La saga familiar más importante en la historia del football
Hay legados familiares que trascienden este deporte como los Manning o los Matthews, pero ninguno ha sido más destacado que la familia Nesser.
En la casi centenaria historia de la NFL se han dado multitud de casos de jugadores que guardan lazos familiares, desde los mas recientes de los hermanos Davis, Vernon y Vontae, al más célebre de todos ellos, los hermanos Manning, Peyton y Eli, ganadores ambos de dos Super Bowls, a la vez que descendientes de Archie Manning, el mejor jugador de la historia de los New Orleans Saints hasta la llegada de Drew Brees.
Hay otros casos de jugadores de hasta tercera generación, es el caso de la familia Matthews. El abuelo del actual LB de los Green Bay Packers, Clay Matthews Sr., jugó en la NFL desde 1950 hasta 1955 en los San Francisco 49ers. Sus dos hijos, Clay Matthews Jr. y Bruce Matthews también jugaron en la NFL, el primero repartió su carrera entre los Cleveland Browns y Atlanta Falcons, mientras que el segundo desarrolló todo su periplo en una misma franquicia, los Houston Oilers primero y ya renombrados como Tennessee Titans mas adelante. Bruce Matthews ingresó en el Hall of Fame en 2007, un reconocimiento a su larga carrera: titular 292 veces de manera consecutiva, votado en 14 ocasiones a la Pro Bowl y distinguido en 10 ocasiones como All-Pro. Su hijo Jake Matthews, al igual que su primo Clay Matthews III, son miembros de tercera generación.
Podríamos seguir enumerando mas casos de lazos familiares, pero todos ellos palidecen ante el caso de la familia Nesser, un caso singular e único, no solo de la NFL sino probablemente del deporte mundial. Theodore Nesser, el patriarca familiar nació en Kirsh, en la región de Alsacia - Alemania, en 1850. Combatió en las guerras franco prusianas y al acabar estas trabajó como calderero en las compañías ferroviarias franco alemanas. Se casó con Katherine Steinbach con la que tuvo cinco hijos nacidos en suelo europeo: John, Anna Kathryn, John Peter, Hermina y Phillipp Gregory. En 1880 recibió una oferta de trabajo de las compañías americanas de ferrocarril, que comenzaban su expansión hacia el Medio-Oeste y necesitaban de mano de obra experimentada, algo que en aquellos momentos solo había en la vieja Europa. Tras ahorrar durante dos años pudo trasladar a toda su familia a Columbus, Ohio, sede de la compañía ferroviaria para la que trabajaba. En suelo estadounidense Theodore y Katherine aumentaron su descendencia con otros siete vástagos: Theodore (Ted), Mary Katherine, Frederick William (Fred), Francis Raymond (Frank), Alfred Louis (Al), Raymond Joseph y Mary Rose. Todos los varones de clan Nesser terminarían trabajando como caldereros en la compañía ferroviaria de su progenitor.
Joseph (Joe) Carr, el que fuera el primer gran Comisionado de la NFL, fundó en 1907 un equipo profesional de football, los Columbus Panhandles. Joe Carr, empleado de la misma compañía ferroviaria que el clan Nesser, reclutó a sus jugadores de entre los empleados, que alternaban sus ratos libres practicando la gimnasia y el football de manera más o menos informal. John, Ted, Phillip, Fred y Frank formaron parte de aquella escuadra creada por Joe Carr, coincidían habitualmente en el campo de juego en una época donde las sustituciones solo se producían por lesión y jugaban los mismos jugadores tanto en ataque como en defensa. John Robert Schneider, otro empleado de la compañía y miembro del equipo, acabaría casándose con la hermana pequeña del clan, Mary Rose Nesser, con lo que había ocasiones en que jugaban los cinco hermanos además de su cuñado. En 1910 Al Nesser se incorporó al equipo.
Joe Carr aprovechó la condición de empleados del ferrocarril de los jugadores (viajaban de manera gratuita) para crear un equipo itinerante, uno que carecía de campo propio y jugaban todos sus partidos fuera. Los Columbus Panhandles fueron un equipo que atraía mucho público. Los Nesser eran unos tremendo atletas y todo ellos muy grandes, pesaban una media de 95 kilos frente a los 85 kilos del resto de jugadores y equipos de la época, jugaban al límite del reglamento y eran extremadamente rudos y violentos en el campo, algo que atraía a muchísimo público. Raymond Nesser se incorporó al equipo más tarde, lo que supuso que siete de los ocho hermanos terminaron siendo miembros del equipo, aunque no consta en ninguna parte que llegaran a estar todos de forma simultánea en el campo. El único miembro de los Nesser que no formó parte del equipo fue Peter, el mas grande de todos ellos con sus 158 kilos y mas de dos metros de altura, que confesó que no le interesaba aquel deporte cuando con toda seguridad hubiese podido ser el mas dominante de todos ellos.
En 1920 los Columbus Panhandles se integraron en la American Professional Football Association, luego rebautizada en 1922 como National Football League. El desaparecido equipo de Joe Carr fue uno de los miembros fundadores de la liga, equipos de los que actualmente solamente existen los Chicago Bears y Arizona Cardinals, entonces radicados en Chicago.
En 1921 tuvo lugar un acontecimiento singular, seis de los hermanos Nesser: John, Ted, Philip, Fred, Frank y Al saltaron al campo como titulares. Durante el transcurso del partido se les uniría su cuñado, John Schneider y el sobrino de todos ellos, Ted Hopkins, el hijo de Anna Kathryn Nesser, la hermana mayor del clan. Pero esta historia no se detiene aquí, en un momento del partido también saltó al terreno de juego Charlie Nesser, el hijo de Ted, constituyéndose un momento singular e histórico en la NFL, por primera y única vez coincidieron en un mismo terreno de juego y equipo padre y un hijo.
Ningún miembro de la familia Nesser figura en el Hall of Fame. De todos los miembros del clan el que tuvo una carrera mas prolífica fue Al Nesser, que acabaría ganando dos campeonatos de la NFL, el primero en 1921 con los desaparecidos Akron Pros, y el segundo de ellos en 1928 con los actuales New York Giants. En todo caso, cuando se habla de lazos familiares en la NFL ninguno podrá tener el impacto y transcendencia de la familia Nesser, un caso único y singular no solo en la NFL, sino también muy probablemente del deporte mundial.