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JUEGOS MEDITERRÁNEOS | CARDENAL

"Es un fracaso enorme no hacer los Juegos en la fecha fijada"

"Ha sido una continua huida hacia delante del alcalde, que no ha encontrado la financiación ni ha tenido capacidad organizativa", aseguró.

"Es un fracaso enorme no hacer los Juegos en la fecha fijada"

El expresidente del Consejo Superior de Deportes (CSD) Miguel Cardenal ha afirmado este martes que el aplazamiento hasta 2018 de los Juegos Mediterráneos de Tarragona, que deberían haberse celebrado los meses de junio y julio de 2017, es un fracaso del alcalde de la ciudad, Josep Félix Ballesteros, "y su equipo", que, según él, debería "haber hecho las cuentas bien".

"En lugar de asumir este fracaso, que es un fracaso del alcalde y del equipo que trabaja con él, a Ballesteros le ha parecido más sencillo echarle la culpa a otra persona. Él no tiene ningún argumento para demostrar que este fiasco es cosa mía", aseguró en declaraciones a 'Porta Enrere'.

Miguel Cadenal dejó claro que Tarragona fue la ciudad que recibió "más atención" por parte del CSD. "He ayudado todo lo que he podido. Hay que tener en cuenta que la organización de los Juegos, como otros campeonatos, es responsabilidad de la ciudad sede. Aún así, Tarragona ha sido la ciudad que, de largo, ha recibido más atención por nuestra parte. El Gobierno de la nación ha de ayudar, pero esto es un evento municipal. Sería ridículo pensar que la organización de los Juegos bascule sobre el CSD y no sobre el Ayuntamiento", declaró.

"Para Ballesteros es un fracaso estrepitoso no hacer los Juegos en la fecha fijada. Ha sido una continua huida hacia delante del alcalde, que no ha encontrado la financiación necesaria ni ha tenido la capacidad organizativa suficiente", señaló Cardenal, que también remarcó que el Ayuntamiento de Tarragona no tuvo "capacidad logística".

"Al principio se hablaba de un proyecto multimillonario tal como se mostraba en los primeros planos directores. Con todo, los proyectos se pueden hacer con menos dinero, tal como ha ocurrido en otros campeonatos, como la Universiada de Granada. Tarragona hubiera podido hacer lo mismo, adaptándose a los recursos que tenía, pero no ha tenido la capacidad logística para hacerlo. No sé qué ha estado haciendo el Ayuntamiento en todo este tiempo", reiteró.

Por otro lado, el expresidente del CSD reconoció que firmó diferentes convenios con el Ayuntamiento, aunque también consiguió "dinero de los presupuestos generales y de las exenciones fiscales de los patrocinadores". "En cambio, lo único que he recibido a cambio han sido insultos", apuntó.

"Ballesteros, como cualquier administrador responsable, debería haber hecho las cuentas de qué medios tenía y con lo hacer los Juegos Mediterráneos, y eso no ha ocurrido. El dinero que reclama al Gobierno central no es una cantidad que justifique un aplazamiento", explicó en referencia a la gestión del alcalde de Tarragona.

Pese a ello, también hizo hincapié a que es "injusto" atribuirle la responsabilidad del aplazamiento de estos Juegos. "Tarragona decidió seguir adelante con unas cuentas que no cuadraban y esto les ha llevado a la situación en la que estamos ahora. Es muy injusto atribuir a Miguel Cardenal, que en 2012 ya dijo que no había dinero, la responsabilidad del aplazamiento de los Juegos. Esta responsabilidad es de quien decidió seguir adelante sin saber reformular las cuentas mientras otras ciudades sí lo hicieron y pudieron celebrar sus campeonatos", matizó.

"Me cuesta creer que Ballesteros piense que los Juegos Mediterráneos tengan un impacto de 500 millones de euros en Tarragona. Sólo hay que tener en cuenta que el Mundial de baloncesto no llegó a estas cifras, haciéndose en un montón de ciudades de España y en el que participaron jugadores de la NBA", señaló en referencia a la repercusión que dijo el Ayuntamiento de Tarragona que tendrían estos Juegos".

Finalmente, declaró que el insulto "nunca debería ser un arma política", a raíz de las diferentes calificaciones que ha recibido de Ballesteros. "Afortunadamente es poco habitual en política y éstas son unas reglas del juego que todo el mundo respeta. Ver un alcalde viendo perder las formas de una manera tan grosera no es normal", concluyó.