Sidney Jones, lo que un talón de aquiles nos robo

Con el pick 43, los Philadelphia Eagles eligen a Sidney Jones.

Sidney Jones debería estar en la conversación por ser el mejor cornerback de esta gran clase de jugadores de la secundaria. Tiene una fabulosa combinación de altura, velocidad, agilidad y fuerza. Es un legítimo candidato a poder verle, en el futuro, como un esquinero al que se le puede dejar la mitad del campo toda para él y emparejarle uno contra uno ante los mejores receptores.

Lo que sucede es que se ha roto el talón de aquiles en el peor momento, que es cuando comenzaba el proceso de evaluación del draft. Eso no sólo te aleja de los primeros puestos porque, en teoría, contar con él en el campo su año de rookie será muy difícil, sino porque los ojeadores, con razón, no se fían del todo de lo que se ve en el campo universitario sino pueden estudiar a fondo al jugador en estos dos meses previos a la elección.

Y Sidney Jones paga eso. No quiere decir que no vaya a ser un enorme jugador de la NFL, sino que los riesgos, las dudas, son mayores que en otros casos.