Así será el Patriots-Texans según las estadísticas
Si la secundaria de Houston aguanta, y el front seven está como al final de temporada podrían soñar con la sorpresa… siempre que Osweiler se reencarne en quarterback.
En un artículo posterior explicaré por qué que no hay tanta diferencia entre los ataques de Chiefs y Steelers como podría parecer a priori… al menos en el aspecto numérico. Lo curioso del segundo duelo de la ronda divisional es que se enfrentan la defensa que menos puntos permite (New England) y la que menos yardas concede (Houston). Así que tendremos el placer de vivir el mejor duelo defensivo del fin de semana… si no fuera porque el desequilibrio ofensivo es brutal. Tanto en el mundo real como en el de los números. Pero lo mejor será ir al grano a ver lo que nos dice la bola de cristal estadística.
Como os he contado ya, aquí os dejo la comparativa estadística de los rivales de cada duelo divisional. Para hacerla no me he metido en grandes webs sofisticadas. He usado NFL.com para los datos generales y footballoutsiders.com para los rankings, en los que aparecen cosas sorprendentes, como que el ataque terrestre de los Packers es el quinto mejor de toda la NFL, algo que, sinceramente, no soy capaz de explicar.
El desequilibrio ofensivo entre ambos equipos es tan brutal que parece imposible que Houston pueda seguir el ritmo de su rival. Y para colmo de males, los Patriots son ‘carteristas’ y los Texans unos ‘primos’; la diferencia entre balones perdidos y recuperados lo deja más que claro.
La misma diferencia que se ve en el ataque global, queda reflejada en el juego de pase. No hay ningún número en Houston que anime a ser optimista. Sin embargo, el ataque de los Patriots consigue estar en la élite incluso lanzando menos pases que la mayoría de los equipos. La puntería de Brady, lo mucho que protege el balón (dos intercepciones en temporada regular es un nuevo récord histórico para la NFL), y la recuperación este año de pases más profundos de lo habitual en los últimos tiempos, convierte el ataque aéreo de New England en una máquina perfectamente engrasada.
Houston ni siquiera puede consolarse con sus números terrestres. Corren muchísimo en los partidos, y por ellos suman muchas yardas, pero eso no se refleja en anotaciones, y ni siquiera en el número de yardas por intento, que no son demasiadas para un equipo que necesita agarrarse a la tierra para sobrevivir. Lo mismo podríamos decir de New England si no fuera porque consiguen muchos touchdowns y, sobre todo, consigue su objetivo de cerrar las defensas rivales para abrirle el campo a Brady.
Como dije al principio, la defensa de New England es la que menos puntos permite de toda la NFL, y la de Houston la que menos yardas. Por supuesto, la prioridad de cualquier equipo es no encajar puntos independientemente de las yardas encajadas. El ejemplo que se pone siempre es el del árbol que se dobla pero no se parte. Sin embargo, footballoutsiders elabora sus rankings según los rivales y sus propios números en cada aspecto, y en este caso considera que la defensa de los Pats merece estar en medio de la tabla y la de Houston ha sabido sobrevivir contra rivales más duros.
Aquí está una de las claves del partido. Houston tiene una de las mejores defensas contra el pase de toda la NFL. Jonathan Joseph, A.J. Bouye y compañía podrían amargar la noche a Brady si son capaces de jugar a su nivel y desconcertar al quarterback. Si además lograran intercepciones ya sería la repera. En el otro extremo, los Patriots obligan a sus rivales a pasar mucho alejándose en el marcador, y pese a todo, eso no penaliza sus estadísticas, una muestra de que, a pesar de las dudas que genera a veces, es una secundaria muy fiable.
Correr contra los Patriots es complicadísimo, y hacerles un touchdown más todavía. En parte porque sus rivales se ven obligados a pasar desde muy pronto para remontar. Houston, sin embargo, no es tan fiable por tierra como por el aire, y no sería sorprendente que New England planteara un partido muy corredor para evitar la presión de Clowney y Mercilus por fuera. Al menos hasta que el campo abierto se despeje un poco.