Análisis del Falcons – Seahawks cuando ataque Atlanta
Te asfaltan. Da igual lo que juegues en defensa. Este equipo está hecho para atacar por tierra, mar y aire. No son imbatibles, pero son el mejor de la NFL.
New England Patriots - Atlanta Falcons en directo
Te asfaltan. Da igual lo que juegues en defensa. Este equipo está hecho para atacar por tierra, mar y aire. Puedes defender en individual o puedes intentar hacerlo en zona, mediante blitzs o cayendo con mucha gente en cobertura. Shanahan y Ryan tienen una solución para lo que tú propongas. Es más, ellos saben dónde vas a ir antes de que empiece la jugada, solo tienen que esperar a que cometas el error y golpearte. Son un ataque total. El mejor ataque de la liga. ¿Son imbatibles? Por supuesto que no, pero vas a tener que hacer muchas cosas bien para frenar a un ataque que está preparado para cualquier contingencia.
Además de su temible juego terrestre, el año lo empezaron con Julio Jones, Sanu o Hardy como principales armas aéreas. A mitad de temporada se les juntó Taylor Gabriel, viejo conocido de su OC en la época de los Browns, y al final se han unido a la fiesta dos hombres que también compartieron vestuario con Shanahan, pero en Washington: Aldrick Robinson y Nick Williams. La nómina de receptores de este equipo es infinita. Y eso sin contar con sus tres tight ends, jugadores que suelen ser utilizados para bloquear, pero que tienen un factor sorpresa cuando salen a recibir que los hace peligrosísimos.
Shanahan ha creado la tormenta perfecta en un equipo donde la defensa ha ido mejorando a lo largo del año, sobre todo con la aportación de la gente más joven del roster. Los Keanu Neal, Deion Jones, De’Vondre Campbell, Brian Poole, Grady Jarrett o Vic Beasley le han dado un salto de calidad importante a una unidad que necesita aguantar lo mínimo para dejar que su ataque cierre el partido. Pero vamos paso a paso.
ATAQUE DE LOS FALCONS
Matt Ryan va a ser nombrado MVP del año dentro de unos días. En mi opinión, es totalmente merecido y aquí no voy a hacer ningún debate sobre si “éste o aquel” lo merecían más o menos. No he venido a eso. Ryan ha jugado el mejor football de su carrera y, sin duda, lo ha hecho dentro de un esquema que le da mil y una alternativas. Que te las den, no significa que cualquiera sepa manejarlas, y él lo ha conseguido hacer hasta la fecha.
La base de este ataque no es Julio Jones o Devonta Freeman. Todo gira en torno a su OL y a sus TEs. Ellos son el corazón, el motor que mueve lo demás. Da igual quien esté abierto para recibir o quien este en el backfield para correr con el balón, esta línea y estos TEs harán lo necesario para que la ofensiva avance. Los Falcons establecen la carrera como primera referencia para la defensa rival. Corren mucho y corren bien. Shanahan es un enamorado de las carreras zonales, por lo que su equipo corre, principalmente, con muchas situaciones de inside zone o de outside zone. Esta última es la preferida de su RB1, Devonta Freeman.
Aquí se mueve como pez en el agua. Las tres opciones que tiene un corredor cuando su equipo juega outside zone (bend, bang y bounce), él las lee de una manera excelente. Es un RB que usa muy bien el primer corte para atacar el gap que se abre y es muy complicado de placar en campo abierto. No es extraño ver, en cada partido, una big play jugando en este esquema.
Su compañero de backfield, Tevin Coleman, no es ninguna comparsa. El juego terrestre es un monstruo de dos cabezas. Al igual que Freeman, Coleman se aprovecha de los enormes bloqueos que le proporciona su OL, sus TEs o los del mejor fullback de la Conferencia Nacional, Patrick DiMarco. Además, Coleman es un excepcional receptor cuando sale desde el backfield para jugar alguna RB screen o cuando se le sitúa abierto para atacar a los LBs en defensas individuales o zonales. Estos motions desde el backfield dejan a Ryan algún mismatch cuando la defensa ajusta sobre Coleman, ya sea con el propio RB o con otro receptor que se vea enfrentado a un defensor más lento. Estas lecturas pre-snap son vitales para que Ryan mueva las cadenas en ataque.
Os hablo de los tight ends porque es muy normal ver formaciones basadas en múltiples tight ends. Esto obliga a la defensa a estar muy atento a una posible jugada de carrera, por lo que llena la caja de jugadores, lo que le hace ser susceptible de ser batida por aire. Aquí es donde entra el play action. Ryan lo usa hasta el agotamiento. A la amenaza que ya de por sí es el juego terrestre, las formaciones con múltiples TEs provocan una reacción en cadena. A más hombres en la caja, menos en cobertura. A parte de usarlos para bloquear, Shanahan los saca en ruta cuando nadie lo espera. Además, si el rival defiende con dos safeties profundos para evitar la amenaza de los receptores campo abajo, el medio de la defensa quedará expuesto tras el play action. Como os dije antes, a cada propuesta de la defensa, Ryan y los suyos tienen una respuesta. En el siguiente video veréis una de las acciones, con tight end, que más han repetido a lo largo de este año: el backside pass en el flood concept.
