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cinco cosas que pienso

El espíritu de Flutie continúa sobrevolando el Lago Erie

Si hubiera jugado en los playoffs de 2000, el fantasma de Flutie no sobrevolaría el Lago Erie, errante, evitando cualquier escarceo entre Buffalo y los playoffs.

El espíritu de Flutie continúa sobrevolando el Lago Erie
Rick StewartGetty Images

Los Buffalo Bills han firmado su decimoséptima temporada consecutiva sin llegar a los playoffs, el periplo más largo de cualquier equipo de la NFL en la actualidad. De hecho, el último quarterback que condujo al conjunto del estado de Nueva York a la postemporada fue Doug Flutie. Su premio -cortesía del entonces propietario de los Bills, Ralph Wilson- fue un banquillo de Tennessee, en beneficio del joven “prospecto” Rob Johnson. Aquel sábado, 8 de enero de 2000, Johnson realizó una desastrosa actuación. Es cierto, guió a Buffalo a un field goal que puso por delante a los Bills, 16-15, con únicamente 16 segundos por jugarse, pero solo para ver cómo los Titans retornaban el siguiente kickoff para touchdown, ejecutando la jugada que sería conocida como el Music City Miracle, eliminando a unos Bills que jamás han vuelto, desde entonces, a disputar un partido más allá del 2 de enero.

Después de aquel día, Buffalo ha tenido 15 quarterbacks titulares, cinco general managers (han tomado nefastas decisiones, no solo en la posición de quarterback, sino en la de running back; no podemos olvidar que los Bills eligieron en el draft a Marshawn Lynch) y nueve head coaches. El penúltimo de ellos, el engreído y controvertido Rex Ryan, ha sucumbido también, junto a su hermano Rob, coordinador defensivo, a algo que muchos llaman ya una maldición. Sin embargo, los resultados de los Bills no son más que el producto de la falta de planificación, de tomar decisiones sin saber a dónde se va, de un bajel que perdió hace mucho tiempo el rumbo y es incapaz de enderezarlo.

Años después del Music City Miracle, el que fuera head coach de Buffalo en su momento y funge ahora como coordinador defensivo de Denver, Wade Phillips, aceptó que la orden de dejar en el banquillo a Flutie vino de las altas esferas del club. El veterano quarterback lo explica en el capítulo que, sobre su vida, realizó NFL Network. Si hubiera jugado, las cosas no hubieran acabado así para los Bills. Si hubiera jugado, el fantasma de Flutie no sobrevolaría el Lago Erie, errante, evitando cualquier escarceo entre Buffalo y los playoffs.

Cinco cosas que pienso:

1. Pienso que la jugada de Antonio Brown, estirando el brazo para romper el plano de la end zone, será recordad por mucho, muchos años. Mala decisión de Big Ben no tirar a la zona de anotación. Si Brown hubiera sido placado fuera, los Steelers no tenían tiempos muertos y el partido hubiera concluido. Sin embargo, el 84 volvió a sorprendernos.

2. Pienso que el efecto boomerang se ha instalado ya en Denver. Qué difícil es mantenerse siempre arriba en la NFL. John Elway jugó con el tope salaria y le salió bien, pero ahora los Broncos no tienen ni quarterback ni backfield.

3. Pienso que jamás he visto en la NFL un jugador tan rápido como Tyreek Hill.

4. Pienso que hacer leña del árbol caído, especialmente en la NFL no está bien. Kansas City debió ahorrarse el pase final de Dontari Poe.

5. Pienso que Adam Gase ha hecho un gran trabajo en Miami. Tras perder cuatro de sus cinco primeros encuentros, los Dolphins han ganado nueve de sus últimos diez: algo impensable a inicios de septiembre.