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Seattle Seahawks

Richard Sherman asume que está en el mercado de traspasos

El cornerback estrella de los Seattle Seahawks ya no cree que sea una broma las cada vez más insistentes pistas de que su equipo escucha ofertas por él.

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Richard Sherman asume que está en el mercado de traspasos

Los Seattle Seahawks quieren traspasar a Richard Sherman. Lo que parecía una broma de mal gusto se está convirtiendo, poco a poco, en el culebrón pre-draft de la NFL.

La última confirmación, por supuesto oficiosa, de que el movimiento es real la ha dado el propio jugador a ESPN Radio, donde afirmó que no quiere abandonar el equipo, la ciudad ni a sus compañeros pero que entiende que esto es un negocio y lo asume, así que está preparado para lo que tenga que suceder.

Es un cambio radical con respecto a su actitud en pasadas semanas donde, preguntado por el mismo rumor, respondió con risas y sentido del humor, haciendo ver que no creía que fuese posible su marcha de los Seahawks

El por qué del cambio de actitud

La razón más obvia para entender este cambio de actitud es que John Schneider, general manager de los de Seattle, le haya dicho a su agente que es cierto que están escuchando llamadas de otros equipos con ofertas.

De hecho, el propio Schneider afirmó en comparecencia pública que todo el mundo es sujeto potencial de traspaso por la oferta adecuada. Esta obviedad no es necesario decirla cuando hay rumores sobre uno de tus jugadores. Es evidente que si alguien llama ofreciendo 27 primeras rondas se lo lleva, pero la declaración sonó más fuerte que eso, sonó a que, efectivamente, esperan una compensación justa para mover a la que ha sido la cara de su franquicia en la última época dorada, tanto o más que Marshawn Lynch y Russell Wilson.

Siendo así, asumiendo que eso es lo que está pasando, Sherman se muestra abierto a todo y sin oponer resistencia, como el tipo inteligente que sabemos que es.

¿Razones deportivas o personales?

Lo que es mucho más difícil de discernir es por qué los Seattle Seahawks quieren explorar el mercado de Richard Sherman que, por cierto, y en mi opinión, no debería ser, en ningún caso, menos de una primera y una tercera ronda.

Sherman tiene 29 años y dos años más de contrato. A un precio asequible para lo que es un cornerback élite de la liga como son los algo más de 13 millones de dólares anuales. Si se desprenden de él, los Seahawks ganarán 9 millones en espacio salarial este mismo año. Nada de todo lo anterior justificaría moverle porque Seattle no está en reconstrucción ya que sigue aspirando al anillo este mismo año, aún no tiene que hacer grandes renovaciones y el gran gasto de la agencia libre ya ha pasado, por lo que no invertirían esos 9 millones en nada a corto plazo.

Pero es que, por encima de todo, Sherman sigue siendo élite. El año pasado se entendió como una temporada de bajo nivel para sus estándares. Tuvo que perseguir a receptores rivales más de lo habitual en vez de quedarse en zona, lidió con los problemas de la secundaria con las ausencias de Kam Chancellor y Earl Thomas, y tuvo su propia dosis de lesiones que le limitaron, si bien eso jamás ha sido un problema para él.

Y, sin embargo, con todos esos condicionantes en su contra, fue el mejor cornerback de 2016 para nfl.com y top quince para Profootballfocus. Sus números fueron estupendos: sólo permitió 44 recepciones en 85 pases hacia su par para 624 yardas, le hicieron dos touchdowns en toda la campaña, amasó cuatro intercepciones y los quarterbacks rivales tuvieron un paupérrimo rating de 64.0 en lanzamientos hacia él.

Es por eso que los motivos de este sorprendente interés de los Seahawks en acabar con toda una era, porque es lo que sería, tienen que tener un trasfondo personal. Sherman ha sido uno de los enormes bocazas de los últimos tiempos en la NFL. Y, además, siempre contra la propia liga, contra el poder establecido y a favor de cada lucha que creyó justa, notablemente en asuntos relacionados con la política como el respeto o no a la bandera de Colin Kaepernick y los derechos de los afroamericanos. Además, es uno de los pesos pesados del sindicato de jugadores y ha sido muy abierto y duro a la hora de criticar los partidos de los jueves, la seguridad en el campo y todos los etcéteras que, de una manera u otra, incomodan a la liga.

No creo que ningún factor aislado sea el causante de todo este embrollo. Debe ser una suma de múltiples asuntos. Pero si yo fuera, no sé, los Dallas Cowboys o los Atlanta Falcons, me pensaría muy mucho el dar mi primera ronda por Richard Sherman, porque en Seattle están por aceptarla. Y, en ese caso, diríamos adiós a la Legion of Boom y a una época gloriosa de los Seahawks.