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NEW ENGLAND PATRIOTS

La pregunta del millón ¿Qué pasará con Jimmy Garoppolo?

El suplente de Tom Brady podría ser una valiosa moneda de cambio para Bill Belichick una vez finalizada la temporada.

Ciudad de México
FOXBORO, MA - DECEMBER 24: Jimmy Garoppolo #10 of the New England Patriots prepares to take a snap during the fourth quarter of a game against the New York Jets at Gillette Stadium on December 24, 2016 in Foxboro, Massachusetts.   Billie Weiss/Getty Images/AFP
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Billie WeissAFP

Desde que Tom Brady llegó a la NFL en 2001, Bill Belichick ha tomado en el draft a otros ocho quarterbacks, al principio con la esperanza de encontrarle a su estelar pasador un suplente de confianza y, en años más recientes, en busca de un posible sucesor.

Dado que Brady no da señales de envejecer, todos esos quarterbacks se convierten luego de poco tiempo en piezas desechables. Y el más laureado de los pupilos, Jimmy Garoppolo, aparentemente no es la excepción.

Garoppolo acaparó los reflectores a inicios de esta temporada, cuando guio a los Patriots a un par de triunfos con actuaciones brillantes ante Arizona y Miami para comenzar la campaña en lugar del suspendido Brady.

Pero la verdad es que el que tiene apodo de chulo, “Jimmy G”, había llamado la atención desde que fue tomado en la segunda ronda del draft de 2014, como el aparente heredero de Tom.

Dos inicios en la NFL y una trayectoria de tres años en la liga en los que no ha lanzado intercepciones con cinco touchdown en 93 intentos de pase, lo han convertido en un objetivo del siempre hambriento mercado de quarterbacks.

Y Belichick, siempre el genio enigmático, podría convertir al egresado de Eastern Illinois en su más valiosa pieza de cambio una vez que finalice la temporada 2016.

No sería la primera vez.

Cuando Bernard Pollard convirtió en talco la rodilla de Brady para iniciar la campaña 2008, Matt Cassel, en su cuarto año en la NFL, llevó a los Pats a una marca de 11-5, que solo le valió para ser cambiado el año siguiente a Kansas City por la 34ta selección global, con la que tomaron a Patrick Chung.

En 2011, Belichick sorprendió al mundo de la NFL cuando se arriesgó con un talentoso pero conflictivo Ryan Mallett en la tercera ronda del draft, y luego de un año, enviarlo en un canje, este mucho más barato _ una séptima ronda de draft _ a un Houston realmente necesitado.

Ahora podría llegarle el turno a Garoppolo, pues las circunstancias están dadas para que el monje cobre en grande una vez más.

Ante los ojos de la NFL, Garoppolo es un quarterback con demasiado talento como para calentar la banca quién sabe cuántos años más detrás de Brady. El mercado está necesitado de un pasador, especialmente equipos como San Francisco, Cleveland, Jets, Chicago o los mismos Broncos. Y si Brock Osweiler generó un contrato de 72 millones de dólares, Belichick se puede poner exigente sabiendo que habrá alguien dispuesto a pagar.

De acuerdo a los reportes, el precio inicial por Garoppolo sería lo mismo que obtuvieron los Eagles por deshacerse del lastre de Sam Bradford: selecciones de draft de primera y cuarta ronda. Pero considerando el hecho de que Garoppolo es más joven, está mucho más saludable y ha tenido como tutores a Belichick, Brady y el coordinador Josh McDaniels, esa etiqueta de primera y cuarta ronda podría ser tan solo para iniciar las negociaciones.

Para los Patriots no hay mucho que perder, tan solo el año pasado tomaron en la tercera ronda a Jacoby Brissett, quien ya tiene dos inicios en la NFL, un triunfo y una derrota sin números de alguna manera espectaculares. Pero dado el nivel y la salud que ha demostrado Brady recientemente, no necesitan mucho más en el banquillo.

Belichick, al igual que Aaron Hernandez, no duda en jalar el gatillo. Y la historia indica que ya lo ha hecho antes en situaciones menos favorables.

La suerte de ‘Jimmy G’ podría estar echada y su futuro profesional estaría lejos de Nueva Inglaterra, a menos que sucediera algo muy, muy raro.