El material con que se fabrican las pesadillas de los Steelers

Los Pittsburgh Steelers están en ese momento en que desearían que un estúpido y fan de los Patriots jalara la alarma contra incendios, tan solo para despertar de este mal sueño.

La única cosa peor en la ‘Ciudad del Acero’ que la convincente derrota del domingo ante New England, se materializó rápidamente cuando Ben Roethlisberger admitió que sopesa el retiro y que no sabe si habrá una siguiente temporada.

Amigo mío, si usted es un fiel de los Steelers y cree que la posibilidad de ver al número siete caminar hacia el ocaso es lo peor que podría pasarle en este momento, le tengo malas noticias: las opciones para reemplazarlo no son mucho mejores.

Como yo perdí toda sensibilidad el día que mataron a la mamá de Bambi, fui designado para presentarte tres alternativas a ‘Big Ben’. Sí, cada una más aterradora que la anterior.

Quedarte con tus premios. No hay algo que cause más interiores sucios en la zona industrial de Pennsylvania que la visión del número 3 entrando al huddle. Landry Jones ha demostrado una y otra vez ser incapaz de tomar las riendas del ataque de Pittsburgh, por lo que su nombramiento como dueño de esa ofensiva sumiría a los Steelers de manera definitiva en la mediocridad al lado de equipos como los Dolphins, los Jaguars o los Bears.

Landry Jones no sería parte de la solución, sino parte del problema. Pero sería la respuesta más viable mientras se reza por encontrar el mapa del tesoro en el draft, algo que ocurre cada luna azul, y desperdiciar una talentosísima ofensiva en el proceso. La filosofía del equipo siempre ha sido de armar desde el draft y bien que mal, Jones conoce el sistema. Pero conocer y ejecutar son dos cosas muy distintas.

Buscar refugio en tu verdugo. Para nadie es secreto que Jimmy Garoppolo estará disponible en la temporada baja al mejor postor y los Steelers, con las piezas ofensivas en su lugar, están en posición para sobre pagar por cualquier talento disponible, incluso si eso significa hipotecar parte del futuro a manos de uno de tus principales rivales.

Esta situación sería una oportunidad de oro para los Patriots, que si ponen disponible a Garoppolo es porque saben algo que el resto de la liga no, y si en el proceso le pueden quitar valiosos activos a un serio rival de conferencia, pues bienvenido sea el bono.

Por donde se le vea, deportiva o sentimentalmente, la opción sería una patada en los… riñones, para la legión de los Steelers.

Yo tomo a Romo. Alguna vez los Steelers tuvieron un quarterback que creció en Lousiana como fan de los Cowboys, su nombre era Terry Bradshaw. Pero nunca va a ser lo mismo tener a un fan de los Cowboys en Pittsburgh que tener a un ex miembro de los Cowboys. Incluso si este pudiera proveer una situación temporal al problema a la mano.

Romo estará disponible, pero no por mucho tiempo, así que posiblemente cuando Ben decida apretar el botón del retiro, Antonio Ramiro esté fuera del mercado y Pittsburgh esté de regreso en el primer cuadro. Además, no sería muy bien recibido en la ciudad, ¿o sí?

Bueno, es hora de despertar de la pesadilla. Ben Roethlisberger no va a ningún lado. La frustración y las palabras son parte del Ben que se presenta cada año al final de temporada, cuando admite que jugó con una pierna rota, tres fracturas en la mano o con los planos de la Estrella de la Muerte en la muñequera.

Roethlisberger simplemente expresó sus frustraciones tras la dolorosa derrota del domingo. Tal vez, también fue un acto de presión a la gerencia por llevarle más talento o quitarle a alguien indeseado del plantel _ coach o jugador _ dejando bien en claro que no es eterno y que sus años en la cima tienen fecha de caducidad.

Calma, Steelers, calma. Roethlisberger también paso solo una mala noche.