Los veteranos quieren brindar la última a Mike Ilitch

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Es este un año muy especial para la franquicia de los Tigers, y no por lo que suceda, o vaya a suceder, en el diamante. Se trata del fallecimiento de Mike Ilitch.

El gran propietario del equipo y, además, figura muy querida en todo Detroit por sus esfuerzos económicos y sociales en recuperar el espíritu de un entorno urbano aalicaído y derrumbado por la crisis económica, siempre soñó con que sus Tigers le darían un anillo antes de fallecer.

Él fue quien revivió esta franquicia y fue quien apostó por pagar enormes sumas de dinero a las estrellas para intentar conseguir un título nacional.

Nunca lo pudo conseguir, aunque estuvo cerca en los primeros años de esta década, y con eso se ha ido a la tumba.

Lo saben perfectamente en esa plantilla. Lo saben los veteranos, los que más tiempo llevan allí y, a la vez, los que mejores sueldos tienen. Tanto como quiso Ilitch, que no reparó en gastos para que sus aspirantes a MVP, que los tiene, o al Cy Young, idem de lienzo, estuviesen a gusto y no pensasen en irse a pastos más verdes, a franquicias donde les hubiese resultado, quizás, más fácil utilizar sus grandes talentos para alcanzar la gloria en un deporte donde a título individual ya la tienen.

Es por eso que tiene mucho de poético lo que han pretendido hacer los Detroit Tigers en este 2017, que no es otra cosa que dar una última oportunidad al núcleo duro de jugadores, encabezados por Miguel Cabrera y Justin Verlander, de brindarle a Ilitch, aunque sea a título póstumo, unas World Series.

Los movimientos en invierno han sido mínimos porque el final de la campaña pasada mostró a los veteranos en uno de los mejores momentos de estado de forma y permitió pensar en que, si todo sale bien, aquí hay material suficiente como para pelear por el título de la AL Central.

Y no es falso. El problema, el verdadero problema, es que no se puede confiar en que el estado físico de estos veteranos vaya a aguantar todo el año. Es una quimera. Y, realmente, es la única opción que tiene el equipo. Si Verlander no está peleando por el Cy Young y Cabrera no está peleando por encabezar las estadísticas clásicas de home runs, porcentaje de bateo o carrera impulsadas, no tendrán grandes opciones.

No es que estén exentos de jóvenes con gran proyección como Michael Fulmer o José Iglesias, pero la clave sigue siendo la salud de sus veteranos. Y estos no querrían otra cosa que brindarle a Ilitch el justificante de su fe en ellos.

El detalle histórico

Una de las franquicias históricas de este deporte, creada allá por 1901, y con esa elegante ‘D’ inglesa que le caracteriza como equipo de otra época, debe sentirse profundamente insatisfecho por la ventana de oportunidad que ha desaprovechado recientemente, con MVPs y ganadores del Cy Young como parte del roster. Sin embargo, esto demuestra lo tremendamente complicado que es ganar en la MLB y que el margen de error cuando llega octubre es pequeño, francamente pequeño.

Las tres claves del equipo

1. El impacto que supongan los bates de Cabrera y Víctor Martínez. No hace falta ser un especialista en Física Cuántica para saber que el ataque volverá a girar sobre estos dos venezolanos, que tampoco resulta ser un mal plan puesto que hablamos de dos de los mejores en sus puestos.

2. Que Justin Verlander demuestre que 2016 fue el principio de su reconversión como pitcher de élite. Todo parece indicar que ha sido capaz de reinventarse y ahí está el testimonio de un Cy Young que pudo haber sido suyo, sino se cruza Rick Porcello de los Red Sox en su camino.

3. Puede ser clave en el mercado de traspasos veraniego. Al igual que otros muchos que cuentan con aspiraciones para 2017, los Tigers podrían convertirse en animadores por julio con activos como J.D. Martínez, Ian Kinsler u otros muchos que serían del agrado de no pocos equipos.

Lo mejor

1. El bate de Miguel Cabrera seguirá siendo una referencia una vez más en 2017.

2. Verlander ya no se encuentra solo, con un Fulmer que fue el mejor rookie en 2016.

3. Francisco Rodríguez se ha convertido en una gran solución para la última entrada.

Lo peor

1. El bullpen no estuvo a la altura de las circunstancias en 2016, pero puede mejorar.

2. Jordan Zimmerman debe demostrar que puede con la Liga Americana y las lesiones.

3. La posición de CF se perfila como un verdadero espanto y sin margen de mejora

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