ATLETISMO | EUROPEOS DE BELGRADO
Jorge Ureña ya es 'Supermán': plata europea en heptatlón
La del combinero fue la cuarta medalla de España en Belgrado. No se lograba podio continental indoor en esta disciplina desde Peñalver en 1992.
En Onil, un pueblo de Alicante de 7.500 habitantes, se ha creado un Supermán del atletismo. Es Jorge Ureña, flamante plata en el heptatlón de los Europeos de pista cubierta de Belgrado. La consiguió con un concurso brillante, en el que acabó con 6.227 puntos (muy cerca de su récord de España) y sólo el francés Kevin Mayer, subcampeón olímpico de decatlón, pudo batirle con 6.479, nuevo récord de Europa. El último español, que alcanzó una medalla continental en heptatlón fue Antonio Peñalver, bronce en Génova 1992, cuando fue plata en Barcelona.
Ureña, que rompe con el estereotipo de superhombre combinero (mide 1,76 y es ligerito de peso), se quitó una espina dolorosa con los campeonatos continentales. En 2016, al aire libre, en Amsterdam, cuando todo marchaba sobre ruedas en decatlón, hizo tres nulos en disco. Aprendió la lección y en Belgrado no falló. Tuvo dos días mágicos, que arrancaron con ‘buen feeling’ con una victoria en los 60 metros, con 6.94. Vinieron unas dudas mínimas en longitud, donde se fue hasta 7,37 (él acredita 7,62), se comportó en su débil peso (14,24) y pulverizó sus registros en altura con 2,10. Se fue a dormir, plata. Con Mayer ya bastante lejos, a más de 100 puntos.
Y Ureña se despertó el domingo más pletórico todavía. Las pruebas le iban bien y está vez no se reservaría nada. Comenzó de nuevo ganando, en 60 metros vallas con 7.78, marca personal y un registro que le habría valido, por ejemplo, la medalla de plata en el Nacional absoluto. La pértiga, una disciplina delicada, la superó con 5,00 muy cerca de su mejor registro y en el 1.000 remató con 2:43.66. En total, 6.227, se escapó su récord, pero su alegría fue inmensa.
Recién fichado por el gigante multinacional Nike, Ureña tiene 23 años, una edad muy temprana para una modalidad tan compleja como las combinadas. Sin embargo, ya brilla y lo hace entrenándose en la humilde pista del club Colivenc de Onil, de la que también salió Eusebio Cáceres. Le guía Jesús Gil, que fuera entrenador del Saltamontes, y José Antonio Ureña, su padre, que fue un destacado especialista en combinadas. Su hijo Jorge, un tipo casero y feliz en su pueblo, le ha superado. Lo celebrará tocando la percusión con la banda o con la charanga del pueblo. Hay motivos de fiesta para este nuevo Supermán. Esta plata es la cuarta y última medalla de España en los Europeos de Belgrado tras el oro de Mechaal, la plata de Beitia y el bronce de Álvaro de Arriba. Cuatro medallas y 14 finalistas. Buen balance.