Los Buffalo Bills le hacen la cama a su general manager
Doug Whaley ha visto como su autoridad era erosionada de manera continua y, ahora, ni siquiera se encargará de dirigir la estrategia en el draft.
Los Buffalo Bills tienen entre manos un serio problema de organización interna justo en el mes en el que tendrían que estar centrados en preparar el draft. Como suele pasar en las malas franquicias, es ahora cuando les da por tener una crisis de identidad de grandes proporciones.
Porque los dueños de los Bills, la familia Pegula, ya no cree en el general manager, Doug Whaley. El mandatario habría perdido gran parte de su crédito en la era de Rex Ryan y no ha sido parte activa en la contratación de Sean McDermott, o al menos eso es lo que se filtra en la prensa de Buffalo.
Ahora le han hecho la cama de manera definitiva: han encargado a McDermott que se encargue de llevar a cabo las ruedas de prensa y explicaciones del proceso previo al draft. Esto es importante porque siempre llevan a cabo estas obligaciones, con toda lógica, aquellos que toman las decisiones finales en la plantilla.
Ya cuando llegó McDermott a los Bills se intuyó que, en el mejor de los casos, el entrenador y Whaley compartirían parcelas de poder. En modo alguno el recién llegado lo hacía en calidad de empleado del general manager. La gestión del contrato de Tyrod Taylor y de si había que mantenerlo en la plantilla así lo demostró. Hubo roces entre los dos hombres a ese respecto y, al parecer, ganó la tesis del entrenador.
Ahora le han quitado la voz y se diría que hasta la autoridad en el draft.
No le despiden por un asunto económico
Si Doug Whaley no ha sido despedido de los Bills es porque los Pegulas creen que esta situación en la que está siendo apartado de manera efectiva de todas las parcelas de poder será insostenible para alguien como Whaley y acabe dimitiendo por dignidad.
Sin embargo, parece que el general manager ha asumido que la situación es la que es y que no le importa esperar a que le despiden para cobrar íntegro su contrato.
Sea cual sea la resolución de este conflicto, parece claro que el verdadero hombre fuerte de los Buffalo Bills es Sean McDermott y que Doug Whaley terminó su andadura en la franquicia el día en que se despidió a Rex Ryan. Aunque no lo parezca.