El Barça cae ante el Kiel pero sale vivo del Infierno alemán

El objetivo era ganar, pero tal y como transcurrió la ida de los cuartos de final de la Champions este domingo en el Sparkassen Arena, se puede decir que el Barça sobrevivió al denominado Infierno alemán. Derrota por sólo dos tantos (28-26) ante un Kiel que pudo lograr más renta, pero que el próximo 29 de abril acudirá al Palau con una mínima ventaja.

Los alemanes, que contaban con la baja de Duvnjak, se encomendaron al cañonero Marko Vujin y este no les falló. En 8 minutos el croata ya había anotado cuatro tantos y el Kiel se iba (5-2). El Barça chocaba ante una intensa defensa del Kiel que le creaba dudas, así que tuvo que ponerse las pilas en su campo. Le salió bien. Dos contras le acercaban en el marcador 5-4, aunque una exclusión de Viran Morros tiraba por tierra los ajustes y el equipo alemán abría brecha hasta el 9-5.

Xavi Pascual se veía obligado a parar el partido: "¡Nos están dando unas h... de p... madre y nos quedamos mirando!". La llamada de atención funcionó, Lazarov aparecía y el Barça volvía a meterse en el partido. Y de qué manera, porque un robo de Víctor Tomás acababa en el 15-15 de Jicha. Al descanso, el Barça aspiraba a todo (16-15).

Tras la reanudación, Vujin seguía a lo suyo (acabó con 10 goles), mientras que Gonzalo Pérez de Vargas, recientemente operado de su rotura en el meñique, entró en la portería culé. Sin embargo los problemas estaban en ataque y varios minutos de sequía volvían a poner la eliminatoria cuesta arriba (23-19), aunque los árbitros castigaban la dureza alemana expulsando a Toft Hansen, clave en el muro defensivo alemán.

Y el Barça, que a falta de 10 minutos se veía cuatro tantos abajo, reaccionó hasta acortar la distancia a dos goles gracias a varias contras. Ventaja con la que se llegó al final y que deja un regusto dulce a pesar de la derrota (28-26). Se había sobrevivido al Infierno y, en el Palau, el día 29, habrá opción de meterse en la Final Four.