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HISTORIA DE LA NFL

La mejor protección posible para un quarterback en la NFL

El debate que se ha originado con el castigo que está recibiendo Cam Newton, nos obliga a revisar la legendaria figura del gran Johnny Unitas.

Actualizado a
El legendario Johnny Unitas utilizó un método muy eficaz para evitar los golpes gratuitos que sufrió en la NFL.
Getty Images

La temporada 2016 de Cam Newton está muy lejos de la que protagonizó el año pasado cuando fue nombrado MVP tras conseguir anotar 35 TD de pase más otros 10 TD en jugadas de carrera. En el año 2016 el QB está siendo noticia por otros motivos, el castigo que está recibiendo en forma de golpes ilegales que está sufriendo por parte de los defensas, lo que ha llevado a Cam Newton a declarar en rueda de prensa sentirse poco protegido por los árbitros o que ya no disfruta en el campo.

Con independencia de las quejas de Cam Newton, los QB actuales con los cambios en el reglamento son cada vez más intocables, cualquier jugador que roza a un QB en la zona de la cabeza se expone a ser penalizado, incluso se ha bromeado con qué cualquier día asustarlos será también penalizado. En los tiempos en que jugaba Johnny Unitas jugaba esto no era así, la mejor protección que podía recibir un QB era protegerse a sí mismo, nada podía esperar de línea ofensiva ni de los árbitros o reglamento. Las líneas ofensivas estaban muy orientadas al juego de carrera y no a proteger a sus QB, el juego de pase no era tan destacado como ahora. Pero lo peor no era esto, en aquellos años los defensas podían golpear de forma indiscriminada a los QB incluso cuando no eran parte de la jugada o habían lanzado el pase, todo delante de los árbitros cuyo trabajo no era proteger a los QB.

Siempre se ha hablado de la dureza de Brett Favre, el auténtico “Iron Man” de la NFL, pero los QB de los 50 y 60 se tenían que buscar la vida y sobre todo protegerse ellos mismos. John Constantine Unitas, más conocido como Johnny Unitas, jugó durante su carrera con costillas rotas o fisuradas, dedos rotos, lesiones varías en las rodillas, pero si algo hizo aún más legendario jugador fue su dureza no sólo mental, algo que según decía heredo de su madre y la dura infancia que vivió, sino su dureza física.

El 3 de noviembre de 1960 los Baltimore Colts jugaban en Wrigley Field contra los Chicago Bears de George Halas, uno de los equipos más duros y violentos que ha conocido la NFL. El QB estaba enmedio de una racha impresionante, la que le llevó a anotar pases de TD en 47 partidos consecutivos, marca que después sólo ha roto Drew Brees. George Halas quería romper la racha y ofreció una recompensa de 500 $ a quien sacara a Johnny Unitas del partido, algo impensable hoy día.

Los Bears ganaban por tres puntos (20-17) faltando minutos y medio de partido, pero Johnny Unitas estaba entonces ingeniando un drive ganador. En una acción el LB Bill George atrapó al QB por las rodillas una vez que había lanzado un pase de 13 yardas a Raymond Berry, y mientras estaba atrapado el DE Doug Atkins, se abalanzó sobre él lanzándolo contra el suelo. No contento con eso le cogió la cabeza y se la estrelló contra el suelo partiéndole la nariz al QB, que empezó a sangrar de manera profusa. La acción quedó sin castigo alguno, era algo permitido por los árbitros de entonces. Mientras Johny Unitas permanecía sentado, aturdido por los golpes y la nariz sangrante, los médicos y sus compañeros le pidieron retirarse, pero el QB se negó y les dijo “Si no les importa tengo un trabajo que hacer”. Buscó un trozo de barro en el campo, se taponó la nariz para cortar la hemorragia y dejó que se secara. Poco después lanzaba el pase de TD que daba la victoria a los Colts por 24-20.

En otro partido Johnny Unitas estaba siendo muy castigado por la defensa, no sólo estaba recibiendo infinidad de “sacks”, que entonces ni se llamaban así ni se computaban, sino que una vez en el suelo era otra vez sistemáticamente rematado por el defensa de turno recibiendo varios golpes de propina. Johnny Unitas en un momento del juego ordenó en el huddle la misma jugada que la anterior para sorpresa de sus compañeros. Estos sabían que sería placado de nuevo y sería una vez más objeto de castigo gratuito ante la permisividad de los árbitros.

Pero en esta ocasión Johnny Unitas en lugar de lanzar el pase que tenía marcada la jugada lanzó la pelota lo más fuerte que pudo directamente a la cara del defensor impactando en mitad del rostro. En aquellos tiempos muchísimos jugadores jugaban sin la barra protectora, la pelota se fue a estrellar directamente contra la nariz del defensor, que quedó completamente rota y empezó a sangrar de manera profusa. El defensa, aturdido por el pelotazo, tuvo que ser retirado por los médicos a la banda para repararle la nariz.

Después de aquella acción fueron muy pocos los defensores que se atrevieron a golpear a Johnny Unitas una vez placado, ya que te exponías a que el QB, que tenía un brazo muy poderoso y preciso te partiera la nariz. Esta jugada fue popularizada por el cine, mientras que el legendario Johnny Unitas no tuvo que recurrir a ningún guion, sino que simplemente tuvo que improvisar cómo buscarse protección ante la pasividad tanto de árbitros como de la liga.