Ruth Beitia y Orlando Ortega dictan el estado de optimismo
La santanderina pasó 1,98 a la primera. Se coloca segunda del ránking del año. La afición madrileña vibró con ella y con Orlando, ganador en 60 mv.
El atletismo español vive “un estado de optimismo”. Así lo describió Ramón Cid, recién renovado director técnico, y de manera intangible lo reflejó la pista cubierta Gallur de Madrid, llena con 3.000 espectadores. “Esta afición es increíble, es entendida y siempre me acompaña”, contaba Ruth Beitia, convertida en heroína de la noche con su salto de 1,98, su mejor registro de la temporada. Compartió papel protagonista con Orlando Ortega, rey de las vallas altas con 7.51.
Comenzamos con Ruth, que está imparable. Si la semana pasada saltó 1,96 en los Nacionales de Salamanca (con auditorio repleto también, por cierto), en Gallur voló dos centímetros más. “Las sensaciones son mucho mejores, estoy cogiendo continuidad en la carrera y me veo muy bien de cara a los Europeos”, decía la santanderina, que va cuajando el nuevo invento de su entrenador Ramón Torralbo: en lugar de hacer la carrera saliendo parada, lo hace lanzada. “Estábamos atrapados y encontramos la salida”, narraba el sabio técnico.
Porque el arreglo le “está funcionando” a Beitia de maravilla, que compite con la seguridad de siempre. Pasó a la primera 1,85, 1,89 y 1,92, y tuvo un despiste en 1,95 (lo superó a la segunda), cuando ya le había ganado la prueba a la ucraniana Gerashchenko (1,92). Quedaba el 1,98, y a la primera se elevó. Un salto superior al que hizo en el oro olímpico (1,97). Incluso se atrevió con el 2,01. “Lo vi muy cerca, a ver si dentro de unos días sale”, afirmaba Ruth, que llega pletórica a los Europeos de Belgrado (del 3 al 5 de marzo), con la segunda marca mundial y continental tras la lituana Palsyte (2,00). En gran competición, esa mínima diferencia jugará a favor de Ruth.
También es una máquina infalible Orlando Ortega, plata olímpica en Río. Su virtuosismo técnico le hace elevarse con facilidad en las vallas. Llegó a 7.51. No pudo brindar al público de su ciudad de adopción un tercer récord de España del curso. Se le aplaudió como si lo hubiera hecho. Hay felicidad. Igual que Beitia, tiene cita con las medallas en Belgrado. “Lo que saquemos estará bien. El objetivo es el Mundial, pero quiero alcanzar la final europea y siempre compito para ganar”. Su rival, el británico Pozzi (7.43).
El optimismo se ha instalado en el atletismo en esta pista cubierta, con caras nuevas como Husillos y Ureña, el regreso de Cáceres y Torrijos... y dos reyes como Ruth y Orlando.