22-22. Islandia y Túnez firman el primer empate del Mundial
El resultado les permite a los dos equipos tener opciones de acabar entre los cuatro primeros del grupo B, en el que juega España
Una parada del portero Aron Edvarsson en el último segundo del partido permitió a Islandia sellar (22-22) un empate ante Túnez que permite a nórdicos y norteafricanos seguir con vida en la lucha por obtener el billete para los octavos de final del campeonato del mundo.
El pasaporte parecía claramente destinado en la primera parte a Túnez, que liderada por un desatado Amine Bannor, que firmó en los primeros treinta minutos ocho de los doce goles con los que cerró el encuentro, llegó a disponer de una renta de hasta cuatro tantos (6-10).
Pero ni la efectividad de Bannour, ni las paradas de Makrem Missaoui bastaron para doblegar a una Islandia, que poco a poco fue ajustando su sistema defensivo, hasta reducir el ataque tunecino a los lanzamientos de Bannour.
Una circunstancia que permitió a los nórdicos, que al igual que Túnez llegaban a esta tercera jornada tras contar por derrotas sus partidos, reducir su desventaja a la mitad (11-13) al llegar el descanso.
La tendencia se prolongó en la segunda mitad, en la que Islandia, apoyada en las paradas del portero Edvarsson, acabó de ahogar por completo al ataque tunecino.
Tal y como demuestra el único tanto que los norteafricanos lograron anotar en los diez primeros minutos del segundo parcial, un apagón total, que posibilitó a Islandia da la vuelta al marcador (17-14) con un contundente parcial de 6-1.
Sin embargo, las continuas exclusiones con las que fue sancionado el cuadro islandés impidieron a los de Geir Sveinsson asentar definitivamente su ventaja, condenando a los nórdicos a un agónico final de partido, con la continuidad de los dos equipos en la competición en juego.
En los minutos finales en los que de nuevo todo el protagonismo recayó en los dos porteros, en especial en el islandés Aron Edvarsson, que con su parada final sobre Bannour permitió a Islandia lograr un empate (22-22), que mantiene vivo el sueño de nórdicos y africanos de alcanzar los octavos de final.