Los Mets están ante una temporada llena de dudas

Es difícil imaginar que en el 2017 los Mets no pelearán por los Playoffs a final de temporada. Sin embargo, en los últimos meses es cierto que ha habido más malas que buenas noticias para los aficionados metropolitanos.

¿Con qué palabra podríamos definir el juego de los Mets en los últimos 3 o 4 años? Evidentemente, podría saltarnos a la cabeza el sufrimiento, el poder con Yoenis Céspedes, pero yo lo definirían con una palabra.

‘Control’.

Los New York Mets llevan años intentando controlar todos los partidos. Con ello me refiero a que por las características de sus jugadores, al equipo de Terry Collins no le favorecía un juego de 10 carreras. Evidentemente, y sobre todo antes de la temporada 2015, la propuesta era clara: “Como sea un partido de muchas carreras, perdemos, así que no debemos permitirlas.”

Evidentemente, eso era complicado de cumplir en un equipo donde Matt Harvey era el único motivo por el cual los aficionados iban a ver a su equipo cada día. Sin embargo, la irrupción de jugadores de talla mundial como Jacob deGrom y Noah Syndergaard hicieron que Terry Collins pudiera llevar esta teoría al máximo. “Como sea un partido de muchas carreras, perdemos, así que no debemos permitirlas.”, me repito.

No obstante, esto ha provocado que los Mets de Nueva York hayan sido el equipo que más partidos ha perdido por 1-0 en las últimas 3 temporadas. Estrepitoso. Seguimos con la misma historia. La irrupción de un jugador de talla mundial como Yoenis Céspedes que pareció acabar en tal franquicia de carambola llevó a los Mets, nada más y nada menos, a una Serie Mundial.

Esta anterior temporada, no fue realmente buena pese a llegar al partido del comodín, porque el problema de lesiones fue un agravante durante todo el año, sobre todo en la lomita.

Esta temporada, el único abridor sano es Noah Syndergaard que está dando un rendimiento espectacular, muy por encima de lo que se esperaba de él cuando debutó prematuramente en la MLB. Matt Harvey, con todos los problemas deportivos y extradeportivos que está dando ha provocado el enfado (entendible) del respetable de Citi Field. Jacob deGrom terminó horriblemente la temporada pasada con su problema en los nervios, y las lesiones graves de Steven Matz y Zack Wheeler, este último sufriendo una Tommy John.

Estamos hablando que cuatro posibles abridores están casi descartados para empezar el entrenamiento primaveral, y creo que estamos de acuerdo que todos a su mejor nivel alzan a los Mets de Nueva York a la parte más alta de la División Este, y también, de la Liga Nacional. Por ello, todas las aspiraciones del equipo de Terry Collins pasan directamente por el estado de la enfermaría de sus pitchers abridores, puesto que es clave para este equipo controlar las carreras por la limitación de su poder ofensivo.

Hoy por hoy, los Mets son un interrogante.