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El equipo de América está de vuelta y Aaron Rodgers también

Los Cowboys buscan meterse en su primera final de conferencia en 21 años a costa de uno de sus históricos rivales. El ataque aéreo de Packers iguala el partido.

El equipo de América está de vuelta y Aaron Rodgers también
USA TODAY Sports

Cowboys - Packers en vivo

Desde que ganaran su última Super Bowl en 1995 los Cowboys no han tenido muchas oportunidades para añadir un sexto campeonato a su colección. Quizás la más clara fue hace un par de temporadas cuando los Packers de Aaron Rodgers les derrotaron en un ajustado partido marcado en buena parte por la “no-recepción” de Dez Bryant. Dos años después los mismos rivales se verán de nuevo las caras en la ronda divisional, pero el escenario ha cambiado, pasamos del frígido Lambeau Field a la más confortable casa de Jerry Jones, el AT&T Stadium.

Un vistazo a Dallas en ataque…

Dallas no tendrá la ofensiva más espectacular de la liga pero sin lugar a dudas es una de las unidades más consistentes de toda la NFL. Mientras otros conjuntos todavía vivos en estos playoffs han pasado por varios cambios de identidad, estos Cowboys han sido casi desde el principio un grupo muy conjuntado, con las ideas muy claras y cuya regularidad ha sido extrema. Corren con el balón para preparar el pase y las dos cosas las hacen con enorme efectividad. Dallas es el tercer equipo de la competición en yardas por carrera y el quinto en yardas por pase. El hecho de que los dos jugadores que más veces tocan el balón sean dos novatos, el quarterback Dak Prescott y el runningback Ezekiel Elliott, no ha afectado un ápice.

Podríamos pasarnos horas analizando el juego terrestre de los Cowboys. Es uno de los más variados de la liga gracias a su formidable línea ofensiva, tan atlética y versátil que es igual de productiva en bloqueos zonales (lo que más juegan) como en acciones de potencia (“power”). Su cinco titular lleva tres años juntos y se nota en su sincronía. Tan solo una vez este año Dallas dejó de correr para más de 100 yardas y fue en su intrascendente visita final a Philadelphia. Tyron Smith, el tackle izquierdo,es uno de esos fenómenos de la naturaleza, un hombre de casi dos metros y 130 Kg que corre las 40 yardas por debajo de los cinco segundos. Su selección para el equipo All-Pro ha venido acompañada por las de sus compañeros, Travis Frederick, el center, y Zach Martin, el guard derecho. Los otros dos componentes de la mejor OL de la NFL, el guard izquierdo Ronald Leary y el tackle derecho Doug Free cumplen a la perfección con su cometido. Leary no ha concedido un sack sobre su marca en toda la campaña y Free es especialmente bueno abriendo huecos para la carrera. En definitiva, este grupo bien podría haber aspirado de forma conjunta al galardón de MVP de la temporada. Las formidables campañas de Prescott y Elliott han sido servidas por ellos.



Dallas puede hacerte daño con la carrera de muchas maneras. Su línea ofensiva es tan versátil que no son dependientes de ningún esquema. En realidad, ellos son el esquema. Carreras zonales interiores (“inside zone”), carreras zonales exteriores (“outside zone”), jugadas de potencia (“power”), la “split zone” que ya explicamos la semana pasada… incluso de vez en cuando mezclan un poco de “zone read” aprovechando las cualidades atléticas de Prescott. Además de toda esta artillería son muy variados en el uso del personal y en la colocación del quarterback, pudiendo correr con igual efectividad comenzando la jugada bajo center o desde el shotgun. Incluso de vez en cuando mezclan la formación “pistol” para ponerle las cosas más difíciles a las defensas. Es el ejemplo de la jugada del vídeo, su famosa “Toss Power Play” que ejecutan una vez al menos cada partido y que les da unos réditos formidables. Smith (#77) y Frederick (#72) salen en “pull” para establecer el punto de ataque mientras Elliott recibe el balón en un “toss” para ganar espacio y tiempo en su intento de carrera exterior.

Los Cowboys han logrado ganancias mucho más espectaculares que ésta a lo largo del año pero he querido remarcar esta jugada por los formidables bloqueos de los dos wide receivers, Vince Mayle (#16) y Terrence Williams (#83). No es ninguna casualidad que todos los receptores de Dallas, salvo Cole Beasley, sean hombres muy grandes y físicos. Su participación en el juego terrestre es también importante. Al final de cada partido son estas carreras de 10-15 yardas y no las “big-plays” de 50-60 yardas las que marcan la diferencia. Dallas las consigue ejecutar con tal frecuencia que a veces nos hacen olvidar su dificultad.

