La velocidad de los españoles desborda a los argentinos
38-25. Ribera no utilizó ni a Entrerríos ni a los Aginagalde, en un partido con muchas combinaciones de ataque y defensas en el 6-0
De haber sido un partido de campeonato oficial, no hubiese habido historia. Es decir, España arrola a Argentina, le da un repaso, y a preparar el siguiente partido (será este domingo, a las 13:00, por Teledeporte, contra Qatar, en la final del Torneo Internacional, ya que los de Valero Rivera ganaron a Polonia 26-25). Sin embargo, lo importante de estos choque previos al Mundial es poner al equipo en forma, y mantener a los jugadores preparados para dar lo mejor que tienen.
Con esa idea, Ribera, en una tarde en la que volvía Gonzalo Pérez de Vargas a la portería, sin Raúl Enterríos y con los hermanos Aginagalde sin actuar, apostó por un buen número de combinaciones tanto en defensa como en ataque, siempre en 6-0, y hasta con cambios y rotaciones en los lanzadores de penaltis: Valero Rivera, Dujsebaev, Sarmiento, Goñi y Sabater.
Esta vez se apostó por un pivote menos fuerte pero más móvil que Julen Aginagalde, Adria Figueras, que lo aprovechó, Y con los cambios de jugadores altos en el 6-0, el caso es que Cañellas tomó más protagonismo, al lado de Morros y Guardiola, con lo que España apuesta por un cambio en ataque y defensa.
En la primera mitad ya estaba decidido el encuentro (17-10), con los argentinos sin ideas y a la deriva. Y se mantuvo la tónica en la segunda mitad, con Goñi (5 goles) y Costoya (3) compitiendo para evitar ese descarte que les apunta. Jugó Dujsebaev en ataque, y lo que son las cosas, él, que pasa por ser un tirador, se dedicó a repartir tantos con sus asistencias.
Pero lo que realmente abrumó a los argentinos fue el talento de los extremos, acabando el contragolpe, especialmente Ángel Fernández, elegido el mejor del encuentro, con cinco tantos sin fallo.