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BALONMANO | CHAMPIONS

El Naturhouse paga la falta de tensión en su visita al Presov

30-27. Los riojanos, que ya estaban clasificados como segundos de grupos, jugarán con el Nantes francés la próxima eliminatoria

La lanzador brasileño Langaro pudo jugar ante el Tatran.
FERNANDO DIAZDIARIO AS

El Naturhouse La Rioja ha perdido en la pista de Tatran Presov Eslovaco, por 30-27, en un choque condicionado por las bajas y falta de tensión de los riojanos, que ya estaban clasificados para la siguiente eliminatoria de la Liga de Campeones, que les medirá al Nantes el mes próximo.

El Naturhouse trata desde que empezó el año de recuperar su identidad de equipo intenso y agresivo, pero de nuevo quedó en evidencia ante un rival que quiso más la victoria para cerrar bien su participación en la Liga de Campeones. Esa motivación dio un impulso a los eslovacos en el segundo tiempo y el Naturhouse tardó tanto en reaccionar que no pudo optar al triunfo.

La falta de tensión en los dos equipos marcó el primer tiempo, en el que las defensas tuvieron muy poco protagonismo. Algo más, eso sí, en el caso del Naturhouse, que probó a Miguel Sánchez en el avanzado y fruto de ello impuso su contraataque en el inicio del partido (5-6, m10).

Sánchez Migallón y Luisfe fueron los más efectivos en ataque en el equipo riojano en el arranque, junto a un Aginagalde a buen nivel en la portería, y llevaron al equipo de Logroño a asentarse por delante en el primer cuarto de hora (6-8).

Pero entonces el Tatran ajustó mejor su defensa y no solo igualó el marcador sino que se fue por delante al descanso con una corta ventaja (18-16).

En el segundo tiempo la agresividad de los locales fue en aumento, lo mismo que también se multiplicaron los errores de un Naturhouse cada vez más errático. A pesar de seguir en el partido (22-20 en el minuto 10), el equipo riojano se veía incapaz de frenar los lanzamientos de Rabek y los contraataques de Krok, que prácticamente sentenciaron el partido a falta de un cuarto de hora (26-21).

Porque el equipo de Logroño en lugar de reaccionar, pasó los siguientes minutos buscándose a sí mismo decidiendo cual era el modo de afrontar el choque, y esa indecisión le llevó definitivamente a la derrota. De hecho, en cuanto en la recta final el Naturhouse comprendió que todo pasaba por defender algo mejor y más ordenado, puso en evidencia a un rival más "tosco" en el juego, pero que manejaba una distancia importante, que llegó a ser de seis goles y que se quedó en la mitad al final (30-27).