NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Lo peor de lo mejor

He aquí el equipo All-AntiPro de NFL AS

Coincidiendo con la publicación de la lista de los participantes en la Pro Bowl, queremos rendir un homenaje a los cómicos involuntarios del año.

HOUSTON, TX - DECEMBER 18: Brock Osweiler #17 of the Houston Texans calls out a play at the line of scrimmage against the Jacksonville Jaguars at NRG Stadium on December 18, 2016 in Houston, Texas.   Bob Levey/Getty Images/AFP
 == FOR NEWSPAPERS, INTERNET, TELCOS & TELEVISION USE ONLY ==
Bob LeveyAFP

Imbuidos del espíritu navideño, fraternal y bienintencionado, hemos decidido hacer el equipo de los jugadores más decepciones o peores del año. Una mezcla de ambos conceptos, para ser exactos, pues no se trata de poner, a secas, a los que peores números tienen, sino aquellos que habiendo jugado de pena además tenían ciertas expectativas sobre ellos.

Es bueno hacerlo coincidiendo en la misma semana con la publicación de la lista de la Pro Bowl, para notar el contraste entre los más mejores y estos que ahora pasamos a señalar con dedo acusador. Fum, fum, fum.

Quarterback: Brock Osweiler (Houston Texans)

72 millones en cuatro años. 38 garantizados. El futuro de la posición en la franquicia. El que iba a acabar con el debate e iba a asentar a un equipo que estaba a una pizca y menos de aspirar de verdad a pelear por el título. Errrr, bueno, en fin, que no hace falta que os cuente nada: en el banquillo, relegado al mismo por un tal Tom Savage. El futuro del jugador, y de los Texans, será una de las grandes historias de la próxima primavera, no lo dudéis.

Running back: Jeremy Langford (Chicago Bears)

Langford fue uno de los pocos puntos positivos del año pasado en los Chicago Bears. El rookie tuvo un desempeño que llevó a la franquicia a pensar que desprenderse de Matt Forte era una buena idea porque el heredero estaba en el equipo. Desde la jornada tres ha sido relegado a lo más profundo del banquillo y no hemos vuelto a saber gran cosa de él.

Receptores: Doug Baldwin (Seattle Seahawks), Michael Floyd (Arizona Cardinals)

El final de temporada 2015 de Baldwin le metió en un selecto grupo de receptores con yardas y touchdowns inimaginables. En un mes de diciembre que rozó lo histórico, Russell Wilson le encontró con insistencia y ambos hicieron números antológicos. Pero la dura realidad de la vida le ha alcanzado y ha vuelto a ser ese tipo gris que pulula por el ataque de Seattle. Lleva tan sólo 6 touchdowns y con el menor número de yardas por recepción de su carrera.

Lo de Floyd es aún peor. Mucho peor. Es uno de los gandes culpables de que haya gripado el ataque de los Cardinals. Salvo Fitzgerald, todo el grupo de receptores se ha hundido y Floyd ha sido la gran 'estrella' en este asunto. Al punto de que, tras ser detenido durmiendo borracho al volante de su coche, fue despedido. Hoy está en la plantilla de los Patriots.

Tight End: Coby Fleener (New Orleans Saints)

Cuando los Saints ficharon a Fleener se vendió la moto, ahora está claro que lo era, de que el equipo había encontrado un sustituto natural a Jimmy Graham. Las características de ambos son similares, y ya sabemos lo que Brees consiguió con su antiguo compañero. Pues quién lo diría ¿eh? Apenas si hemos sabido de él en un ataque donde todo el mundo suma y anota.

Línea ofensiva: Denver Broncos

Hemos discutido, aquí en la redacción, bastante en este punto. No queríamos individualizar, aunque de eso se trate este artículo, porque esta unidad suele funcionar en conjunto, y porque los nombres señalados igual resultaban un pelín áridos. Una vez decidido que iríamos con una unidad al completo los dos primeros nombres que salieron fueron las de los Seahawks y los Panthers. Pero... al final Denver se ha hecho con el triunfo por tres motivos: uno es que el número de sacks es alarmante, incluso en estadísticas avanzadas que tratan de evaluar la culpa del QB en ellos (que, a veces, no es poca); que no corren nada, aunque la lesión de C.J. Anderson es muy grave en este apartado; y, sobre todo, que ficharon a dos tackles en la agencia libre, Russell Okung y Donald Stephenson, y ha sido todo terrible.

Edge Rushers: Jamie Collins (New England Patriots), Mario Williams (Miami Dolphins)

Dos enormes decepciones. Dejarme deciros que sé de sobra que Collins ha sido usado en posiciones más flexibles y variadas que la del puro pass rusher, pero que tampoco desentona aquí y, por eso, se va a quedar con el título. Tanto disgustó a Bill Belichick que acabó en Cleveland, traspasado, donde ha seguido demostrando que su espíritu libre y creativo, su tomarse a chufla los snaps que le apetece, no encajan con la profesionalidad de los buenos equipos en la NFL.

