El Maestro Internacional de Ajedrez más joven de la historia
Esta es la meteórica carrera de un niño indio de 11 años que está batiendo todos los récords de precocidad en el exigente mundo del ajedrez.
Como cualquier niño indio de su edad, Rameshbabu Praggnanandhaa (Pragu desde este momento) pasaría horas y horas delante de la televisión viendo sus dibujos favoritos indios, bien sean el fortachón Chhota Bheem, el superhéroe Mighty Raju o los clásicos Tom & Jerry. Probablemente sea la mayor distracción del Maestro Internacional de Ajedrez más joven de la historia, con tan solo once años.
El ritmo de Pragu ha sido frenético en los tres últimos meses, en los que se pergeñó el récord que ha batido. El pasado agosto jugó el Open de la República Checa (a unos 7.000 kilómetros de su Chennai natal) ganando a Jan Krejci y en octubre disputó el Isle of Man International (a 9.000). Fue en esta isla británica donde consumó su gesta tras sorprender al Gran Maestro paraguayo Axel Bachmann en 18 movimientos. "Cuando un niño muestra la trayectoria y el talento de Praggnanandhaa, su futuro se perfila glorioso". Así describió el maestro Leontxo García a Pragu en El País.
¿Cuál es su punto débil?
La respuesta de A. Ramesh Babu, padre de Pragu, es lacónica: "Travieso".
Su hijo comenzó a jugar al ajedrez a los ¡tres años! A los cinco ya movía los peones con soltura, y su progresión fue verdaderamente espectacular: en 2013 ganó el Mundial de Ajedrez Sub-8, el Sub-10 en 2015, y actualmente es el número uno del ranking Sub-12 de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE). Sin embargo, su padre asegura que se dio cuenta de que podría llegar muy lejos en este deporte "cuando ganó la medalla de plata a la edad de seis años en el Campeonato Nacional de India Sub-7".
El Maestro Internacional más joven de la historia
Praggnanandhaa está batiendo todos los récords de precocidad en el mundo del ajedrez. Con diez años y nueve meses ya pudo decir que es el Maestro Internacional (FIDE) más joven que ha dado este deporte. Un título que además es vitalicio. El joven ajedrecista de Chennai todavía está a tiempo además de coronarse como el Gran Maestro, GM, (el título más importante) más joven. Tendría que superar a portentos como el ucraniano Sergey Karjakin, que fue GM con doce años y siete meses, a su compatriota Parimarjan Negi (trece años, cuatro meses y 22 días) y al campeón mundial, el noruego Magnus Carlsen (trece años, cuatro meses y 27 días).
Esta primera gesta de Pragu no tiene precedentes. Y lograrlo no ha sido fácil para él. Para que un ajedrecista se convierta en Maestro Internacional antes tiene que haber sido Maestro FIDE (Pragu lo era desde 2013) y obtener tres resultados favorables (normas) en torneos en los que participen otros Maestro Internacionales. Para lograr una norma hay que conseguir un resultado superior a 2.451 contra rivales de como mínimo cinco nacionalidades diferentes y de éstos al menos la mitad debe poseer algún título internacional. Por si fuera poco, el jugador tiene que haber superado los 2.400 puntos Elo (el sistema de puntuación empleado en ajedrez, basado en cálculo estadístico).
El encargado de pulir este diamante en bruto es el Gran Maestro R.B. Ramesh, el técnico de la selección india que participa en las Olimpiadas de ajedrez. R. B. Ramesh, que tiene una academia en Chennai donde prepara a jóvenes talentos como Pragu, se derrite ante él: "Tiene mucho talento, por supuesto, y también le gusta mucho el ajedrez. Le hace feliz. El desarrollo del juego, la preparación para las partidas, la competición..., todo lo relacionado con el ajedrez le encanta. Es el amor por este deporte lo que lo motiva a trabajar y aprender cada vez más en el juego y a hacerle más fuerte como jugador".
