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ESQUÍ NÓRDICO

Venezuela, al rescate del esquiador más torpe

El presidente Nicolás Maduro ordenó una "fuerte protesta" contra Francia por deportar a Adrián Solano, que denunció un trato "discriminatorio".

Pese a ser descalificado en una prueba (por caídas como las que se ven a la derecha) y quedar último en otra, Adrián Solano luce con alegría la bandera de Venezuela.
Reuters

El caso de Adrián Solano, probablemente el peor esquiador de la historia, empezó como anécdota en los informativos de televisión, los periódicos y las webs de noticias de todo el mundo, y se ha convertido en un conflicto internacional entre Venezuela y Francia. El presidente del país sudamericano, Nicolás Maduro, ordenó a la ministra de Asuntos Exteriores, Delcy Rodríguez, que presentara una “fuerte protesta” al estado europeo por cometer una “afrenta” contra su deportista.

La causa del enfado institucional es el supuesto maltrato que recibió Solano el pasado 19 de enero en el aeropuerto de París, desde donde fue deportado a Caracas. “Expliqué que iba a Suecia a entrenarme. No creían que yo practicara esquí en Venezuela. Les dije que lo hacemos sobre ruedas. Yo sólo tenía 28 euros y los policías me acusaron de que iba a emigrar porque lo estaba pasando mal en mi país”, explicó Solano.

Adrián llevaba la acreditación para participar en los Mundiales de Lahti (Finlandia) y una carta que demostraba que sus gastos estaban cubiertos, pero no le creyeron: “Me mandaron varios días a un hotel de París, donde comí mal, hasta que fui a un juicio en el que debía demostrar que iba al campeonato”. Pero no pudo hacerlo y regresó a Venezuela perdiendo el dinero que había ganado trabajando como cocinero y mediante crowdfunding... “y un mes de entrenamiento”. Solano denunció marginación: “Por mi forma de vestir, mi cara o mis facciones me discriminaron”. Y el entrenador de esquí nórdico de la nación, César Baena, fue más tajante al calificar lo sucedido como “racismo”.

El entusiasta esquiador se rehízo tras ese surrealista contratiempo y viajó a Finlandia, con escala en Madrid. Lo que sucedió allí, ya es historia. Solano no mentía sobre sus métodos de entrenamiento, pero lo cierto es que jamás había pisado la nieve. Según confesó, ni siquiera la había visto antes. Por eso su concurso en los 10 kilómetros fue un desastre. Desde su cómica salida con problemas para mantener el equilibrio, hasta las múltiples caídas que provocaron su descalificación tras recorrer a duras penas 6.000 metros a media hora de los líderes. Pese a la debacle, participó en la prueba de 1,6 kilómetros: terminó 156º y último, a diez minutos del ganador.

Controversia

La epopeya de Solano se convirtió en viral en las redes sociales, donde le llegan apoyos, pero sobre todo comentarios que él considera “ofensas e insultos sin gracia”. Los medios de su país tachan su actuación de “cantinflesca” e incluso afirman que ha sido financiado con dinero privado con la intención de blanquearlo. También le definen como “militar, chavista y diputado” y aseguran que es un “instrumento político” del estado. Él se defiende con desparpajo: “Sabía que no iba a ganar, pero si me hubiera preparado tal vez no me habría caído tanto”.

Solano, practicando esquí roller.
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Solano, practicando esquí roller.Noticias Cuatro

Se entrenaba sobre ruedas

Adrián Solano preparó los Mundiales de Lahti haciendo esquí sobre ruedas (roller) en Venezuela. Unas imágenes muestran que no se le daba mal, pero el paso del asfalto a la nieve fue calamitoso. Él no se rinde y amenaza con participar en los Juegos: “Los que hoy se burlan, algún día estarán orgullosos”.