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GRANDES LIGAS

Cinco jugadores clave a seguir en la NL Este de la MLB para 2017

A poco más de un mes del inicio de la temporada regular, buscamos a aquellos que pueden marcar una diferencia a la hora de destronar a Cubs.

Después de cosechar un decepcionante 2016 para su habitual estándar, Matt Harvey quiere volver por sus fueros en el nuevo año.
Getty Images

A poco más de un mes del inicio de la temporada regular, buscamos a los jugadores que pueden suponer una diferencia a la hora de destronar a los Chicago Cubs como ganadores de las Series Mundiales y aquí tenemos a cinco que tienen mucho que demostrar (o recuperar) tras lo visto en 2016.

1. Dee Gordon (Miami Marlins)

Después de un 2014 y un 2015 espectaculares, la carrera Gordon se frenó en seco la pasada campaña. Con menos de un mes de competición se hacía público que el segunda base había usado sustancias dopantes. La MLB no dudo es aplicarle una suspensión de 80 partidos y no volvió a jugar hasta finales de julio.

Los Marlins le echaron de menos. Es cierto que el equipo volvió a estar por debajo del 50% de victorias, pero se quedó a ‘sólo’ ocho partidos de la Wild Card. Yelich, Ozuna y Realmuto demostraron que el ataque de Miami no depende sólo de Stanton y a saber qué hubiera pasado si la velocidad de Gordon hubiera estado con ellos durante toda la competición.

En 2017 volveremos a ver a Dee como leadoff de los Marlins y deberá demostrar que sus estadísticas anteriores no fueron fruto del doping. Llegar al .333 de promedio de bateo que tuvo en 2015 parece difícil, pero seguro que lo veremos corretear por las bases y acercarse a los 60 robos, algo en lo que muy pocos jugadores le hacen sombra.

2. Freddie Freeman (Atlanta Braves)

En 2015 John Cappolella, general manager de los Braves, prometió que no intercambiaría a Freeman pese a tener el equipo en plena reconstrucción. Dijo que antes tradearía su brazo derecho que mandar al primera base a otra franquicia. Resultó extraño. Los Braves estaban soltando a todos sus jugadores establecidos y acumulando novatos. Freeman tenía cartel de estrella, pero llevaba un par de años mostrando cierto estancamiento. Lo natural hubiera sido deshacerse de él. No lo hicieron y parece que acertaron.

El pasado curso Freeman firmó su mejor temporada en las Mayores y acabó sexto en las votaciones para el MVP. Bateo por encima del .300 y consiguió 34 home runs, la mejor marca de su carrera de largo. Además logró un extraordinario .968 en OPS y su 6.1 de WAR fue el más alto entre los primeras bases.

Después de tres años de absoluta reconstrucción a los Braves ya les toca empezar a crecer. Freeman debe liderar a un grupo joven acostumbrado a perder y llevarlos al siguiente nivel.

3. Matt Harvey (New York Mets)

Hace año y medio Harvey era la cara de los Mets y el jugador más querido por la afición junto a David Wright. En sus dos primeras temporadas, 2012 y 2013, había logrado ERA’s inferiores a 3 y en 2015, después de volver de la temida cirugía Tommy John, volvió a lograr un gran 2.73. Pero fue a finales de ese 2015 cuando las cosas se empezaron a torcer. Una serie de tiras y aflojas entre el agente del jugador, el famoso Scott Boras, y los Mets por la limitación de entradas hizo que las cosas entre Harvey, el equipo y la afición se enfriaran un poco.

Si a esto le añadimos lesiones sobre las que el propio pitcher da pocas explicaciones, el hecho de saltarse un entrenamiento, un mal 2016 y la irrupción de tres abridores de primera fila (y bastante más simpáticos que el taciturno Harvey) como deGroom, Matz y Syndergaard nos encontramos con que Harvey ya no es ni mucho menos el favorito entre los seguidores de los ‘Amazin’.

El gran objetivo para Harvey en 2017 debe ser recuperar sensaciones e intentar mantenerse sano. Lo primero parece probable que ocurra. Como hemos dicho el ace siempre había conseguido mantener su ERA por debajo de tres y el 4.86 de la pasada temporada parece una rareza que no se volverá a repetir. Lo segundo ya parece más difícil. Harvey aún no ha conseguido lanzar más de 200 innings en una sola temporada y es un fijo en la enfermería.

4. Odubel Herrera (Philadelphia Phillies)

Herrera llegó a los Phillies procedente de los Rangers en el Rule 5 Draft del 2014. Por aquel entonces era infielder, pero los coaches de los Phillies vieron que las manos del chico no eran todo lo buenas que debían ser y decidieron moverlo a los jardines, donde su físico le permitía cubrir mucho terreno.

En 2015, el año de su debut en la MLB, estuvo correcto y demostró que podía ser un pelotero muy competente. Este 2016 ha explotado y ha demostrado que puede ser mucho más que un simple jugador de equipo. Ha mejorado considerablemente su paciencia en el cajón, ha ganado poder, se ha ido hasta las 25 bases robadas y su defensa, sin ser brillante, ha mejorado.

Si consigue mantener el nivel en 2017 se puede convertir en uno de los mayores activos de la plantilla. No sólo por su juego, sino también por su contrato asequible y que durará hasta 2023. En Texas deben estar tirándose de los pelos. Dejaron escapar a un centerfield que en 2016 tuvo un 5.2 de WAR.

5. Trea Turner (Washington Nationals)

El mal año de Revere en el jardín central obligó a los Nats a buscar soluciones “desesperadas”. Decidieron darle a un infielder de las Menores unos cuantos partidos en la posición y si las cosas salían medio bien lo llamarían desde el Gran Show. El chico nunca había jugado en el outfield, pero una velocidad asombrosa le permitía cubrir muchísimo terreno y corregir muchas de sus carencias tácticas. En los despachos dieron el visto bueno y en julio Trea Turner pasaba a formar parte del roster de los Nationals.

Desde el principio quedó muy patente que su mayor virtud era la velocidad. De hecho, en 2016 solo un jugador en todas las Mayores tuvo un mejor promedio que Turner en bases robadas por cada visita al cajón: Billy Hamilton. En 324 plate appearances el novato de los Nationals logró 33 bases robadas.

¿Estamos ante un jugador capaz de alcanzar los 50 robos por temporada con relativa facilidad? Todo parece indicar que sí. Además, esa capacidad para volar entre las bases lo convierte en el leadoff hitter perfecto para un equipo que va sobrado de bates. Es alucinante pensar lo que un jugador como él puede lograr con gente como Murphy, Harper o Werth en el lineup.

El 2017 se presenta con un gran reto para él. Pasará de jugar en los exteriores a la que es su posición natural, el campocorto. Si consigue ciertos estándares defensivos y sigue con su buen hacer en ataque podremos afirmar que estamos ante otro shortstop joven de futuro prometedor. Un grupo de lo más selecto del que forman parte Seager, Correa, Lindor o Bogaerts.