El Doctor Jekyll y Mr. Hyde de la actual MLB

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Los Minnesota Twins tienen dos caras tan diferenciadas que se hace complejísimo el poder intentar predecir cual de ellas veremos esta temporada.

A ver, que se me entienda: van a ser malos o muy malos. Eso ya lo sé. Pero sólo quiero remitiros al muy cercano año 2015 para que entendáis lo que quiero decir.

Entonces se hacía cargo del equipo Paul Molitor. Con un nuevo entrenador y un equipo con jóvenes promesas lo que se esperaba era dolor, mucho dolor, y derrotas, muchas derrotas. En una campaña en la que sorprendieron a propios y extraños consiguieron la nada desdeñable cifra de 83 victorias y pelearon por entrar en playoff hasta los estertores del curso. Fue una de las agradables historias de ese 2015.

Llegó 2016 y los especialistas, los listos, lo que opinamos, nos tiramos a la piscina e hicimos las extrapolaciones de rigor en casos así, que tampoco somos muy originales ni creativos, y subrayamos que como eran un equipo joven y talentoso, la progresión sería la norma y, cuando menos, el equipo se estabilizaría en la zona media a la espera de pegar el salto a la élite. Ja.

El año fue tan catastrófico que nadie lo pudo predecir. El número de derrotas se fue a un mayúsculo y horrendo 103.

Es por eso que son el Doctor Jekyll y Mr. Hyde, porque estando en unos límites muy concretos, esto es, en la parte baja de Las Mayores, sus registros son extremos y desconcertantes.

Esta va a ser la tercera temporada de Molitor al frente de los Twins y la presión tiene que comenzar a notarse. Porque una cosa es tener altibajos y otra mostrar un retroceso tan profundo en un proceso de reconstrucción que ya no tiene una pinta tan sana y creíble.

El problema es que para que eso suceda la esperanza está puesta en los mismos jugadores. Los cambios han sido de poco calado y la respuesta sigue siendo la misma: que Byron Buxton y Miguel Sano acaben siendo unas estrellas de esto, algo para que lo parecen tener todas las condiciones.

Es probable que uno de los puntos de interés de la campaña sea el futuro de Brian Dozier. Ha estado a punto de salir de la plantilla en dirección a Los Angeles, a los Dodgers en concreto, pero las peticiones de los Twins superaron cualquier lógica del mercado y, al final, se ha quedado en Minnesota. Hubiese sido bastante lógico conseguir pitchers, que bien los necesitan, por alguien de su talento.

En cualquiera de los casos, lo que no voy a hacer es apostar por su récord. Que os prometo que he aprendido.

El detalle histórico

Como suele ocurrir en la historia de los deportes norteamericanos, los Twins son una de esas franquicias que no fueron creadas en su ciudad actual sino que lo hicieron en el D.C., allá por 1901, bajo el nombre de los Senators. Su camino hasta la fecha ha tenido sus luces (dos títulos del mundo en 1987 y 1991) y sus sombras (su casi eliminación a mediados de los 90). Actualmente no pasan por su mejor momento, tras los títulos divisionales de no hace demasiado, pero al menos escogen primeros en el draft de junio.

Las tres claves del equipo

1. La situación de Brian Dozier. Objeto de no pocos rumores durante la offseason, continúa en la franquicia aunque esta situación podría cambiar de cara al verano por lo atractivo que es su contrato y por la inmensa pegada que posee, lo que le hace muy atractivo para los aspirantes.

2. Los talentos jóvenes. En pleno proceso de reconstrucción con base en la cantera, las promesas empiezan a llegar al equipo grande. Todavía es pronto, pero Byron Buxton, Max Kepler, José Berrios forman parte de la nueva generación de Twins que intentará recuperar viejos éxitos.

3. El nivel de su rotación. Si en algo ha fallado la organización de Minnesota es a la hora de formar pitchers de primer nivel desde los tiempos de Johan Santana y Francisco Liriano. No es que haya nadie por el estilo, pero si alcanzan buen nivel, la sorpresa no sería ninguna locura.

Lo mejor

1. Brian Dozier y su capacidad para conseguir home runs, que es todo un espectáculo.

2. La defensa y velocidad de Byron Buxton, que le convirtieron en una gran promesa.

3. Un año más de experiencia le vendrá bien a este joven grupo, liderados por Joe Mauer.

Lo peor

1. Una rotación que no puede compararse a las que hay en su división o en la Americana.

2. Las enormes dificultades de Buxton a la hora de hacer contacto, que limitan su futuro.

3. Estar encuadrados en una división en la que parten signficativamente por detrás.

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