Los Vikings reencuentran su defensa y la victoria ante Arizona
Después de un mes, y cuatro derrotas consecutivas, la defensa de Minnesota volvió a jugar a su auténtico nivel para aplastar a Carson Palmer, que terminó atropellado.
En Minnesota han pasado un mes infernal buscando reencontrar su ataque. Necesitaban urgentemente músculo en el backfield, precisión en el pase corto, poder en la línea ofensiva… Sin embargo, todo eso llegó justo el mismo día en el que se solucionó su auténtico gran problema. La defensa de los Vikings, la que conocimos el año pasado y en el arranque de esta temporada, dominante, presionante, anotadora, segura de si misma, volvió a aparecer. Y con ella, llegó un juego de carrera aceptable, volvió el mejor Bradford, y los Vikings se reencontraron con la victoria después de cuatro semanas de pesadilla.
Pero aunque el partido empezara bien para ellos con un pase de touchdown a Thielen que necesitó revisión, de inmediato volvieron todas las dudas. La defensa, que había conseguido un tres y fuera en la primera serie de Arizona, volvió a convertirse en el juguete de las últimas semanas. David Johnson la atravesaba a placer. Primero para conseguir un touchdown tras una serie de más de 6 minutos, y luego para facilitar un field goal de Catanzaro que adelantaba a Arizona (7-10). El corredor de los Cardinals, conseguía en la primera mitad 89 yardas en 17 carreras y la defensa de Minnesota no solo no encontraba la manera de frenarlo, además era inconsistente contra los Pases de Palmer.
Las nubes negras del último mes volvían a sobrevolar Minneapolis. Sin su defensa dominante, los Vikings luchaban por asentar su juego de carrera con snaps directos a McKinnon y extrañas jugadas de fantasía. Una de ellas terminó con un pase de Bradford desde un lateral del campo a Thielen, que sufrió una interferencia en la yarda 1 rival. En la siguiente jugada, Asiata volvía a adelantar a los locales (13-10), aunque el extra point fue bloqueado, en una epidemia que ha asolado toda la NFL en esta jornada en la que se ha superado el récord histórico de 10 extra points fallados.
En la siguiente serie ofensiva de los Cardinals, se obró el milagro. En las primeras jugadas, la defensa local empezó tan porosa como últimamente. Sin embargo, Palmer comenzó su particular Via Crucis lanzando una intercepción en la línea de anotación rival, que Xavier Rhodes retornó para 100 yardas y touchdown (20-10). Parece una jugada aislada. Un momento puntual. Pero significó el regreso de los grandes nombres propios de la defensa vikinga, que después de un mes de vacaciones fueron apareciendo poco a poco, recuperando su antiguo protagonismo, para terminar atropellando el ataque de Arizona.
Sin embargo, antes del descanso los Cardinals dieron su último golpe de efecto. Palmer conectó con Gresham para 29 yardas y touchdown (20-17). Ambos equipos se iban al descanso con las espadas en alto en un duelo que estaba resultando intenso y apasionante. Había mucho en juego como para levanta el pie del acelerador.
La segunda parte empezó con un touchdown de retorno de kickoff de Minnesota (27-17). Cordarrelle Patterson hacía resucitar unos equipos especiales que también notaban la llegada de Kai Forbath. El nuevo kicker, que aterrizó esta semana para sustituir a Blair Walsh, fallaba un extra point, algo que este domingo pareció inevitable, pero anotó otros tres y metió entre palos un field goal de 27 yardas que aumentaba la diferencia (30-17).
Entre esas dos anotaciones, la defensa Vikings ya había comenzado su proceso de destrucción. Dos tres y fuera, y una nueva intercepción de Xavier Rhodes a Palmer, devolvieron la sonrisa a la afición, que volvía a reconocer en el campo al equipo que tanto les ilusionó el año pasado y durante el mes de septiembre.
Estaba terminando el tercer cuarto y David Johnson, que había causado estragos en la primera mitad con sus carreras, había sido completamente desactivado. Y Palmer, otra semana más lentísimo de movimientos e incapaz de completar un pase cuando nota la presión, vivía peligrosamente en un pocket que cada vez estaba más poblado de jugadores morados empeñados en cazarlo.
Los Vikings, sin embargo, se complicaron la vida en el último cuarto con un sack con perdida de balón de Bradford, que devolvió el balón a los Cardinals en la yarda 27 rival, y terminó pocas jugadas después con touchdown de carrera de David Johnson en prácticamente su única jugada de mérito en toda la segunda parte (30-24).
Quedaban siete minutos y medio y Arizona todavía tuvo dos posesiones para ganar el partido, pero era completamente imposible. La DEFENSA con mayúsculas de los Vikings había vuelto. Y pese a un garrafal error arbitral que les dio un minuto más de vida cuando todo debió haber acabado, los Cardinals cayeron derrotados, y confirmando su crisis de juego, mientras los locales conseguían recuperar las sensaciones perdidas. Jugando así, los Vikings sí pueden soñar con hacer algo grande. Y más si se confirma que Adrian Peterson podría volver a jugar en diciembre.