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Previas MLB

Mets y Nationals destacan en su particular rivalidad divisional

Los equipos de Nueva York y Washington parecen los claros favoritos para luchar por el título y ya veremos si por algo más en octubre.

Bryce Harper y los Washington Nationals quieren ir un paso más allá del título divisional y brillar en el mes de octubre.
Getty Images

La primera impresión que uno tiene cuando analiza la División Este de la Liga Nacional es que pocas cosas han cambiado del pasado año a este. Los dos últimos campeones vuelven a ser los grandes favoritos para alzar de nuevo el título de división y es muy posible que, de nuevo, una de las dos plazas de Wild Card salga de aquí.

Los New York Mets puede que este año sean ligeramente favoritos para acabar en esa primera posición del grupo. Su rotación de pitchers es una de las mejores de la liga, con dos auténticos fuera de serie como Noah “Thor” Syndergaard y Jacob de Grom que ya han demostrado su más que completa adaptación a jugar con los grandes y que han superado a otro fuera de serie como Matt Harvey al que quizás esta situación le permita quedar libre de la presión de ser el as del equipo y pueda esta vez centrarse en hacer lo que mejor sabe, eliminar bateadores.

El objetivo del “Caballero Oscuro” será mantenerse sano toda la temporada, aunque la presencia de jugadores como Steven Matz, Seth Lugo, Robert Gsellman y, sobre todo, un (parece que por fin) recuperado Zack Wheeler hace que el equipo de Queens tenga plena confianza en poder sobrellevar cualquier posible lesión con total solvencia. También el contar con una rotación de relevistas en la que se encuentran Jeurys Familia, con 51 juegos salvados la temporada pasada, o Addison Reed es todo un seguro de vida a la hora de sumar victorias.

En cuanto al ataque, los Mets protagonizaron, por segundo año consecutivo, el mejor fichaje de la agencia libre con la re-incorporación a su plantel del cubano Yoenis Céspedes, que con uno de los brazos más potentes de la liga es no sólo un excelente bateador sino también un defensor que hace que los rivales se lo piensen dos veces a la hora de moverse por las bases. Lucas Duda, Neil Walker, José Reyes, Jay Bruce o Curtis Granderson son otras de las piezas que hacen del ataque de los Mets uno de los más peligrosos de la división, a los que se podría sumar David Wright si finalmente supera sus eternos problemas con las lesiones.

Pero si hay que temer a un ataque en esta división, ese es sin duda el de los Washington Nationals. Los capitalinos tienen en sus filas a uno de los mejores bateadores de toda la MLB, a Bryce Harper, que sin duda tendrá muchas ganas de demostrar que su irregular temporada pasada fue más por las molestias con las que parece ser que jugó muchos partidos más que por un bajón en su impresionante calidad. Junto a él estarán otros dos bates de auténtico lujo, los de Daniel Murphy y Trea Turner, que junto a un veterano como Jayson Werth que el año pasado sacó al equipo de algún que otro atolladero en más de una ocasión, la polivalencia de Anthony Rendon y la inestimable ayuda del receptor Matt Wieters, el último gran fichaje de los Nationals, hace que este ataque vaya a ser de los más productivos de la liga. Y si encima el bueno de Ryan Zimmerman recupera el nivel de hace unos años…

Sin llegar al nivel de los Mets, la rotación de los Nationals también es de auténtico lujo, con Max Scherzer, ganador del Cy Young del pasado año en la Liga Nacional, y Stephen Strasburg como máximos estiletes, así como la confirmación de un Tanner Roark cuyo rendimiento fue la gran sorpresa de la pasada temporada, aunque habrá que ver si es capaz de repetir el mismo nivel de entonces. Quizás el punto flojo de los lanzadores esté en el bullpen, para el que no se ha encontrado recambio tras las bajas de los cerradores Papelbon y Melancon. Y es que ahora mismo no hay un candidato firme para ese puesto, aunque el elegido será Shawn Kelley. A pesar de ello es posible que este pueda ser el talón de Aquiles del conjunto de Washington en esta temporada.

