Randamie primera monarca del peso pluma tras ganar a Holm
Germaine de Randamie venció a Holly Holm por decisión unánime, y muy criticada por el público, para ser la primera campeona del peso pluma. Anderson Silva volvió con triunfo. Ferguson-Lee UFC en directo
La polémica fue la protagonista del estreno del peso pluma femenino de la UFC. Germaine de Randamie se hizo con el primer cinturón de la categoría tras derrotar por decisión unánime a Holly Holm. La decisión de los jueces no gustó al público, que abucheó el veredicto al entender que la estadounidense mereció más. La pelea mantuvo una tónica de igualdad constante. Randamie conectaba buenas contras y Holm desde que aprisionó a su rival contra las rejas fue mejor. Al final pesaron más los contragolpes de la holandesa en las tarjetas de los jueces.
El combate comenzó, como era de esperar, con prudencia y un estilo kickboxer reinando en ambas peleadoras. Holm tomaba la inicativa, Randamie sacaba buenas contras que hacían daño a su rival. La estadounidense era consciente que el jiu jitsu es el punto flaco de su Randmie, por eso buscó desde el segundo asalto el grappling para intentar ahogar a su rival.
Con esos derroteros transcurrió el combate. Holm tuvo más tiempo a Randamie contra las rejas, la holandesa llegó exhausta a la parte final, pero las buenas combinaciones que fue conectando y sus derechas rectas que entraban con facilidad en el rostro de Holm le fueron sumando puntos. Al final, pesó más la contra que la fuerza bruta. Germaine de Randamie se convierte en la segunda holandesa en ser campeona en la UFC. No se lo creía, corrió de un lado para otro emocionada. Desde el ringsite, Crys Ciborg observaba atenta, quiere su oportunidad por el título.
Anderson Silva regresa con victoria tras una clase de inteligencia
Los grandes campeones se labran dentro y fuera del octágono. Dentro, Silva demostró su calidad tras 25 combates y seis años invicto. Fuera lo hizo tras el UFC 208. Después de cuatro derrotas consecutivas el brasileño volvía a ganar y rompía a llorar. “Sé que soy muy viejo para seguir peleando, pero pongo mi corazón porque pelear es mi vida”, espetaba el excampeón. El combate era importante para Silva, debía demostrar que no estaba acabado. Lo hizo, y además dio una clase de como la calidad puede suplir el físico.
A sus 41 años Silva no tiene la misma fortaleza, pero lo suple con una estrategia y gestos técnicas exquisitos. El brasileño se plantaba ante Dereck Brunson, un auténtico ‘toro’ que buscaba dinamitar su regreso al ring. Los dos se jugaban mucho, por ello no quisieron arriesgar. El combate se mantuvo los 15 minutos así, sólo había una cosa que diferenciaba a ambos la veteranía.
Brunson llevaba la iniciativa, Silva contragolpeaba, se movía menos, pero era certero. Cuando la pelea se iba al suelo el brasileño era más listo. Impedía cualquier movimiento y aunque su fuerza era menor lo suplía con un bello jiu jitsu. La fuerza de Brunson se vio superada por la inteligencia del veterano. La leyenda no está de vuelta, nunca llegó a irse.
Resto de combates del UFC 208
Llegar, estudiar, destruir y pedir, ese fue el camino que siguió Ronaldo Souza ante Tim Boetsch. El brasileño estudió a su rival, le dejó fallar y lo envió al suelo. Allí sacó sus mejores artes en el jiu jitsu, encontró su hueco y el brazo del estadounidense. Souza apretó, Boetsch no resistió y abandonó. Menos de cuatro minutos para una victoria que le coloca a las puertas del título, y por si a alguien se le olvidaba al acabar el combate, Souza le mandó un mensaje a Michael Bisping. “Quiero una pelea por el título”, espetó tras su victoria.
Antes del festival de los pesos medios, Glover Teixeira se hizo con la victoria ante Jared Cannonier por decisión dividida. El brasileño hizo valer su número tres del ranking del peso semipesado y llevó la voz cantante. Teixeira se empeñó una y otra vez en llevar el combate al suelo, su especialidad, pero donde no le salían las cosas. Cannonier mostró una gran táctica, bloqueó la guillotina de Teixeria y le hizo tener que sacar golpes para ir puntuando. El bloqueo del estadounidense le funcionó, pero le faltó atacar y lo acabó pagando.
Para abrir el evento principal, Dustin Poirier y Jim Miller se vieron las caras en un combate donde ninguno se guardó nada. Poirier demostró que atesora gran dinamita en sus puños e intentó noquear su rival. Lo tuvo cerca en el segundo asalto, pero le dejó escaparse y en el tercer asalto Miller tuvo sus opciones. Tras una patada hizo resentirse a Poirier, que ante el dolor decidió llevar la pelea al suelo, allí Miller complicó a Poirier, pero la pelea ya era suya. Ganó, pero abandonó el octágono cojeando ostensiblemente.