Las Series Mundiales vuelven a Wrigley Field 71 años después

Parece imposible, pero es cierto. Un equipo (y una afición) que pensaban que estaban malditos, que jamás volverían a tener la ocasión de poder luchar por el campeonato del mundo, van a tener la oportunidad de hacerlo y va a ser algo mágico.

No va a faltar nadie. Tendremos a John Cusack, a Bill Murray y también al integrante de Pearl Jam, Eddie Vedder junto a las incontables legiones de seguidores del club. Ah, y también los jugadores de los Cubs, que vienen de repartirse victorias en Cleveland y a los que nada le gustaría más que poder proclamarse campeones del mundo por primera vez desde 1908, que ya ha llovido desde entonces.

Curiosamente, no hace falta remontarse hasta una época en la que no había televisión, los aeroplanos no eran capaces de realizar un trayecto más allá de unos pocos segundos gracias a los hermanos Wright, o ni siquiera existía Twitter.

No, las Series Mundiales no regresaban a Wrigley Field desde el 10 de octubre de 1945 cuando los locales Cubbies perdieron de forma clara ante los Detroit Tigers en el séptimo encuentro de la eliminatoria de aquel año.

Apenas han transcurrido 25.950 días desde entonces y doce presidentes distintos han pasado por el Despacho Oval.

La locura se ha desatado por Wrigley Field, con gente que ya está ‘empapándose’ con el ambiente desde tempranas horas del día, que hay que festejar como se merece una ocasión digna como la presente.

Y también hay que aprovechar el momento. La friolera de 300 dólares se ha empezado a pagar por la entrada a algunos de los edificios aledaños al Wrigley Field, con amplio surtido de bebidas. Eso sí, los chupitos no están incluidos.

Ya en términos meramente deportivos, cambiamos de sede y también de reglas, con lo que eso supone. Después de rumorearse la posibilidad de que Kyle Schwarber, héroe de los dos primeros partidos en el Progressive Field, cogiera el guante y jugase en defensa en el left field desde aquel fatídico 7 de abril, el club ha decidido que el riesgo es innecesario y se verá limitado a cumplir funciones como pinch-hitter o bateador emergente durante estos tres partidos en Chicago.

Las dudas que suponen el parar y arrancar en acciones defensivas, la complejidad de los movimientos laterales para una rodilla que tiene luz verde para batear y correr, y la falta absoluta de rodaje, hace que la única duda que tengamos sea cuándo veamos a Schwarber, porque lo veremos, aunque no sea de inicio.

Sin embargo, quien si se la juega va a ser el mago Terry Francona, con su apuesta por Carlos Santana como exterior izquierdo. La experiencia previa del dominicano en el exterior pasa por cuatro intrascendentes entradas en un partido en 2012 que acabó con derrota por 14-1. Y no hay mejor momento que el tercer encuentro de las Series Mundiales para ponerse nuevamente manos a la obra.

Tito confía en que Santana tenga la suficiente capacidad atlética para cubrir el expediente, puesto que era catcher de origen y también ha jugado en primera y en tercera en las Grandes Ligas.

Se desconoce cuál va a ser el resultado de esta apuesta de altos vuelos, pero Francona se ha apresurado a asumir la responsabilidad por cualquier problema que pueda tener y es que colocándole en el exterior, eliminará cualquier pregunta posterior del motivo por el que no llegó a recurrir a alguien que ha conseguido 34 home runs durante la temporada regular, 30 contra los diestros (como el pitcher de los Cubs, Kyle Hendricks), pese a que está promediando un paupérrimo .179 de media de bateo, algo que Tito piensa que está a punto de cambiar.

Sea cual sea el resultado, lo que es seguro es que vamos a disfrutar de una experiencia única y irrepetible.