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Dallas Cowboys

La rara encrucijada de los Dallas Cowboys con Tony Romo

Explicamos todas las opciones que tienen los Dallas Cowboys a la hora de decidir qué hacer con el que ha sido su quarterback franquicia durante una década.

ARLINGTON, TX - JANUARY 15: Tony Romo #9 of the Dallas Cowboys warms up on the field prior to the NFC Divisional Playoff game against the Green Bay Packers at AT&T Stadium on January 15, 2017 in Arlington, Texas.   Tom Pennington/Getty Images/AFP
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TOM PENNINGTONAFP

La gran pregunta que todos nos hacemos hoy es dónde va a jugar Tony Romo en 2017. Todo el mundo da por hecho que los Cowboys tendrán que cortarlo para recuperar espacio en el tope salarial, pero tal vez haya llegado el momento de explicar el baile de números de un contrato cuya clave es que ya fue restructurado.

Antes de empezar, Jerry Jones no se cansa de repetir en cada entrevista que concede en los últimos días que nadie debe creer ninguno de los rumores que están publicándose sobre el futuro de Romo. El propietario del equipo dice que él tiene la decisión última y que se hará lo que él diga. Además, su relación con Romo va más allá de la amistad y parece seguro que lo que ocurra estará consensuado y será del agrado de ambos.

Por su parte, Jason Garrett también repite que no se imagina unos Cowboys sin Romo y que se hará lo que sea mejor para él. Pero es obvio que en este caso su opinión no vale demasiado comparada con la de Jerry Jones. Tampoco hay que olvidar que la gestión del tema Romo-Prescott por el equipo este año ha sido ejemplar, por mucho que un miembro del staff de Green Bay meara fuera del tiesto al final del partido diciéndole a Romo al oído, pero suficientemente alto como para que quedara grabado, “te mereces algo mejor”.

Romo, el más caro contra el cap de toda la NFL

El problema del asunto es que, según las proyecciones, el tope salarial de 2017 va a estar en torno a los 168 millones de dólares y los Cowboys necesitarán reestructurar algunos contratos para bajar de los 180 millones en los que podrían encontrarse cuando se ponga en marcha la contabilidad de la temporada baja, que solo tiene en cuenta los 51 sueldos más altos hasta que se da la lista definitiva pocos días antes de empezar la temporada. De entrada solo tienen 2,4 millones de dinero sin usar en 2016. Una miseria. Eso significa que están suficientemente ahogados como para no poder permitirse pagar el impacto contra el cap del contrato de Romo en 2017, que sería de 24,7 millones, y que es la cantidad más alta de impacto contra el cap de cualquier jugador de la NFL para la próxima temporada (el segundo es Flacco con 24,55 millones).

Si miramos el lado bueno, Prescott solo les costará 600.000 dólares y la suma de Romo y Prescott sí que sería razonable comparado con lo que gastan la mayoría de equipos sumando el sueldo de quarterback titular y suplente. El sueldo medio de un QB titular es de 14,7 millones y el de un suplente de 7 millones.

19,6 millones que son una losa

El primer problema es que Romo quiere jugar. Y que su contrato actual ya fue extendido en 2013 y reestructurado posteriormente. Según esa reestructuración, Romo cobrará 14 millones de dólares en 2017, el doble de la media de un quarterback suplente. Si sigue en los Cowboys, repercutirá contra el cap 24,7 millones por la suma de salario base (14 millones), signing bonus (5 millones) y bono de reestructuración (5,7 millones). Si se retira, es cortado o traspasado, repercutirá contra el cap de Dallas 19,6 millones por la suma del signing bonus (5 millones) y bono de reestructuración de 2017 (5,7 millones), el de 2018 (5,7 millones) y el de 2019 (3,2 millones).

Por tanto, los Cowboys no pueden volver a reestructurar su contrato y traspasar por rondas del draft el problema a otro equipo. Tampoco pueden cortarlo sin más o librarse del gasto si inesperadamente Romo anunciara su retirada. Cualquiera de esos tres casos repercutirá contra el cap de Dallas 19,6 millones.

La diferencia entre que Romo siga o no en el equipo es de 5,1 millones. Una cantidad que parece pequeña, pero que en la situación financiera de Dallas en lo que se refiere a contratos puede ser decisiva.

¿Cuanto vale Romo en el mercado?

Podríamos pensar que la opción de un traspaso seguiría siendo interesante. Si alguien ofrece una primera ronda y una tercera por Romo, como se ha comentado en algunos foros, podría merecer la pena el gasto de 19,6 millones, pero si miramos antecedentes de grandes estrellas traspasadas a la edad de Romo, que cumplirá 37 años en abril y viene de sufrir un rosario de lesiones, es difícil que alguien llegue a pagar eso. Por poner un ejemplo, los Jets pagaron por Favre a los Packers una tercera ronda de 2009 cuando el mito venía de jugar la final de conferencia y ser nombrado All-Pro.

Otra solución es mantenerlo en la plantilla, con el rompecabezas que significaría para elaborar la lista de 53 en el filo de la navaja del cap, y que algún equipo desesperado hiciera una oferta por él como la que tuvo que hacer Minnesota por Bradford en 2016 tras la lesión de Bridgewater (una primera, además de una segunda, tercer o cuarta condicionada), pero eso sería casi como jugar a la ruleta rusa… sin olvidar que los 19,6 millones contra el cap seguirían sin desaparecer.

Corte con impacto tras el 1 de junio

Por tanto, la posibilidad que más se está barajando, y que parece la más lógica, es que los Cowboys le corten, pero aprovechando una regla de la NFL que permite cortar a dos jugadores en la agencia libre pero retrasando el impacto en los libros de contabilidad hasta después del 1 de junio. Haciendo eso, el despido de Romo afectaría al cap de 2017 de los Cowboys solo en 10,7 millones de dólares (los 5 millones del signing bonus y los 5,7 de bono de restructuración) y al de 2018 en 8,9 millones (la suma de los bonos de restructuración de 2018 y 2019).

Con esta última solución, los Cowboys aliviarían de un plumazo todos los problemas a los que se enfrentan en la agencia libre, y no se verían tan urgidos a reestructurar contratos a otros jugadores. Librarían en concreto 14 millones. Mientras que Romo estarían en la agencia libre sin ninguna carga previa, con la posibilidad de negociar libremente con el equipo que esté interesado en ficharle.

Vistas las posibilidades, y lo que está diciendo Jerry Jones a los medios, llega el momento de que cada uno haga su propia quiniela sobre lo que va a pasar con Tony Romo en los próximos meses.