Kszczot: "En 800 no se pueden malgastar las oportunidades"
El polaco, subcampeón mundial de 800, será uno de los grandes atractivos de la Reunión de Madrid. Charló con AS sobre lo complicado de su distancia.
-¿Está listo para correr en Madrid?
-Claro. Yo siempre estoy listo para competir. Hace tres días hice el Nacional de Polonia, con dos carreras, y volví a ser campeón (se ríe). Espero correr rápido, para poder ser líder del año (el estadounidense Loxsom tiene 1:46.13 y él tiene 1:46.17). Quiero pasar muy, muy rápido los 200 metros, sobre 24 segundos y después ya veremos. Este es el último paso en mi camino para los Europeos de Belgrado. Llego muy bien preparado, la verdad. He trabajado bien.
-¿Qué sucede en Polonia? ¿Por qué hay tan buena tradición de ochocentistas? Czapiewski, Lewandowski, usted…
-La clave está en que en Polonia tenemos muy buenos entrenadores. Saben aplicar muy bien sus conocimientos sobre los atletas, transmitírnoslos y eso nos da muchas facilidades. Conocen cómo entrenarnos. Yo lo comparo con atletas de otros países y tengo mucha suerte (le guía Zbigniew Król, un técnico de Lodz). Además, entre Marcin Lewandowski (otro ochocentista de nivel) y yo hay una buena amistad y sólo peleamos en la pista. Allí somos enemigos, pero cuando cruzamos la meta somos amigos de nuevo.
-Una de sus características es su tremendo rush final…
-Es algo que me brota de manera natural y lo intento potenciar en mis entrenamientos. Hago ejercicios especiales con cambios de ritmo. Hay que encontrar la forma de ser capaz de acelerar al máximo, por eso también hay que trabajar en otros aspectos. La clave es llevar tu cuerpo al ‘Golden Point’ (punto de oro), que es el mejor estado de forma posible. Ser lo más eficiente posible. Ese es el gran desafío de mi plan de entrenamiento.
-Para preparar su temporada indoor siempre viaja a Sudáfrica.
-Cada invierno. Lo amo. Voy a Potchefstroom, una ciudad universitaria. Hace calorcito, treinta grados, cuando en Polonia hay -15 grados. Hay unas muy buenas instalaciones, con una pista de césped y está a 1.350 metros de altitud, que sirve para ganar resistencia. Así que estoy encantado.
-Hace dos años, fue subcampeón mundial en Pekín, sólo por detrás de Rudisha. Estuvo cara a cara con él. ¿Qué pensó?
-Lo intenté. Siempre salgo a ganarle. No pude atacarle primero, estaba encerrado. Quien atacase primero se llevaba la carrera. Esto es el 800, es muy difícil ser el vencedor, y aquí no siempre se impone el más veloz. Yo cuando veo a Rudisha y los africanos no pienso: “Estoy corriendo con estos chicos, son más rápidos…”. Yo corro y me digo: “Tienes que ser el mejor, por ti mismo”. No pensar en los otros. Hay que intentarlo, intentarlo e intentarlo y alguna vez estarás arriba.
-Entonces, cuando compite, no tiene miedo a los africanos…
-Por supuesto, que no. ¿Por qué? No hay ninguna razón. No van a matarme.
-¿Conoce a los ochocentistas españoles?
-Sí. A Kevin López lo conozco muy bien. Corro con él habitualmente desde 2010. Es muy bueno, enormemente rápido en los 200 metros finales y siempre estamos codo con codo. Es un rival peligroso. Hay un chico, De Arriba que es joven. Puede ser muy bueno, pero tiene que trabajar.
-¿Cuál es su sueño en su carrera deportiva?
-Mi meta es no desperdiciar oportunidades (en Río se le escapó la final), que es el gran problema del 800. Me falta la medalla olímpica, tengo de todo tipo, pero no un podio en unos Juegos. Eso me haría feliz.