El tercer candidato a pelear por meterse en la lucha por los puestos de privilegio de la división está en Florida, aunque habrá que ver si la trágica muerte de José Fernández hace unos meses ha sido ya asumida por un equipo que tenía en el cubano a su estrella más valiosa y prometedora. Sin él la rotación de los Marlins se ha quedado realmente coja y el recambio escogido, el dominicano Edinson Vólquez, no parece como una de las mejores soluciones para tratar de formar un quinteto de abridores que, con Tom Koehler o Wei-Yin Chen, no tiene pinta de que vaya a ser de lo mejor de la división. Todo lo contrario ocurre en el bullpen, en donde la solvencia demostrada por David Phelps junto a los fichajes de Brad Ziegler y del japonés Junichi Tazawa y, sobre todo un excelso A.J. Ramos en labores de cerrador, pueden consolidar muchas ventajas para el equipo.

Está claro que el poder de los de Miami está en su ataque. En sus filas se encuentra uno de los mejores pegadores de la liga, el norteamericano Giancarlo Stanton, el auténtico líder de unos Marlins que tendrán como apoyo a un soberbio Christian Yelich y la solvencia de J.T. Realmuto, Martín Prado y, sobre todo, un Dee Gordon que sigue siendo el rey de los ladrones de bases y que siempre trae de cabeza a las defensas contrarias.

Nadie espera que los Atlanta Braves vayan a estar en modo competitivo en esta temporada 2017, ni siquiera aprovechando el tirón que siempre otorga la inauguración de un nuevo estadio, el SunTrust Park. Pero los del estado de Georgia han decidido que las reconstrucciones hay que acabarlas cuanto antes y han creado un conjunto ligeramente más competitivo de lo que se preveía la temporada pasada, aunque seguramente aún muy lejos de lo que se necesita para pelearle la división a los Mets o a los Nationals. Lamentablemente su ataque no tiene visos de ser demasiado peligroso para sus rivales, aunque en el equipo se mantiene Freddie Freeman, un jugador que va para estrella de la liga y que es la base de un ataque en el que poco más se puede destacar, quizás la solvencia del rookie Dansby Swanson o un grupo de outfielders de alto nivel, como Matt Kemp, Ender Inciarte o Nick Markakis.

En el cuerpo de lanzadores es donde parece que más ha apostado la gerencia de Atlanta. Con un fabuloso lanzador en sus filas, el colombiano Julio Teherán, los Braves han querido reforzar la rotación con dos grandes veteranos como Bartolo Colón y R.A. Dickey. Evidentemente ninguno de ellos está ya en sus mejores tiempos, pero pueden ser una pieza clave a la hora de formar a jóvenes pitcher para el futuro de la franquicia. Jim Johnson seguirá siendo el encargado de cerrar los partidos en los que el conjunto de Atlanta tenga opciones de victoria, que seguramente serán menos de los que desearían sus aficionados.

El equipo de los Philadelphia Phillies puede ser el gran tapado de la competición. Sumido en una profunda reconstrucción desde hace años, los fichajes de jugadores como Howie Kendrick o Michael Saunders han venido a mejorar un ataque que no se caracterizaba por ser de los mejores de la liga ni por asomo. Junto a otros pegadores como Odúbel Herrera, Freddy Galvis o Maikel Franco, el conjunto de los Phillies puede dar más de una sorpresa a sus rivales.

Y es que además el equipo tiene una rotación que podríamos catalogar como interesante. Sin ningún jugador estrella, el rendimiento el pasado año de Vince Velasquez o de Jeremy Hellickson fue mucho mejor de lo esperado. A ellos viene a unirse Clay Buchholz, que tras diez temporadas en Boston llega a Philadelphia buscando revivir sus mejores temporadas en Nueva Inglaterra. Si lo consigue y el ataque de los Phillies responde, este equipo dará más de una sorpresa ante los teóricamente favoritos de la división.