Con todo para mantenerse en la pelea

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Durante la última década es difícil encontrar un equipo que encaje mejor en la definición de consistencia que los St. Louis Cardinals. Seis apariciones en playoffs, cuatro de ellas al menos llegando a la Serie de Campeonato, y un título, son parte del truco.

Para hacerlo mucho más complicado, se han establecido en una posición de dominio y eterna competencia de la mano casi exclusiva de sus sucursales, dejando de lado la agencia libre. Y en 2017 están listos para repetir en esa posición.

Equipados con estrellas en cada una de sus líneas, un manager de alto nivel en el banquillo y uno más detrás del plato como Yadier Molina, un lineup con profundidad y un cuerpo de lanzadores que, aunque con dudas, tiene los nombres para mantener al conjunto en cada partido.

Eso no significa que no haya retos por delante, el primero de ellos es encontrar la forma de lidiar con los actuales campeones, los Cubs, contra los que tuvieron registro de 9-10 el año pasado. De igual forma, deben buscar la forma de liquidar los partidos apretados al tener un registro de tan solo 24-23 en duelos decididos por una carrera.

Pequeños detalles que forzaron a que los Cards quedaran fuera de la postemporada por primera vez en cinco años bajo la tutela de Mike Matheny, y lo peor de todo es que fue por un solo juego.

Ahí es donde entra un cuerpo de lanzadores que recupera a Lance Lynn, el derecho que se ausentó toda la campaña anterior y quien promedia 15 victorias por campaña. También es importante que el veterano Adam Wainwright y el joven Michael Wacha recuperen la forma tras sufrir en 2016 de sus peores años como profesionales. Eso haría que la salida de Jaime García a los Braves sea mucho más llevadera.

En bateo también tienen que lidiar con dos bajas sensibles, la del veterano Brandon Moss, quien se llevó sus 28 palos de vuelta entera a Kansas City, y la de uno de los símbolos del equipo, Matt Holiday, quien ahora engrosa las filas ofensivas de los Yankees.

Pero en su lugar, ahora están el versátil Matt Carpenter de fijo en la inicial, y el recién llegado Dexter Fowler, quienes le dan mucha flexibilidad ofensiva a Matheny.

Para St. Louis, no es nada nuevo ajustarse a la pérdida de jugadores productivos, lo han hecho antes con Mark McGwire y Albert Pujols, y han logrado mantenerse competitivos. Parece que nada cambiará para esta temporada. ¿Qué tan lejos pueden llegar? Esa es otra pregunta, pero todo apunta a su décimo año en fila con marca ganadora.

El detalle histórico

No es sencillo renovar el plantel con rostros jóvenes, en su mayoría surgidos de su sistema de sucursales, y mantenerse competitivos al mismo tiempo. Sin embargo, los Cardinals parecen tener un doctorado en la materia y han dominado esa arte. Pese a que el año pasado se ausentaron de playoffs por apenas la primera ocasión en seis años, fue por un solo, y el manager Mike Matheny inicia la campaña 2017 con el objetivo de llevar nuevamente al equipo al lugar al que están acostumbrados: la postemporada.

Las tres claves del equipo

1. Lynn y Wacha. Los derechos Lance Lynn y Michael Wacha deben recuperarse y anclar una rotación que, en el papel no tiene puntos débiles. Lynn vuelve tras un año ausente por una operación de Tommy John, mientras que Wacha sufrió en 2016 el peor año de su carrera.

2. Vacío de poder. Nadie pegó más cuadrangulares en 2016 en la Liga Nacional que los Cardinals, pero para esta temporada sufrieron las bajas de Matt Holliday y Brandon Moss. Buena suerte para encontrar esos 48 jonrones que se llevaron entre los dos.

3. Rosenthal al Relevo. Durante cuatro temporadas, Trevor Rosenthal fue una garantía en la recta final de los partidos, ahora se ha convertido en un lastre de 4.46 de efectividad. Necesitan que revierta la tendencia para fortalecer el punto más débil del equipo.

Lo mejor

1. En talento puro, es difícil encontrar una rotación más completa. Pero falta consistencia.

2. Tienen tal profundidad que a veces es complicado reconocer a los titulares.

3. El manager Matheny es un auténtico ajedrecista en el manejo de jóvenes y veteranos.

Lo peor

1. La lesión del pitcher Alex Reyes, su mejor prospecto, quien se perderá toda la campaña.

2. La salida de Holliday y Moss, dos veteranos que aún tienen gas en el tanque.

3. Poca agresividad en las bases. Con solo 35 estafas es difícil fabricar carreras urgentes.

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