Los Hispanos de Jordi Ribera cumplen el trámite ante Bosnia

Como se preveía, fue fácil para España este choque con el que arranca la era de Jordi Ribera al frente de los Hispanos. Bosnia no fue tan fiero, porque a los diez minutos empezó a irse del partido para recibir un parcial de 6-0 y acabar la primera parte con un 12-6 que prácticamente era definitivo. No por la diferencia de goles, pero sí por lo que se veía en la pista. Cuando España apretaba en defensa, no había soluciones en el equipo rival de este primer encuentro de la liguilla de clasificación para el Europeo de 2018.

Tampoco se puede decir que el sello de Ribera marcase el partido. No. España jugó como siempre, con un 6-0, a veces con un adelantado, pero como lo hacía con Cadenas: juego con el pivote, y desde los espacios que genera Aginagalde viene todo, sea con los hombres que sea. Eso sí, Sarmiento jugó sin freno, con más alegría que en otras ocasiones, y Entrerríos completó un partido en los que sus pases son de lujo, aunque no siempre se interpretase bien tanto arte.

Sin Guardiola al lado de Morros, hubo pruebas en el centro del 6-0, con Molina, con Cañellas, con Goñi. Vamos, lo esperado y anunciado por el seleccionador. No es lo mismo, pero con ellos hay un cambio menos, que es otra variante notable para evitar los contragolpes contra selecciones más fuertes.

El choque también fue el estreno de tres hombres con la casaca de España: Solé, en el siete inicial, Migallón, y Figueras en la recta final como pivote. Los tres marcaron. Buen recuerdo para ellos, porque un debut con victoria y goles es la mejor manera de presentarse en sociedad. Ahora, el sábado en Finlandia, ante el equipo de la campanada: ha ganando a domicilio a Austria (27-31).