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Denver Broncos

Defensa y ataque de los Broncos se enzarzan en el vestuario

La secundaria impidió que Russell Okung, left tackle de la línea ofensiva, hablase a todo el equipo tras anotar sólo tres puntos ante los Patriots.

DENVER, CO - DECEMBER 18: Running back Dion Lewis #33 of the New England Patriots is hit by cornerback Aqib Talib #21 and inside linebacker Todd Davis #51 of the Denver Broncos in the second quarter of a game at Sports Authority Field at Mile High on December 18, 2016 in Denver, Colorado.   Sean M. Haffey/Getty Images/AFP
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Sean M. HaffeyAFP

La defensa de los Denver Broncos está harta del ataque del equipo. Harta de ser una de las unidades más dominantes de la liga y estar a un paso de caer eliminados de playoff. Harta de mantener los partidos en distancia para ser ganados y ver como sus esfuerzos caen en balde. Ayer se lo hicieron saber en el vestuario de forma ostensible.

Los Broncos habían perdido por 3 a 16 contra los New England Patriots. Los mismos Patriots a los que habían ganado, dos veces nada menos, en su camino al anillo el año pasado. Una de ellas en la final de la AFC. La defensa, huelga decirlo, estaba muy orgullosa de los 16 puntos en los que dejaron a sus rivales, De hecho, estoy seguro de que tenían muy presente que consiguieron dejar a Tom Brady sin un sólo pase completo durante todo el primer cuarto. Uno pensaría que con esos datos Denver habría ganado. Ellos lo pensaban.

Depcecionados y dolidos llegaron al vestuario tras el encuentro. Gary Kubiak, el entrenador de los Broncos, elevó la voz en esta hora grave, en la que de verdad ven los playoffs escaparse como el agua entre las manos, y pidió a alguno de sus jugadores, algún voluntario, que quisiese decir unas apalabras. Se entiende que de contricción, de ánimo, o de ambas.

Fue Russell Okung, el left tackle llegado este año en la agencia libre, el que dio el paso adelante para pronunciar el discurso. Y ahí estalló la tensión. Aqib Talib, uno de los cornerbacks estrellas del equipo, le gritó que no abriera la boca después de lo que había hecho el ataque en el campo. A Talib se le sumó su compañero Chris Harris, con el que forma una de las mejores (si no la mejor) dupla de CBs de la NFL, y, luego, toda la secundaria.

La crispación alcanzó a todos los presentes y tuvo que ser el propio Kubiak el que calmase los ánimos. Ya más tarde, duchados, vestidos y atendiendo a la prensa, el entrenador dijo que era algo normal y clásico entre ataques y defensa cuando las cosas no salen, y Okung remató el asunto ofreciendo explicaciones en el sentido de entender a sus compañeros y diciendo que, en el fondo, tienen toda la razón para estar cabreados.

Y es que la tienen.

El año pasado los Denver Broncos ganaron la SUper Bowl gracias a su defensa. Este año la unidad no es la misma contra la carrera, de eso no hay duda, pero sigue siendo élite contra el pase y merecería un mejor récord. En las últimas tres semanas han dejado a sus rivales por debajo de los 16 puntos y han perdido en dos de esas ocasiones, contra Titans y Patriots.

¿Sabéis que quarterback titular nunca ha sido parte de una derrota cuando los rivales anotan 16 puntos o menos? Peyton Manning. Ésta es una estadística tramposa, pues no hay que olvidar que el Manning de 2015 fue un desastre completo, con el peor quarterback rating de todos los titulares en la NFL, y que estuvo muy, muy, muy lejos de ser la clave de la victoria final de los Broncos, pero a buen seguro que hará volar la imaginación de más de uno y hará poner sobre la mesa el hecho de que este ataque, sea por el QB, sea por la lesión de C.J. Anderson y la consecuente muerte de la carrera, sea por una OL que roza la catástrofe desde octubre, no es capaz de poner ni un mínimo para que esta gran defensa siga peleando... con los rivales, no con sus propios compañeros.