Reuben Foster se convierta en factor diferencial dentro del front seven de los 49ers, formando una pareja de referencia con NaVorro Bowman y que será parte del proceso de reconstrucción de San Francisco a la hora de volver a optar a la Super Bowl.

Pero los seguidores de los Niners aguantarán la respiración con cada placaje que efectúe, especialmente si tarda un poco en levantarse del emparrillado...