Green Bay tendrá que realizar un partido casi perfecto en defensa para contener a Ezekiel Elliott. Eso supone mantener la integridad de gaps en las jugadas zonales, desengancharse rápidamente de los bloqueos y por supuesto fallar muy pocos placajes. El corredor rookie ha aportado una chispa al backfield de los Cowboys que no tenían el año pasado con Darren McFadden. Además, su superior visión le ha permitido generar ganancias de yardas muy superiores. En el partido de la Semana 6 Elliott y su línea ofensiva fueron un martillo pilón imposible de contener. Los Packers no pueden plantearse dejarle en menos de 60 yardas, pero todo lo que sea mantenerle alrededor de las 90-100 yardas lo podrán considerar como un éxito.



Cuando los rivales intentan sobrecargar la caja con ocho hombres Dallas no duda en sacar partido con su extraordinario play-action. Fijaos en esta acción de la penúltima jornada contra Detroit como la defensa se queda congelada por el amago de carrera. Williams bate a su hombre con facilidad y Prescott pone un pase perfecto para el primer down. Green Bay no cuenta con grandes hombres en cobertura individual en el exterior, con excepción de Ladarius Gunter, por lo que tendrá que andar con mucha precaución a la hora de dedicarse con excesivo énfasis en parar a Elliott.


Dallas OL Pass-Pro y Dak Prescott poise1 por michel-lopezdetoro

La dificultad de medirte a los Cowboys esta temporada es que su juego aéreo es igualmente efectivo. La temporada de Dak Prescott ha sido tan inesperada como formidable, por su producción así como por su regularidad. Sólo en tres de quince partidos completó menos del 66,7% de sus pases, una consistencia que no esperas de un novato. La tempranera baja de Dez Bryant le hizo buscarse otros “amigos” desde el principio, lo que al final terminó por expandir más el ataque de Dallas. Prescott ha gozado todo el año de una protección espectacular, pero su calma y precisión para crear jugadas desde el pocket no pueden ser por ello menoscabadas. Veamos esta jugada del enfrentamiento ante Detroit. La línea de ataque crea su habitual bolsa de protección desde la que el quarterback puede trabajar con “tranquilidad”. La primera lectura hacia Bryant es eliminada por los Lions que ejecutan una doble cobertura sobre él. Observad lo rápido que Prescott procesa la información, pasa a su segunda lectura, se recoloca en el pocket y conecta con Terrance Williams para mover las cadenas. Tal y como decíamos con el juego terrestre, estas acciones no llegan a los “highlights” pero son igual de importantes en el transcurso de un partido.



Green Bay tiene que tratar de llegar a Prescott de una manera o de otra. Mandar siete hombres atrás y esperar el fallo del novato es una táctica que hasta ahora no le ha funcionado a nadie. Sus peores días vinieron en los duelos ante los Giants y contra Minnesota, los dos equipos que más presión pudieron generarle (uno tirando de blitz y el otro de la presión de su frente de cuatro). Los Packers tienen más de una carta a su favor en este aspecto, véase Clay Matthews, Nick Perry o el sempiterno Julius Peppers. El veterano pass-rusher incrementó notablemente su número de snaps el pasado domingo y los resultados fueron igualmente destacables. ¿Tendrá otro gran encuentro más en sus piernas a los casi 37 años?

Un vistazo a Dallas en defensa…

Lo que hace este partido tan formidable es el hecho de que las dos fases del juego son igual de fundamentales. Todo el mundo está deseando ver una semana más a Aaron Rodgers, quien está jugando a un altísimo nivel, puede que el más alto de su carrera. Durante la racha ganadora de los Packers que ya alcanza siete partidos Rodgers ha completado 167 de 240 envíos (69,6%) para 2029 yardas con 19TD y 0INT para un quarterback rating de 121.7. Los Giants hicieron todo lo que estuvo en su mano para confundir al dos veces MVP: blitz, defensas disfrazadas, rotación de safeties tras el snap, cobertura al hombre, diferentes coberturas zonales... Nada importó y nada funcionó. Tras pasar el peor momento deportivo de su carrera el quarterback de Green Bay le está dando la razón a los que piensan que es el mejor jugador de la NFL cuando está entonado.