Mario Williams ha sido un pufo desde hace demasiado tiempo. Abandonó Buffalo entre silbidos y en Miami saben por qué.

Defensive tackles: Malik Jackson (Jacksonville Jaguars), Domata Peko (Cincinnati Bengals)

El fichaje de Jackson es uno de los más desastrosos del año porque 85 millones, 42 de ellos garantizados, por un jugador de su nivel, al que sin duda infló el haber jugado en los monumentales Broncos del año pasado, ya era dudoso. Pero se puede sobrepagar si con ello te vuelves competitivo. No ha sido el caso. Está lejos de ser un mal jugador, y quizás el próximo régimen en los Jaguars le haga brillar pero, de momento, es un terrible fichaje.

De Peko no hace falta añadir mucho más si nos habéis seguidos en los últimos tiempos. Uno de los favoritos de la redacción. Nos cuesta imaginar los motivos por los que aún sigue en la liga.

Linebackers: Myles Jack (Jacksonville Jaguars), Malcolm Smith (Oakland Raiders)

Dejadme decir, antes de nada, que es de muy mal gusto meter a un rookie aquí. Que tiene toda la carrera por delante y lo más lógico, a pesar de algunas barbaridades que hemos visto este mismo año (Bosa o su compañero Ramsey en defensa, sir ir más lejos), es que le cueste adaptarse. Pero Myles Jack, que cayó a segunda ronda por un problema en la rodilla a pesar detener un talento obvio de top 10, no ha cumplido con las expectativas. Y más si tenemos en cuenta que, por lo general, ha estado sano.

Claro que mucho más perdido, y más delito tiene, el señor Smith, Don Malcolm. A nadie debió engañar, eso también es cierto, porque su premio de MVP de una Super Bowl fue una de esas comedias que cada poco nos regalan los premios individuales en un deporte tan colectivo. Pues los Radiers picaron y, oh, como se arrepienten. Es difícil ver a un jugador de la NFL tan perdido por el campo, con unos instintos tan precarios y un físico tan limitado.

Cornerbacks: Darrelle Revis (New York Jets), James Bradberry (Carolina Panthers)

La elección de Revis es obvia. En mi modo de ver, estamos ante un seguro Hall of Famer. Ha sido el mejor cornerback de este siglo, también en mi opinión. Durante años, y no fueron pocos, medio campo defensivo de sus equipos eran terreno prohibido. Un espectáculo invisible que generó la muy merecida leyenda de la 'Revis Island'. Ayudó, como estoy seguro que recuerdan todos los fans de New England, en forma extroardinaria a que Belichik y Brady tengan un cuarto anillo. Pero todo se acaba. Y se ha acabado. Y los problemas de los Jets son profundos, pero el mayor de ellos ha sido su más rutilante leyenda moderna. Así es la vida.

Me duele meter a Bradberry, como dije antes de Jack. Es injusto. Y, además, tras un inicio catastrófico se ha asentado con dignidad en la liga y no merecería el desprecio de aparecer aquí. Pero... es inevitable, al verle con el número 24 de los Panthers, recordar como jugaban el año pasado con Norman y los agujeros que han dejado este año. ¿Culpa de Bradberry? Pues no, claro, toda no, aunque hubo momentos, sobre todo en el principio del año, en que daban ganas de abrazarle y llevártelo a casa de lo que estaba sufriendo, el pobre.

Safeties: Jairus Byrd (New Orleans Saints), Ha Ha Clinton-Dix (Green Bay Packers)

La explicación de por qué Byrd está aquí no creo que haga falta. Es más necesaria la de por qué sigue en la liga, intuyo. Aunque también es fácil: el contrato de 54 millones de dólares firmado en 2014. Todo se acabará, fans de los Saints, paciencia.

Clinton-Dix en modo alguno es un mal jugador. Ni hay que abandonar la fe en él. Sin embargo, la secundaria de los Packers merece unos azotes y, con las lesiones que tuvieron, y que los que jugaron no tienen rango suficiente como para aparecer aquí. Clinton-Dix sí, que ni lideró ni cambió el destino de una unidad que ha estado a punto de hundir hasta el fondo del lago Michigan las opciones de los Packers en esta temporada. Aún están a tiempo, aún está a tiempo, de redimirse.

Kicker: Blair Walsh

Si no lo pongo, Mariano Tovar me despide. Como los Vikings le despidieron tras un año tan malo, tan malo que casi se nos ha olvidado que un fallo suyo fue determinante para que Minnesota perdiera en playoff el año pasado. Casi, digo.