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BÁDMINTON

La Carolina más íntima: “Con 15 años ya quería ser la mejor”

La onubense fue la protagonista de una charla en la agencia 'B the Travel Brand Experience' donde repasó detalles de su vida deportiva y personal.

MadridActualizado a
Carolina Marín en La Agencia de Viajes B The Travel Brand.
CHEMA DIAZDIARIO AS

Nadie mejor que Carolina Marín para contar su experiencia en una agencia de viajes. La campeona olímpica de bádminton reveló que desde 2009, su experiencia profesional le ha llevado a competir en 40 países distintos. Por eso en sus vacaciones le cuesta subirse a un avión, aunque en muchas ocasiones en sus viajes no le da tiempo a hacer turismo. Y, en otras, su popularidad, sobre todo en los países asiáticos, hace que sea imposible pasar inadvertida como una viajera más.

Estos y otros detalles fueron el eje de la charla que la onubense dio este lunes en la sede madrileña de la agencia B The Travel Brand, de Barceló Viajes, que se abarrotó (muchos jóvenes) de un público que disfrutó con el testimonio de la campeona. Porque esta vez no sólo se centró en su faceta deportiva, sino que con gran naturalidad fue dando detalles de su vida personal desde que sólo era una niña que bailaba flamenco y se interesó por un deporte semidesconocido en España. “Y cuando empecé... ¡era malísima!”, aseguró entre risas, mientras daba otros detalles sobre sus rituales o su amuleto, un collar con las iniciales de sus padres, su pareja y la Virgen del Rocío.

Por eso ahora asegura que los logros no son más que el resultado de todo lo que ella ha entregado al deporte. Como cuando, con 15 años, se fue de Huelva hacia el CAR de Madrid, en lo que fue una experiencia “muy dura”: “Hacía poco que mis padres se habían separado y soy hija única. No fue fácil para ninguno”. Pero sin ese paso ahora está segura de que hubiese sido imposible llegar a dónde está ahora. Sin eso, y sin su ambición. Porque cuando, aún siendo una adolescente, su entrenador Fernando Rivas le preguntó que a qué aspiraba en el bádminton, ella no se lo pensó: “Ser la mejor en todo”.

Y lo consiguió. No sólo se convirtió en una pionera en España, sino en una estrella del deporte mundial, con especial relevancia en Asia. A Carolina se le nota una sensibilidad especial cuando habla de países como la India, Malasia, Indonesia... En este último, sede de un Superseries (los Grand Slam del bádminton) cuenta cómo los seguidores se congregan en el hall de su hotel. “Recuerdo perder las semifinales y todo un pabellón abarrotado con 7.000 u 8.000 personas coreando mi nombre. Estuve a punto de romper a llorar”.

Pero Carolina sabe que será por el oro olímpico de Río por lo que más se la recuerde. “Llegaba tan concentrada que sólo pensaba en ganar. En Londres 2012 recuerdo coincidir en la Villa Olímpica con Serena Williams, Usain Bolt... en Río no recuerdo a nadie, pero porque estaba concentradísima. Se dio todo para que pudiera ganar el oro”. De ahí que, cuando uno de los muchos niños presentes en la conferencia le preguntó a qué sabía ese oro, ella no dudara en responder: “Sabe a recompensa. Por todo lo que he sacrificado”.