En el enfrentamiento de la semana 6 entre estos dos mismos equipos Dallas se limitó a jugar en zona con seis hombres en su secundaria (Dime) y Sean Lee patrullando por la zona media para cortar cualquier intento de ruta cruzada y vigilando todos los movimientos de Rodgers, un mago a la hora de ganar tiempo y escapar del pocket para completar el pase. El linebacker de los Cowboys acumuló trece placajes aquel día para liderar a su equipo, camino de una temporada merecedora del equipo All-Pro. La inteligencia de Lee para diagnosticar las jugadas rivales y su velocidad de reacción le han hecho destruir jugadas una y otra vez este año. En el ejemplo del vídeo se anticipa al “pull” del tackle izquierdo y finaliza placando al runningback por detrás de la línea de scrimmage. Su duelo mental con Rodgers promete momentos memorables.

Sin embargo, para este encuentro no creo que los Cowboys puedan permitirse el lujo de mandar el máximo número de defensores en cobertura y prácticamente descartar el blitz. La línea ofensiva de Green Bay es excelente en la protección del pase y va a ser muy difícil que le puedan crear problemas con presiones de 3 ó 4 hombres como intentaron (sin éxito) en octubre. En aquel momento Rodgers atravesaba por un período de “reflexión” en el que ni su cabeza ni sus mecánicas estaban en sintonía, por lo que darle “libertad” en el pocket no suponía tal amenaza. A día de hoy Dallas no debería correr el riesgo de darle demasiado tiempo porque entonces es cuando puede llegar el destrozo.



Por los artículos de la semana pasada de Rubén Ibeas ya conocéis sobradamente el juego ofensivo de los Packers, pero como muestra del estado de forma de su quarterback os quería enseñar una jugada del choque ante los Giants. Nueva York intentó más de una vez confundir al veterano pasador. Aquí anuncian una cobertura con dos safeties profundos que en realidad se va a convertir post-snap en una Cover 1. Observad con qué velocidad Rodgers diagnostica el hueco que va a quedar a la espalda del safety que baja a cubrir al tight end y el otro safety que finalmente es el único que queda profundo. La ruta de Randall Cobb, enseñando un desplazamiento sutil hacia la derecha para ganar espacio sobre la marca exterior (“outside leverage”) del cornerback del slot, es ideal para esta acción. Rodgers pone el balón con velocidad y en el sitio exacto para que su compañero gane más yardas tras la recepción al pillar a contrapié al safety profundo. Touchdown Green Bay Packers.

Aunque medirte hoy día a alguien del calibre de Rodgers y en el estado de gracia en el que se encuentra es duro, los Cowboys pueden consolarse en el hecho de que cuentan con una secundaria capacitada para tareas importantes y que además llega con todas sus piezas disponibles por primera vez en mucho tiempo. Orlando Scandrick en el slot es un jugador de probada valía capaz de defender al hombre con plenas garantías. Su mejor hombre en el exterior, Morris Claiborne, debería volver a jugar tras una larga lesión aunque sea para 25-30 snaps, no actúa desde la semana 8. El rookie de sexta ronda, Anthony Brown, y el veterano Brandon Carr no desentonan. Sin duda que la previsible ausencia, o cuanto menos seria repercusión física, de Jordy Nelson les facilitará las cosas. Ese cuarteto de cornerbacks da garantías y seguridad a Dallas para no depender en exceso del juego de los safeties Barry Church y J.J. Wilcox. Su labor es más oscura y de contención.

Para el final dejamos la mejor pieza de la secundaria tejana, Byron Jones. Su versatilidad y lectura del juego permite a Rod Marinelli, coordinador defensivo, moverle por todo el campo como si fuera una pieza de ajedrez. Se alinea como único safety profundo, baja a la caja para apoyar contra la carrera, cubre en individual desde el slot, ayuda a Sean Lee en la zona “underneath” para anular posibles rutas cruzadas, etc. Probablemente Jared Cook sea su emparejamiento el domingo, Dallas tiene que esperar que ahí se imponga su antigua primera ronda. 



Jones lo hace todo y muy bien. Su velocidad le permite cubrir mucho más terreno que la media de jugadores en su posición y además posee unas habilidades para atacar el balón muy destacables. Ambas facetas salen a la luz en el siguiente vídeo. Los Cowboys enseñan Cover 2 ó Cover 4 con los dos safeties profundos pre-snap. Una vez que la jugada se pone en movimiento la defensa pasa a tener un único safety profundo, Jones, en una Cover 3. En un momento cierra la distancia con A.J. Green y le acaba privando de un touchdown seguro. 

La expectación de cara a este partido es máxima. Son dos rivales históricos que se enfrentan por octava vez en los playoffs. Los Cowboys son el equipo más mediático de la NFL y los Packers tienen en Aaron Rodgers al quarterback más en forma. El resultado está por decidir pero lo que es seguro es que las cifras de audiencia van a romper récords. Toca ponerse cómodos y disfrutar del espectáculo.