Este viernes comenzará en Plymouth (Michigan) el Mundial de hockey hielo femenino, y la selección norteamericana ha lanzado un boicot a su Federación y a su propio campeonato: no participarán si sus condiciones económicas no se igualan a las de los hombres. Estados Unidos, número uno del ránking, es tres veces defensor del título. Pero sus deportistas, en una lucha de meses y secundada por el Congreso, estrellas de la NHL, NFL, NBA y distintas personalidades, reclaman equidad.

Los contratos en la NWHL quedaron recortados esta temporada (y oscilaban entre los 10.000 y los 26.000 dólares). Así que las chicas piden un aumento frente a los 1.000 dólares al mes que USA Hockey proporciona a cada jugadora durante la residencia olímpica, seis meses cada cuatro años. El grupo también recibe unos 2.000 dólares al mes por parte del Comité de EE UU en gastos por la preparación desarrollada durante todo el año, incluso en épocas no olímpicas. Además, solicitan el pago de viajes, alojamientos y la cobertura del seguro médico, como el equipo masculino.

En un intento por esquivar las exigencias de su selección y seguir adelante con una convocatoria alternativa, USA Hockey llamó a jóvenes de categorías inferiores, veteranas y retiradas. La respuesta siempre fue la misma: “No”. Elizabeth Warren, demócrata de Massachusetts, urgió a una solución en el Congreso y resumió el sentimiento unánime de respaldo: “El futuro de nuestras hijas, que sean consideradas en igualdad de términos con los hombres, depende de estas luchadoras”. Para dotar de mayor fuerza a la reclamación de sus compañeras, los jugadores del combinado masculino han deslizado que sopesan boicotear su Mundial, que se disputará desde el 5 de mayo entre Francia y Alemania.