Y, por supuesto, Julio Jones. Para muchos, Jones es el mejor receptor de la liga, y tienen todo el derecho a decirlo. Su extraordinario físico le da una explosividad, velocidad y potencia fuera de lo normal. Es muy complicado defender a un jugador que combina esas dotes físicas con unas cualidades técnicas excelentes. Si lo defiendes en individual, tienes un problema. Si lo defiendes en zona, tienes dos, ya que te arrastra a jugadores fuera de su sitio en el intento de evitar una recepción suya.
Cuando la defensa está en individual, Shanahan lo coloca en tight split. Esto no es otra cosa que situarlo entre la OL y los números (los grandes que indican la yarda). Aquí es complicadísimo defenderlo. Al estar alineado así, tiene las dos opciones para el release. Si va por dentro, con su shallow cross, los compañeros le generan el espacio con rutas que obligan a la defensa a abrir el medio. También, y mediante el play action (con las formaciones antes comentadas), puede atacar muy bien en profundo con una deep cross, muy difícil de defender por un solo hombre.
Si va por fuera, Julio tiene mucho espacio por fuera de los números y el DB no puede usar la línea de banda como aliado en press technique. Sus releases son excepcionales, su route-running es de manual, sus manos tienen pegamento y la potencia, y velocidad, que alcanza a campo abierto le permite ganar yardas after catch. Es una pesadilla para cualquier defensive back. Vamos, que soy uno de los que opinan que es el mejor wide receiver de la liga.
Alrededor de Jones, y como comenté al inicio del artículo, los Falcons juegan al engaño. Shanahan pone el cebo (Julio Jones) y espera a que la defensa caiga en la trampa. Y lo hacen, ¡claro que lo hacen! Si quieren ir profundo, solo hay que mandar a Jones a esa zona para que la defensa esté pendiente de él y se abran ventanas para sus compañeros. Atacando a coberturas de un solo safety, los Falcons mandan a Jones abierto para que libere el medio. Si la defensa zonal es con dos safeties, Jones puede jugar desde el slot para atacar el medio con rutas deep-in o post, abriendo el espacio a su compañero a la espalda de uno de los dos safeties (pin route o dagger concept) Es un juego de ajedrez en el que Shanahan domina las piezas, tanto las negras como las blancas. El tablero es suyo.
Con todo esto (y es un resumen, hay más), los seguidores de los Seahawks podrían estar deprimidos, pero hay soluciones. O, por lo menos, seguro que Pete Carroll puede buscarlas. Lo principal, cuando te enfrentas a estos Falcons, es ser disciplinados. Las lecturas del backfield son fundamentales. Las formaciones con múltiples TEs, o con FB, hacen pensar a la defensa en una jugada de carrera, pero el equipo de Dan Quinn esconde muy bien el juego de pase tras estas formaciones. Es complicado discernir si los Falcons van a correr o van a pasar. Los linebackers y defensores underneath no pueden caer en el play action. Deben estar lo suficientemente preparados para arrancar hacia la carrera o para caer en cobertura. Nada de malos ángulos, nada de sobre reaccionar y atacar al corredor. Disciplina. Aquí es donde entra el trabajo de la línea defensiva. Los Seahawks deben proporcionar solidez a su defensa contra el juego terrestre desde du front-4. Los cuatro hombres deben luchar contra una OL que bloquea bastante bien para la carrera e intentar cerrar los gaps interiores. La suma de los TEs complica el riesgo de carrera exterior (sobre todo en la outside zone), por eso Kam Chancellor tendrá un papel importantísimo en el run support y dominando la caja como solo él sabe hacer. Para todo esto, además de Chancellor, Bobby Wagner y KJ Wright deberán jugar al máximo nivel. Cualquier error será castigado por Matty “Ice”.
Sin embargo, esto es una solución a medias. El problema de los Seahawks, ahora mismo, no es su front-7. La baja de Earl Thomas es su talón de Aquiles. El juego de pase de los Falcons necesita de alguien con instintos, rango y que sepa placar en campo abierto. Todo eso te lo daba, y en grandes cantidades, un hombre como Thomas. Ahora, esa unidad tiene un punto débil y las defensas individuales con un safety profundo, han dado paso a defensas más zonales. Eso sitúa a Chancellor un poco más atrás de su zona de confort (cerca de la LOS), donde sería importante para este partido. Steven Terrell va a ser el objetivo de Shanahan para el duelo divisional. Los Falcons le van a buscar las cosquillas al sustituto de Thomas y es muy posible que consigan hacer daño por ahí. Para contrarrestar esto, a los Seahawks no les queda otra que conseguir presionar a Ryan con sus cuatro hombres de la línea. Si la OL de Atlanta domina a la DL de los Seahawks, las posibilidades de los de Seattle caerán en picado. Ojo, Ryan no es demasiado bueno en una cosa, le cuesta leer los blitzs desde la secundaria. No es extraño ver en sus partidos más de un sack provocado por un defensive back. Seattle lleva todo el año blitzeando mucho más que en temporadas anteriores, y esta puede ser una manera de minimizar la amenaza profunda de los Falcons.