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Previas MLB 2017: Chicago Cubs

Su esencia: Adorables perdedores que han dejado de serlo

Después de haber logrado su primer título en 108 años, la etiqueta de simpático equipo enfrentado con la suerte ha dejado de ser una realidad.

Su esencia: Adorables perdedores que han dejado de serlo
JONATHAN DANIELAFP

Quien dijo que no hay mal que dure 100 años, obviamente no conoció a los Cubs. Algunos males duran 108 años. Gracias a su ineptitud, por momentos ridícula, para conseguir un campeonato, se consolidaron como uno de los equipos consentidos de la afición. Todo el mundo simpatiza con el desfavorecido, y no hay una franquicia que cumpla mejor con ese perfil. Al menos hasta 2016, cuando un cúmulo de estrellas puso fin a una maldición que databa de 1908. En ese lapso, acudieron y perdieron siete Series Mundiales y previo a ese título solo sumaban un campeonato en 1886. Eso es difícil de creer para una novena con figuras de la talla de Ernie Banks, Ryne Sandberg o Sammy Sosa. Y todo por una cabra.

Propietario: Thomas S. Ricketts *****

Nada refleja el ‘sueño americano’ como vivir en la esquina de Wrigley Field, conocer a tu futura esposa en las gradas y años después comprar al equipo. Claro ser heredero de un exitoso empresario es de ayuda. Pero Ricketts cristalizó su amor por los Cubs al adquirirlos en 2009 y convertirlo en campeón siete años después. 

Manager General: Jed Hoyer *****

El alumno más destacado del “exterminador de maldiciones”, Theo Epstein, es al igual que su mentor una de esas mentes jóvenes e innovadoras que están dejando escuela por todas las Grandes Ligas. Ingresó al mundo de la gerencia del béisbol con tan solo 28 años y reemplazó temporalmente a Epstein al frente de las operaciones de los Red Sox en 2005. Gracias a su éxito y colaboración para poner fin a la “Maldición del Bamino”, Hoyer llamó la atención de otros equipos y en 2009 emigró a San Diego en el cargo de gerente general. Dos años después, Epstein lo llevó a los Cubs para encabezar la transformación que puso fin a una sequía de 108 años. 

Entrenador: Joe Maddon *****

Cuando Theo Epstein y los Cubs se propusieron hacerle frente finalmente a todos los maleficios que aquejaban al equipo, no pudieron elegir un mejor manager que Maddon. Poseedor de un éxito sin precedente con los Rays, a los que llevó a su primera Serie Mundial de la mano de un grupo de peloteros jóvenes, los Cubs le representaban un reto extrañamente similar. Devolverle protagonismo a un equipo histórico, con una serie de jóvenes listos para el siguiente paso. La diferencia fue una gorda nómina y un cuerpo de pitcheo repleto de estrellas, que le facilitaron mucho las cosas y le permitieron imponer un estilo agresivo y, por momentos, impredecible. 

Su gran estrella: Kris Bryant

Da miedo pensar que Bryant ya tenga un anillo de campeón, un premio de Novato del Año y otro de Jugador Más Valioso con apenas 25 años. Cada año significa progreso en su libro, y si en 2016 fueron 39 jonrones y 102 carreras impulsadas, ¿qué podrá hacer en 2017? 

Estrella ofensiva: Anthony Rizzo

En sus cuatro temporadas con los Cubs, Rizzo no solo se ha convertido en una estrella, sino en uno de los consentidos de la afición. Sus causas sociales, su interacción con los fanáticos en redes sociales y sus kilométricos batazos son los principales motivos. Rizzo es el complemento perfecto a Bryant en la parte medular del orden al bat y al mismo tiempo un espectacular guante alrededor de la inicial, por donde no le da miedo caminar sobre la barda o sobre la lona con tal de hacer un out. Con apenas 27 años, Rizzo se ha establecido como uno de los líderes, no solo en la caja de bateo sino en el vestidor. Pero sus aportes ofensivos no pasan desapercibidos: 32 jonrones, 109 carreras remolcadas, 43 dobles y 74 pasaportes. 

Pitcher estrella: Jake Arrieta

Algo hay en el agua del Lago Michigan capaz de convertir a Jake Arrieta de un pitcher del montón a uno ganador del Cy Young, prácticamente de la noche a la mañana. El camino al estrellato comenzó con su canje a los Cubs en 2013, en donde compiló efectividad de 3.66 en nueve inicios luego de sumar 7.23 en cinco salidas con los Orioles. A partir de entonces, esa cifra solo fue en descenso hasta alcanzar un microscópico 1.77, que junto con sus 22 triunfos le valieron el Cy Young en 2015. La campaña 2016 no fue tan dominante, pero suficiente para una marca de 18-8 con. Pero con 31 años de edad y en su último año de contrato, es lógico esperar que Arrieta vuelva a mostrarse como uno de los mejores lanzadores de Grandes Ligas. 

Wrigley Field: Los amistosos confines

Nada dice béisbol como la hiedra que cubre los muros de ladrillo de Wrigley Field. El parque que le prohibió la entrada a una cabra y desató una maldición con más de un siglo de duración. El parque sin estacionamiento o pizarra electrónica hasta la temporada de 2015. El último estadio con alumbrado para juegos nocturnos y el segundo más antiguo en funcionamiento. Y sí, uno que desde 1914 solo ha visto campeón a su equipo en una sola ocasión. Sin duda es casa de los aficionados más fieles, y pacientes, del béisbol.

Neutral como ningún otro

No hay estadio en la MLB que pueda cambiar más de un año para otro que él y la culpa de ello lo tiene el viento. A veces te da, otras veces te quita. De todas formas, en líneas generales se trata de un estadio más bien neutro... siempre que no aparezca el viento.

DESCARGA EL PDF DE LA PREVIA DE LOS CHICAGO CUBS.