El Barcelona se aprovechó de los riesgos del Naturhouse
28-24. El equipo riojano le plantó cara a un campeón de Liga sin mucho acierto, pero las exclusiones marcaron el triunfo local
El Barcelona suma y sigue. Otra victoria más hasta esa marca de llegar a las cuatro temporadas seguidas ganando todos los partidos de Liga. Aunque con la letra pequeña quedará que esta, ante el Naturhouse, le costó más de la cuenta, quizá porque le pasaba factura el partido de Champions del jueves, aunque el rival también tiene muchas justificaciones para su juego: no estaba su finalizador Ángel Fernández, ni su sostén defensivo Rubén Garabaya.
La realidad es que fue un encuentro de altura, de los mejores que se pueden ver en la Liga Asobal, porque al Barça siempre le cuesta lo suyo medirse al equipo de Jota González, que en este encuentro tuvo un protagonista poco habitual: Gurutz Aginagalde, que en la portería corrigió lo errores de sus compañeros.También es cierto que Gonzalo Pérez de Vargas fue protagonista en la portería azulgrana, aunque este dato suele ser más habitual.
En un encuentro tan igualado (11-11 al descanso), con tímida ventaja del Naturhose, el choque se decidió por los riesgos que asumió el Naturhouse: jugar sin portero en las inferioridades, o atacar con siete hombres. Encajó tres goles sin portero (pudieron ser cinco), porque en esa situación de atacar sin portero perdió los balones, no supo atacar, se trastabilló. Es de agradecer que los equipos innoven, que pongan en juego tácticas para hacer daño al rival, pero el equipo riojano, con siete, se hundió ante la defensa con avanzado del Barcelona.
Cunado el cuadro de Xavi Pascual tomó ventaja, sin exclusiones en todo el encuentro por cuadro el Naturhouse, ya no la abandonaría, para redondear la victoria por 328-24, si bien su último gol fue en aviso de pasivo durante más de viente segundos.