El boxeo es la gran pasión deportiva de Miriam Gutierrez. A sus 34 años, y tras ocho como boxeadora amateur, ha decidido dar el salto al profesionalismo . El 31 de marzo, en el Casino Gran Madrid de Torrelodones, Gutierrez dará un paso más allá en su carrera. “No tengo miedo, estoy muy ilusionada y motivada, es un cambio que llevaba esperando mucho tiempo ”, asevera a AS. La boxeadora atesora siete títulos nacionales y 84 peleas en el campo aficionado, lo que hace que no sea ninguna novata en el ring.
Miriam Gutierrez vivió un gran revés el pasado verano, cuando después de bregar mucho e intentarlo todo no logró la clasificación para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro . “Para intentar entrar, al no haber plazas en mi peso, subí a 75 kilogramos. Perdí de manera muy injusta frente a una húngara . La lesión de una compañera en la Selección me dio la opción de tener una segunda oportunidad, y en un mes tuve que bajar hasta los 60 kilos. Fue una gran bajada y lo acabé pagando ”, recuerda.
Tras no conseguir el billete para Río, no tardó en buscar nuevos caminos. “Con mi edad tengo que pensar que pueden ser mis últimos coletazos en el boxeo. Por ello no me veía esperando otro ciclo olímpico para llegar a Tokio 2020 , motivo que me llevó a no esperar ni un segundo más para ser profesional. Además, las competiciones internacionales me quitaban mucho tiempo con mi familia, algo que ahora ganaré”, asegura. Ilusionada, aunque cautelosa, Miriam Gutierrez ya prepara su primer pleito con ‘vendas duras’. “Siempre he sido muy realista. Me gustaría ser campeona del Mundial y de Europa, pero hay que ir poco a poco viendo como transcurre todo”, afirma.
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Miriam Gutiérrez, durante una expedición del equipo español de boxeo. Compagina el boxeo con su familia y el trabajo Fuera del cuadrilátero, Miriam Gutierrez trabaja como jardinera para el Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz (Madrid) y tiene dos hijos (una niña de 12 y un niño de 4), su otra gran pasión. “El boxeo es muy sacrificado, pero me gusta demasiado . Mi familia y mi empresa son un gran apoyo , me ayudan a compaginarlo todo. La organización es fundamental en mi vida. Tanto mi marido como yo madrugamos mucho, dejamos a los niños en el programa madrugadores y vamos a trabajar. Después yo voy a entrenar y al acabar, junto con mi marido, hacemos todo lo relacionado con la casa y los niños”, relata.
Pese a ir con el tiempo justo en su día a día, Miriam Gutierrez no deja nada al azar. “Me gusta controlar todo. Soy muy rigurosa con los deberes y los horarios de los niños y me gusta cuidar su alimentación. Es fundamental ”, atestigua. Su pasión por el boxeo es algo que no busca inculcar a sus hijos, “cada uno tenemos unas cualidades. Mi hija hace atletismo, mi hijo judo y mi marido juega al fútbol y practica ‘Brazilian Jiu-jitsu’. Cada uno hacemos lo que nos gusta, el boxeo exige mucho. Si ellos lo quisiesen practicar les apoyaría, como cualquier decisión que tomen. Pero no soy de esas madres que deciden por sus hijos ”, asegura.
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Miriam Gutiérrez, durante un entrenamiento sobre el ring. Contenta con el auge del boxeo femenino Su paso al boxeo profesional llega en el momento de mayor auge del boxeo femenino, algo que le entusiasma. “Desde que empecé, el boxeo femenino ha crecido mucho . Para mí es mejor, al final hay más chicas que compiten, nos podemos divertir más y en las clases se genera un gran ambiente. En mi gimnasio (La Escuela del Boxeo), hay unas 30 chicas, es genial. Cada vez hay más chicas practicándolos y los tabúes se van rompiendo ”, declara sonriente.
Ese paso adelante ha provocado que muchas púgiles españolas comiencen a tener un gran peso internacional. Motivo de alegría, también para Gutierrez. “Al final cuanto más competidoras haya más nivel existe, para mí es un motivo de orgullo y me alegro mucho cada vez que una de mis compañeras tiene una oportunidad de pelear por algo grande ”, añade.
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Miriam Gutiérrez posa con las medallas ganadas durante su etapa como boxeadora amateur.