Bud Dupree: el nombre de la transformación de los Steelers
Desde que el linebacker reapareció en la semana 11 de la temporada, la defensiva de Pittsburgh tuvo un cambio radical.
No hay secreto alguno, los Pittsburgh Steelers son un equipo ofensivo y gracias a Mike Tomlin y las indiscreciones de Antonio Brown, se puede decir que lo son en toda la extensión de la palabra. Ben Roethlisberger, Brown y Le’Veon Bell componen un formidable arsenal, bajo cualquier punto de vista, pero no estarían a un triunfo del Super Bowl de no ser por una transformación a mitad de la temporada.
Sumidos en la mediocridad que solo viene de la mano de un récord de 4-5, con cuatro derrotas consecutivas y perder juegos en fila ante lo que posiblemente son sus tres más odiados rivales, Patriots, Ravens y Cowboys, el panorama de los Steelers lucía más oscuro que la noche en luna nueva. Fue entonces que ocurrió un cambio. Un cambio apegado a las más profundas raíces de Pittsburgh. Un cambio defensivo.
En ese cambio seguramente intervinieron muchos factores. Tal vez Tomlin aceptó más responsabilidades y le aligeró la carga al coordinador defensivo Keith Butler. Tal vez haya sucedido lo contrario. Tal vez Butler y sus asistentes fueron más agresivos en sus formaciones o sus llamados situacionales. O tal vez sea algo más sencillo. Tal vez solo sea Bud Dupree.
Desde que Dupree reapareció tras una ausencia de nueve juegos por un desgarre abdominal, no se puede ocultar la transformación defensiva de los Steelers. En todo aspecto. Y como sé que les gustan los números. Aquí les dejo algunos.
En los primeros nueve juegos de campaña, Pittsburgh admitía 22,8 puntos por partido a cambio de 16,5 por encuentro en los nueve posteriores desde que reapareció el veloz linebacker externo. Eso es prácticamente un touchdown menos. Al considerar que con 4-5 no tienes mucho margen de error y que los Steelers ganaron cinco de sus últimos nueve encuentros por siete puntos o menos, eso representa un ENORME cambio.
Ahora, los Steelers solo tienen un obstáculo más entre ellos y su novena aparición en un Super Bowl: Los New England Patriots. Un equipo redondo que presume a la mejor defensiva en puntos admitidos y al tercer mejor ataque en ese rubro. Sobra decir que necesitan jugar sin errores, como las nueve intercepciones de Ben Roethlisberger en los últimos seis juegos. Y sobra decir que la defensiva tendrá que ser más agresiva al momento de ir por Tom Brady, a quien no lograron capturar en su duelo de la semana siete.
Pero con Dupree en el campo, todo parece posible.
Los Steelers lograron apenas 13 capturas en sus primeros nueve juegos de temporada, una cifra infame en una franquicia que alguna vez fue conocida como ‘Blitzburgh’. Pero una vez que Dupree volvió al emparrillado, Pittsburgh sumó 31 sacks, incluyendo ocho en un juego ante los humildes Browns en la semana 11.
Si bien Dupree solo terminó el año con 4.5 capturas y los Steelers buscan convertirse en el primer equipo de los Arizona Cardinals en llegar al Super Bowl sin un jugador con más de cinco sacks en campaña regular, su impacto es innegable.
Desde que Dupree reapareció en la semana 11 ante Cleveland, todas las cifras de la defensiva de Pittsburgh han tenido cambios drásticos. Juzgue usted mismo: Yardas por tierra (102.6 a 87.6), yardas por aire (278.1 a 199.7), yardas totales (380.7 a 287.4) e intercambios de balón (12 a 18).
Son demasiados cambios y demasiado dramáticos como para ser una mera coincidencia.
Desde que Mike Tomlin llegó a Pittsburgh ha intervenido en 11 drafts y tomó un linebacker en primera o segunda ronda en más de la mitad de ellos, seis para ser preciso, en su intento por rejuvenecer a una defensiva que de acuerdo a la filosofía del equipo debe mantenerse siempre como una unidad elite.
Tomlin y el gerente Kevin Colbert no siempre corrieron con suerte. Así como encontraron a Dupree, Ryan Shazier o Lawrence Timmons también están los Jason Worlids o los Jarvis Jones que lastraron a la defensiva en su momento. Por un Cameron Hayward también hay un Ziggy Hood.
Pero sus últimos dos linebackers de primera ronda, Dupree y Shazier lucen como una fórmula ganadora. Una fórmula que ha jugado un gran papel en su camino hasta las puertas de otro Super Bowl. ¿Podrán abrirla?