Series Mundiales #3: Los Indians devuelven el golpe
Los de Cleveland silencian Wrigley Field y vuelven a tomar ventaja en la eliminatoria que les enfrenta a los Cubs.
Era un día especial como pocos recuerdan en Chicago porque, después de más de medio siglo, un partido de las Series Mundiales se jugaba en el hogar de los Chicago Cubs.
Unas horas antes del inicio, Jim Mowery caminaba por los alrededores de Wrigley Field con una camiseta azul con un mensaje impreso en la espalda: “Yo estuve en el último partido de los Cubs en las Series Mundiales el 10 de octubre de 1945”. Para acreditarlo, mostraba la entrada, por la que abonó 6 dólares, de dicho encuentro.
Mowery tenía doce años y recuerda que, tras la derrota contra los Detroit Tigers, la noche fue muy larga. Él siempre fue un fiel seguidor de los Cachorros y cuenta como algunos jugadores del equipo de entonces se hospedaban en el inmueble de su tía. Mowery cree que los de Chicago van a ganar en seis partidos, aunque, para que negarlo, le gustaría que fuese en cuatro.
Mucho han cambiado los tiempos desde entonces y sirva como ejemplo que una entrada que entonces costaba 1.50 dólares, hoy vale más de 4000.
Todo estaba preparado para la fiesta de los Cubs, pero los Indians no estaban allí para ver los festejos. Una solitaria carrera convirtió la carroza de los Cubs en calabaza y vuelve a poner a los Indians con ventaja. Por cuarta vez en la post-temporada, los Cubs no anotan una carrera y afrontan otro reto mayúsculo, ser el único equipo que gana las Series Mundiales quedándose en blanco en cuatro partidos en octubre.
Con el marcador empatado en la séptima entrada, un hit de Coco Crisp permitió a Michael Martínez llegar al home y silenciar a la hinchada de los Cubs. De poco sirvió que, en el descanso de esa misma entrada, Bill Murray animara a la afición cantando Take me out the Ballgame.
En la novena entrada y con dos eliminados, los Cubs hicieron soñar a los suyos colocando un jugador en la primera base y otro en la tercera, pero Cody Allen supo mantener la ventaja y dar una victoria capital a los de Ohio que les devuelve la ventaja en la serie.
Cuando se consumó la victoria, la alegría se desató en el campo de los Indians, el Progressive Field, donde se habían reunido los seguidores de la Tribu para seguir el partido. Por el contrario, los aficionados de Chicago no podían evitar exteriorizar su decepción, 71 años esperando y lo celebran con una derrota.
Esta noche se juega el cuarto partido y la presencia de Corey Kubler, después de lo visto en el primer partido, inquieta y mucho a los Cubs.
Sin embargo, hay gente que todavía conserva la calma. Ganar una Serie Mundial, bien saben los Cubs que no es nada fácil. Jim Mowery, que estuvo presente en Wrigley Field en el regreso del Clásico de otoño, confía en el presente y el futuro de este equipo y sigue pensando que la victoria va a ser en seis partidos, algo que todavía es factible.