Por qué se han fallado este año tantos extra points en la NFL

Hace dos años se cambió la regla para el pateo del punto extra (XP) tras un touchdown. En aquel entonces se pasó la línea de scrimage de la yarda 2 a la yarda 15 en este lance del juego, lo que suponía cambiar la distancia de pateo hasta palos de unas 20 yardas hasta las aproximadamente 35 de la actualidad. Tras el año de prueba, donde los resultados que se vieron fue una disminución del acierto hasta un 94,17% en temporada regular, en la recién terminada campaña se decidió dejar como definitiva este cambio en la normativa.

La percepción general es que este año se han fallado más puntos extra, sobre todo si tenemos en mente la catastrófica jornada 11, donde los kickers (K) fallaron nada menos que 12 XP. Con los datos sobre la mesa (o la hoja Excel) los XP no han tenido la misma precisión que en la campaña anterior, la única con la que se puede comparar y referenciar. Pero ante los números hay que aplicar nuestro intelecto para entender mejor qué es lo que representan y la verdad que se esconde tras ellos.

Empecemos con una afirmación. Sí, este año se han fallado más XP que en la temporada anterior. Tras el porcentaje ya referido de la temporada 2015 (94,17%, 1.146 aciertos sobre 1.217 intentos) se ha pasado a una reducción del acierto hasta el 93,64% (1.174 aciertos sobre 1.195 intentos). Esto supone algo más de 0,5 % más de fallos, por lo que la percepción de que el ovalo ha pasado menos veces entre los palos es acertada.

Estos datos, separados entre estadios abiertos y dome, también han experimentado cambios más o menos iguales en porcentaje de acierto. En los estadios abiertos se ha pasado del 93,84% al 93,43% de esta temporada, mientras que para los domes, donde se perdió el estadio que los Rams ocupaba en San Luis y se ganó el flamante estadio de los Vikings, se pasó del 95,13% un año antes al 94,44% que se ha producido este año.

Con estos números se podría afirmar que los K de los equipos han sido peores que el año pasado, sobre todo cuando solo dos K no han fallado un solo XP en estos dos últimos años: Justin Tucker de los Baltimore Ravens y Dan Bailey de los Dallas Cowboys. Pero la realidad de nuestros propios ojos es bastante diferente.

Achacable completamente al K los fallos (aunque habría que abrir la responsabilidad parcialmente también a Long sniper y al Holder) serían aquellos balones que acaben fuera de palos o golpeándolos, a los que hay que añadir este año que se queden cortos. En el año 2015 estos errores supusieron el 83,10% de los fallos (59 de 71), mientras que en 2016 fue del 72,37% (55 de 76). El resto de no aciertos se debieron a bloqueos por parte de la defensa, que como se puede comprobar se incrementaron del 16,90% hasta el 27,63%.

Sin duda los equipos especiales han puesto especial interés en bloquear los XP, pero el incremento en el número de bloqueos parece estar inclinado por otro cambio en la reglamentación. En el año 2016 si se recuperaba el balón en un XP o en una conversión de dos puntos y se retornaba hasta la línea de anotación rival supondría dos puntos más a su marcador y la posibilidad de recuperar el balón para el siguiente drive, como si se tratara de un safety. Este cambio es posiblemente el acicate que haya hecho que los bloqueos aumentaran en esta última temporada, sobre todo teniendo en cuenta que de los 21 que se han producido, 3 fueron retornados hasta la end zone, siendo uno de ellos clave para la victoria de los Broncos frente a los Saints en los últimos instantes del partido.

Como nota casi final, el cambio en la norma del XP este año sí ha tenido consecuencias en el resultado final de un partido y hasta se puede decir que en los playoffs. En la jornada 9 los Vikings se enfrentaban a los Lions en su estadio y a 5:33 del final del tercer cuarto Blair Walsh falló el XP que podría haber otorgado la victoria a su entonces equipo frente a un rival directo, ya que el partido acabó yendo a tiempo extra donde los Lions acabaron venciendo. Esta derrota para los Vikings supuso que no pasaran a playoffs frente a los Lions que fueron quieren lo hicieron finalmente.

Como conclusión se puede decir que la percepción de que este año se han anotado menos XP es más que cierta, tal y como lo dicen los números, pero esta bajada no se debe a que los K sean peores, tal vez iguales a ligeramente mejores en general, sino a que los equipos especiales contrarios se han puesto las pilas para bloquear el balón ante el caramelo que la nueva normativa les ha puesto en la boca, donde su esfuerzo podría ser recompensado no solo con lograr que el rival no anote un punto sino que ellos tengan la posibilidad de llevarse dos a su bolsillo, lo que, como se ha visto, ha tenido consecuencias inmediatas en los resultados de los partidos.