Aunque sus padres no juegan al ajedrez, Pragu siempre ha tenido un espejo en el que mirarse, su hermana Vaishali, de quince años. Esta adolescente es ya una consumada ajedrecista con una formidable trayectoria: campeona del Mundo Sub-14 y Sub-12, actualmente ocupa el puesto 11º en el ranking femenino mundial Sub-16.
En la India, el "enorme país-continente" que en pocos años se convertirá en el Estado más poblado del mundo, el ajedrez no tiene la trascendencia del cricket o el hockey, con audiencias estratosféricas, pero es un deporte con mucho arraigo en la infancia. El país asiático se encuentra lejos del poderío estadounidense y ruso, pero está entre los diez primeros en cuanto a número de Maestros Internacionales. "Tenemos campeonatos nacionales en todas las categorías de menores de edad. Hay mucha participación y entusiasmo entre los niños indios para jugar en estas competiciones y así aprenden a ser competitivos en muy temprana edad. Ellos entienden que, dado que la competencia es dura, tienen que trabajar muy fuerte para sobresalir en un ambiente tan competitivo e intenso", explica su entrenador. La gran cantidad de pequeñas academias y clubes esparcidos por los más de tres millones de kilómetros cuadrados de la India posibilita que muchos niños tengan acceso a esta deporte y puedan aprenderlo desde el nivel más bajo. Así empezó Pragu en la academia Gurukul de Chennai.
Las comparaciones con Bobby Fischer
Muchos aficionados al ajedrez ya han comparado el gran talento de Pragu con el del mítico Bobby Fischer y su célebre Partida del Siglo contra Donald Byrne en 1956. Esta partida, jugada en Nueva York sesenta años atrás, alcanzó una calidad y belleza hasta ahora irrepetibles, con un sacrificio de la reina profundamente calculado por un adolescente de 13 años. Aunque es cierto que Pragu todavía tiene 11: "Es un jugador universal en el sentido de que es bueno en todas las fases del juego. A él le gusta atacar y poner a su oponente a la defensiva, llevar el juego a posiciones tranquilas y jugar finales largos y puede defender malas posiciones igual de bien. Es raro encontrar todas estas cualidades en general en un niño pequeño", asegura su maestro R. B. Ramesh.
Una memoria prodigiosa
El pequeño Pragu tiene una cualidad innata que juega a su favor para crecer en el mundo del ajedrez: su memoria. La capacidad de retentiva en los jugadores de ajedrez es un factor vital, algo que entrenan miles y miles de horas a lo largo de su carrera. Un jugador con gran memoria será capaz de anticiparse al oponente y desplegar casi infinitas combinaciones y patrones estructurales de jugadas. Su entrenador es consciente del potencial de Pragu en este sentido: "Él tiene una memoria fenomenal y puede recordar las jugadas que ha visto desde hace mucho tiempo, incluso el más mínimo detalle. Muchas veces Pragu podría recordar, por ejemplo, que el último movimiento en tal partida fue Ng6 junto al nombre de ambos jugadores, donde jugaron y todo ese tipo de detalles".
Con once años recién cumplidos..., ¿cuál es el siguiente reto de Pragu? Convertirse en Gran Maestro, el título más importante entre los jugadores de ajedrez. Todavía son palabras mayores. "Ya se ha convertido en el más joven Maestro Internacional del mundo y tiene buenas posibilidades de convertirse en el Gran Maestro más joven de la historia también. Pero nosotros no queremos pensar demasiado en ello y preferimos centrarnos en trabajar más y cada vez más fuerte..." De momento son cuatro o cinco horas diarias de entrenamiento.
Su padre nos cuenta que uno de los momentos más emocionantes en la meteórica carrera de Pragu fue jugar una partida simultánea con Magnus Carlsen. Pero claro, el ídolo de nuestro protagonista no es el noruego, sino Viswanathan Anand, al que conoció personalmente tras colgarse la medalla de oro en el Mundial Juvenil de Ajedrez 2016, celebrado en Grecia. Los grandes torneos internacionales ya se le rifan, pero Rameshbabu Praggnanandhaa todavía no es del todo consciente de su potencial. Prefiere terminar sus entrenamientos, volver a casa y ver qué capítulo de Chhota Bheem en Pogo TV.