Mireia vuelve sin perder ambición y nadará cinco pruebas
La nadadora buscará en el Mundial de corta de Canadá ampliar su palmarés. “Ella tiene ganas de competir, pero solo llevamos ocho semanas entrenando”, dice Vergnoux.
Han transcurrido ya 120 días desde que Mireia Belmonte lograra el sueño por el que ha estado luchando desde que se lanzó a una piscina: el oro olímpico. Una culminación a sus más de 10 años dedicada en cuerpo y alma al entrenamiento, aunque ella se lo toma como un punto y seguido a su extraordinaria carrera. Después de unas vacaciones físicas y psicológicas, la nadadora de la UCAM volvió a mediados de septiembre al cloro y este martes (15:30) se lanza a por más metales en el Mundial de piscina corta (25 metros) de Windsor (Canadá), el regreso de la natación al escaparate internacional.
“Este Mundial es un entrenamiento más, pero conociendo a Mireia, ella tiene ganas de competir. Hemos hecho ocho semanas de entrenamiento, así que llega con poca preparación, pero es motivador volver a nivel internacional”, explica Vergnoux, quien diseñó una preparación en altura de tres semanas en Font Romeu. La badalonesa empezará en los 400 estilos en los que fue bronce olímpico, para seguir con su habitual programa: 200 mariposa, 400 libre, 200 estilos y 800 libre. “Seguimos entrenando para competir en un máximo de pruebas”, reitera el francés.
La piscina corta ha sido parte importante del proceso de maduración de Mireia. En 2010, en Doha, con apenas unos meses con Vergnoux como técnico, la badalonesa ganó tres oros y una plata en un evento de ese calado. Y, cuatro años después, hizo póquer de medallas doradas con dos récords del mundo ante la mirada de Katinka Hosszu. La piscina corta le ha dado un empuje a Mireia, le ha hecho creer en sí misma. “Ha sido bastante importante. Le sirve para coger fuerza y motivación”, añade su entrenador.
La nadadora de la UCAM llega a Windsor acompañada por Jessica Vall, Joan Lluís Pons y Miguel Ortiz-Cañavate, que buscarán participar en las finales de sus pruebas favoritas en una competición marcada también por las ausencias. Los años postolímpicos despiertan la pereza de los nadadores, después de dos cursos de intensa preparación para Río. No está inscrita Katie Ledecky, pero sí Katinka Hosszu, que se ha apuntado a 12 pruebas contando los relevos. La heroina local, la canadiense de 16 años Penny Oleksiak, que logró cuatro metales en Río, solo nadará los 100 libre. Australia o Japón apenas llevan nadadores. Un Mundial descafeinado en cuanto a nivel, pero interesante en Europa, sobre todo para volver a ver a Mireia y al equipo español en las explosivas pruebas de corta.