Dibaba buscará su séptimo récord del mundo en Madrid
Tras su extraordinaria exhibición de ayer en Sabadell, pulverizando el récord mundial de los 3.000 metros, el día 24 buscará el de los 1.000 en el Gallur.
El 22 de junio del año pasado, a dos meses de los Juegos Olimpicos de Río de Janeiro, El grupo de atletas que prepara el somalí Jama Aden, entre los que está Dibaba fue objeto de una investigación antidopaje, llamada 'Operación Rial' y la policía autonómica registró el hotel donde cada verano, desde hacia tres años, realizaba su preparación en Sabadell.
La operación acabó con la detención de Aden, del mediofondista qatarí Musaeb Balla y del fisioterapeuta saudí Ouarid Munir. Posteriormente fueron dejados en libertad, no se hallaron evidencias, pero el desprestigio sufrido provocaría la marcha de atletas y técnicos y el final de la relación del grupo de deportistas con Sabadell, que será muy complicada de restablecer, aunque se está intentando desde diferentes ámbitos.
Dibaba, que competiría en los JJ.OO. de Río de Janeiro, logrando la plata en el 1.500, con una marca muy discreta, dejó claro antes de competir que: " Estoy limpia de dopaje como el cristal", aunque ese incidente le había afectado en sobremanera.
Consciente de que la ciudad de Sabadell, donde la afición la idolatraba después de que el año pasado no pudiera batir el récord mundial de los 3.000 metros en el mismo escenario de ayer, donde logró la segunda mejor marca mundial de todos los tiempos, la Pista Cubierta de Catalunya, no tuvo nada que ver en el asunto, decidió que en su retorno a la competición en Europa iba a darles algo grande y planteó atacar un récord que tenía casi 19 años de existencia.
Era el récord mundial de los 2.000 metros, en poder de la legendaria atleta rumana Gabriel Szabo, con 5:30.53 desde el 8 de marzo de 1998.
Ayer fue el momento. Planteó la carrera con una 'liebre' experimentada en pista cubierta como la bielorrusa Viktoria Kushnir, que mañana cumple 24 años y que tenía una mejor marca en el 800 en pista cubierta de 2:05.62, lograda el pasado 26 de enero; es decir, con 31,2 segundos cada 200 metros.
El planteamiento fue excepcional, Kushnir marcó un ritmo trepidante en los 1.000 metros, bajando su marca personal de 2:50.98 a 2:42.65. La cadencia había sido de 32.4 por vuelta y Dibaba afrontaba las últimas cinco vueltas a la pista sabadellense en solitario sabiendo que bajando de 40 segundos por vuelta podía batir el récord.
Lejos de esto, mantuvo el ritmo de 32 segundos por vuelta, pasando el 1.600 en 4:19, el 1.800 en 4:52, para asombrar en los últimos 200, que cubrió con 31:07 segundos, para dejar uno de los récords más longevos del atletismo en pista cubierta en 5:23.75, ¡casi siete segundos menos que el Szabo!.
El pabellón sabadellense se vino abajo con una demostración que difícilmente podrá repetirse.La ciudad entraba así en los anales del atletismo mundial. "Me ha hecho especial ilusión conseguir esta marca en Sabadell. Siempre me he sentido muya gusto en esta ciudad y en esta pista".
Una muestra de la extraordinaria marca de Dibaba fue el hecho que su registro es casi dos segundos menor que el récord mundial de los 2.000 metros al aire libre, en poder de la irlandesa Sonia O' Sullivan, con 5:25.36, vigente desde el 8 de julio de 1994.
Ahora, tiene dos objetivos inmediatos en Europa. El primero será el viernes en Polonia, en la Copernicus Cup, que se celebrará en el Torun Arena ,donde : " Voy a intentar batir mi propio récord mundial del 1.500 (su merca es 3:55.17, lograda en Karlsruhe el 1 de febrero de 2014), es el primero que logré en pista cubierta y me voy a probar", explicó.
El segundo objetivo será batir otro de los récords más antiguos en pista cubierta y que aún no ha logrado: el de los 1.000 metros que está en poder de la mozambiqueña María Mutola con 2:30.94 desde el 25 de febrero de 1999. Lo intentará el próximo día 24 en la reunión del Centro Deportivo Municipal Gallur de Madrid.