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Clásico Mundial de Béisbol 2017

Puerto Rico se dobla, pero no se rompe en el Clásico Mundial

Su fantástico encuentro en la semifinal contra Holanda no ha hecho sino aumentar su confianza de cara a levantar el trofeo como ganador del torneo.

Carlos Correa ha sido uno de los mejores exponentes de la pasión con la que juega Puerto Rico en este Clásico Mundial del béisbol.
Robert HanashiroUSA Today Sports

Hay ocasiones en las que un partido termina convirtiéndose en la prueba de fuego para un equipo o incluso un combinado nacional en concreto como ocurre en este Clásico Mundial, y si se puede sacar alguna conclusión, es que Puerto Rico demostró una entereza, una firmeza incluso cuando llegaban los momentos malos, llenos de dudas, que le convierten en un rival fabuloso para aquel que pase de la otra semifinal entre Estados Unidos y Japón.

Porque no hay nada más temible que un equipo que tiene la confianza por las nubes, que sabrá encontrar la manera de limitar los daños y no perder la cara antes de terminar prevaleciendo.

Bueno, si juega fenomenal eso no viene mal.

Esto es lo que le ocurre hoy en día a la selección nacional de Puerto Rico.

Después de unos primeros compases dubitativos, en los que Holanda se disparó repetidamente en su propio pie con fallos imperdonables corriendo por las bases, fue Yadier Molina, el inmenso catcher boricua de los St. Louis Cardinals quien mantuvo a su selección en esos instantes de flaqueza.

Para ser claros, ahí estuvo el encuentro y se sentó el tono de un choque extraordinario en el que ambos combinados tuvieron sus opciones, aunque fueron los caribeños quienes acabaron imponiéndose pese a recurrir a entradas extra.

La veteranía es un grado

No es de extrañar que fuese su catcher, el capitán quien obrase su magia en ese instante. Ya se lo hemos visto hacer durante muchos años con los Cardinals de cara a tener una carrera que presenta un debate muy interesante de cara a una hipotética llegada al Salón de la Fama de Cooperstown.

Y aunque fue su defensa y su atención por todos los aspectos del juego lo que sostuvo a Puerto Rico contra los tulipanes, fue su bate lo que marcó las diferencias contra Dominicana en la fase previa, e incluso los pequeños detalles como un toque de sacrificio efectivo en entradas extra lo que permitió que Eddie Rosario se convirtiese en el héroe tras su globo de sacrificio que permitió anotar la carrera del triunfo a Carlos Correa, que había conseguido un home run majestuoso en la primera entrada que todavía estamos esperando que vuelve a la Tierra.

No sería justo olvidarnos de todo el esfuerzo colectivo, ese conjunto que se han teñido de rubio como seña de identidad y para hacer grupo, que juega con una pasión desaforada y con unas ganas de disfrutar sobre el campo que rara vez se ve en las Grandes Ligas, y a buena fe que esto debería cambiar, que lo hará en un futuro no muy lejano visto el creciente porcentaje de jugadores latinos que llegan a las Mayores.

No sólo hay que hacer un buen trabajo, sino pasárselo bien mientras se hace.

Sin duda alguna, Puerto Rico está dando una clase magistral en este sentido, una a la que le falta la guinda.

Sea contra quien sea, disfrutaremos de un espectáculo sin igual que pondrá un punto y final a un Clásico Mundial que quedará para el recuerdo.